La convivencia a jornada completa y las crisis de pareja son dos cosas inevitablemente vinculadas al verano. Causa y efecto que conducen a una ruptura no exenta de problemas. Entre ellos, encontrar una salida a la vivienda tras el divorcio.

Con el final de las vacaciones de verano llega una época con un buen número de separaciones y divorcios. Las estadísticas son claras: más del 40% de las rupturas matrimoniales en España tienen su origen tras el periodo estival.

Cada pareja tiene sus propias circunstancias, pero los momentos de descanso ponen a prueba a miles de matrimonios. Y, con la ruptura, también a las finanzas en común. Desde ahorros y fondos de inversión hasta diversos inmuebles.

El coste de un proceso de divorcio puede llegar a multiplicarse por ocho en función de si la pareja llega o no a un acuerdo. Aunque, seguramente, lo peor llega en el momento de la repartición de bienes.

Un proceso en el que tanto la vivienda familiar como el resto de inmuebles son habitualmente motivo de disputa.

España, entre los países con mayores tasas de divorcio

A cada minuto se producen cinco nuevas rupturas matrimoniales en España. Entre divorcios, separaciones y nulidades.

En ese sentido, nuestro país se encuentra entre los más destacados de Europa. Con siete de cada diez matrimonios destinados a la ruptura, frente a una media europea de cinco de cada diez.

Cifra que no deja de crecer si atendemos a los datos del Instituto Nacional de Estadística. Donde se alerta que el número de divorcios se ha incrementado en un 0,3% interanual. Registrándose un total de 96.824 divorcios, 4.353 procesos de separación y 117 nulidades matrimoniales al año.

¿Qué sucede con la vivienda tras la sentencia de divorcio?

En el último año registrado (2016), se produjeron 101.292 rupturas. Equivalentes a una tasa de 2,2 casos por cada 1.000 habitantes. Aunque cada uno de estos procesos supone algo más que el final de la vida en común. También lleva consigo una serie de gastos que se incrementan en función de la falta de acuerdo de la pareja.

La importancia del régimen económico de la pareja

El ‘coste’ de un proceso de divorcio puede situarse entre los 450 y los 600 euros, si se trata de un ‘divorcio express. Con acuerdo entre ambas parte. Un gasto que llega a moverse entre los 1.500 y los 3.600 euros en los divorcios contenciosos. Circunstancia habitual si hay hijos menores de por medio.

Pudiendo llegar el litigio legal hasta los 15.000 euros, si el patrimonio en disputa es elevado. Según estadísticas de Self Bank. Y es que, además del gran desembolso durante los trámites del proceso, la ruptura lleva consigo el reparto de los bienes de la pareja.

Sin duda, dividir el patrimonio es uno de los principales conflictos durante un proceso de divorcio. El reparto depende,en buena medida, del régimen económico que sustentaba el matrimonio.

En caso de bienes gananciales, el patrimonio debe ser dividido entre ambos tras el acuerdo o la sentencia. A excepción de bienes con carácter privativo, obtenidos previamente o fruto de donativos o herencias.

Mientras que si existe separación de bienes, cada uno de los cónyuges mantiene su patrimonio de manera independiente. Incluso si se obtiene algún bien de manera conjunta.

Del hogar familiar a la vivienda tras el divorcio

En la repartición de bienes quedan afectados un diverso tipo de pertenencias. Como:

1.- Fondos de inversión, que se reparten al 50% en caso de régimen de gananciales
2.- Joyas y obras de arte, que deben ser tasadas para poder repartirse
3.- Cuentas y tarjetas de crédito, que han de ser actualizadas e incluso liquidadas para evitar gastos insospechados
4.- Planes de pensiones, cuya titularidad privada está por encima del régimen matrimonial

Entre los bienes más disputados en la pareja destaca la vivienda tras el divorcio

Aunque si algún bien es motivo de disputa en una ruptura, son los inmuebles. ¿Qué sucede con la vivienda tras el divorcio?

Es muy importante que, al escriturar la vivienda, quede reflejado si alguno de los cónyuges aporta una mayor cantidad de dinero en la operación de compraventa. Del mismo modo que debería mencionarse si la cantidad aportada corresponde a una herencia o una donación.

Los detalles sobre la cantidad aportada y el origen de la misma permiten hacer un reparto proporcional y equitativo.

Sin olvidar que, desde la perspectiva fiscal, el pago de impuestos es menor si se ha realizado una extinción de condominio. Frente a la decisión más fácil, y cara, que toman muchas. Es decir, ir al notario y firmar una nueva escritura de compraventa por la transmisión de una parte del inmueble al otro cónyuge.

En ese sentido, la inmobiliaria Oi Realtor pone a disposición de las parejas su servicio ‘Te compramos tu casa‘.

¡La mejor garantía para una venta rápida y rentable de la vivienda tras el divorcio!

Autor

Escribe un comentario

A %d blogueros les gusta esto: