Estas viviendas se caracterizan por estar libre de sustancias tóxicas gracias al exhaustivo análisis del aire interior de los materiales

Cada vez es más común ver como la arquitectura y el medioambiente se unen para crear viviendas y edificios sostenibles que permitan perjudicar lo más mínimo a la naturaleza. Otras propuestas más recientes, como la de las azoteas verdes, contribuyen a mejorar la calidad del aire en las grandes ciudades, que año tras año ven como crecen los niveles de contaminación.

Baufritz, en Alemania, fue el primer fabricante de viviendas ecológicas en Europa. La empresa con sede en Erkheim, además de producir una media de 250 casas ecológicas al año construidas a partir de materiales no contaminantes y de bajo consumo, las somete a controles y procesos de desarrollo seguidos por un equipo de 20 biólogos expertos en el sector de la construcción.

El material principal empleado en la construcción de estas casas es la madera. Cada una de las casas están hechas para neutralizar un mínimo de 40 toneladas de CO2, cantidad que equivale a la contaminación que emite un coche al recorrer 200.000km.

Además de favorecer al medioambiente también contribuye a la salud de los inquilinos de estas propiedades. Al ser viviendas libres de sustancias tóxicas resultan perfectas para personas con enfermedades crónicas, cáncer, sensibilidad química o simplemente con alergias.

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Interior de una casa Baufritz entre Oxford y Londres

Esta alternativa a las viviendas de ladrillo ha recibido una buena acogida en el mercado alemán e inglés y también ha llegado a territorio español. En Miraflores de la Sierra tienen el privilegio de contar con la primera casa ecológica fabricada por Baufritz. Como ya es común, todos los materiales con los que se construye la casa son trasladados en varios camiones desde la fábrica de Erkheim hasta el lugar de destino, en este caso hasta Madrid.

La propietaria de la vivienda, Ana Bartolomé –en una entrevista al diario ‘El Mundo’- conocía el éxito de las viviendas ecológicas en el mercado inmobiliario alemán. “Sabíamos que, en Alemania, las casas Baufritz son un referente en construcción por la baja toxicidad y la alta calidad de los materiales utilizados y de los procesos de ensamblaje. Como en el mercado español no encontramos nada similar, nos decidimos por este sistema” cuenta la propietaria.

La construcción de la casa está hecha prescindiendo de materiales potencialmente tóxicos como pueden ser los barnices, pegamentos o materiales aislantes. Las sustancias ecológicas como el suero y soda alcalina son utilizadas para proteger la madera de incendios, insectos y hongos.

El precio de estas casas ronda los 2.000 y 3.000 euros por metro cuadrado construido y resultan una atractiva alternativa a aquellos que quieran contribuir a su salud y al medioambiente sin dejar de lado el diseño de una casa convencional.

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