Etiqueta

Viviendas colaborativas

Explorar

El modelo de la vivienda colaborativa, de origen nórdico, es una propuesta en la que se adquiere una vivienda por un relativo bajo coste o con facilidades de financiamiento. A cambio la comunidad de vecinos resuelve de manera cooperativa cualquier medida que afecte a la residencia general y particularmente a los espacios comunes. Desde su origen a su expansión, sobre todo en Europa, este modelo se ha ido adaptando a los distintos contextos sociales. Igualmente, en todos sigue siendo una forma económica de obtener derechos sobre una vivienda para quienes, además, están dispuestos a generar una sana conviviencia con los vecinos.

Recientemente la Junta de Castilla y León anunció que destinará 115 millones a la construcción de 1.200 viviendas colaborativas para el alquiler joven. En la nota de hoy te contamos qué son las viviendas colaborativas y qué propone este proyecto para ayudar a los menores de 35 años.

Las viviendas colaborativas: un modelo para armar, comprar o alquilar

El modelo de las viviendas colaborativas, como se lo conoce en España, tiene su origen en la Dinamarca de mediados del siglo pasado. Hoy en día sigue siendo una alternativa para acceder a un piso, sobre todo para familias, ya que pueden encontrarse andelsbolinger (viviendas cooperativas) con varias habitaciones y a un precio más accesible que una residencia exclusiva.

En su versión danesa, se trata de una propuesta en donde los vecinos viven en un conjunto residencial y se organizan por reglas y espacios comunes como una cooperativa. Es usual que tales viviendas se encuentren agrupadas en una calle, un terreno o en pisos de un edificio donde los vecinos comparten zonas y servicios.

Al trasladarse a Estados Unidos y Canadá en los años 80, el entonces modelo de cohousing (así denominado por los arquitectos Kathryn Mc Camant y Charles Durrett), adquirió su perfil como construcción desde cero pensada a los mismos fines. En este sistema, se paga el derecho de uso indefinido de la vivienda pero la propiedad de los inmuebles es de la cooperativa. Algunos proyectos incluso, pautan que tal derecho puede ser trasmitido o heredado. En definitiva, se requiere un dinero inicial para acceder como socio a la cooperativa y una renta mensual para contribuir a gastos generales, tales como suministros y servicios.

Viviendas colaborativas existentes en España

Dentro de los distintos tipos de cohousing, en nuestro país existen ya algunos proyectos vinculados mayormente al cohousing senior. El mismo está destinado a personas mayores de 65 años, siendo uno de los más conocidos el Trabensol en Torremocha del Jarama (Madrid). Otros del mismo estilo son: Residencial Puerto de la Luz (Málaga), Profuturo (Valladolid) y Convivir, en Cuenca.

En Barcelona, Sostre Civic desarrolló y tiene en marcha varios proyectos de vivienda colaborativa y La Borda, con 60 cooperativistas, ocupa un edificio en Sants. En Madrid, Entrepatios es un proyecto formado por 80 cooperativistas que tienen cuatro promociones.

Viviendas colaborativas en Castilla y León

Recientemente la Junta de Castilla y León anunció que destinará un presupuesto de 115 millones de euros para la construcción de alrededor de 1.200 viviendas colaborativas o de “cohousing”. El objetivo es ayudar a la población joven que no puede acceder a la compra de una casa, mediante pagos similares a alquileres. La propuesta surge a partir del incremento registrado por la Junta en las solicitudes de ayuda para alquiler de habitaciones, en vez de pisos completos.

Estos proyectos de vivienda incluyen pisos de 60 metros cuadrados, con un máximo de dos habitaciones y cocina propia. Como es su característica, también están pensados los espacios comunes: lavandería, zona de estar y parking para bicicletas.

Financiamiento y desarrollo

Para concretar este desarrollo inmobiliario la comunidad cuenta con fondos procedentes de organismos europeos, así como de la propia Junta de Castilla y León. En ese marco, los ayuntamientos de Valladolid y Salamanca concentrarán gran parte de los proyectos de construcción. La directora general de Vivienda, Arquitectura, Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno autonómico, María Pardo, anunció en este sentido que en Valladolid se construirán 463 viviendas. Será a través de la empresa pública Somacyl, y contarán con una inversión total de 40 millones de euros. Este emprendimiento se llevará a cabo en distintas zonas, tales como el Parque Alameda, la azucarera de Santa Victoria, la calle Mieses o una zona del plan parcial integrado de Medina del Campo

Por su parte, el Ayuntamiento de Salamanca construirá dos promociones de casi cien viviendas. Para ello aportará el 50% del presupuesto.

El objetivo es tener todas las obras licitadas antes de que finalice el año 2023 y terminada su construcción en 2026, fecha en la que tiene que estar rendido todo el presupuesto.

Fondos para viviendas de protección oficial

La Comunidad también cuenta con otros proyectos en marcha destinados a facilitar el acceso a la vivienda para sectores y regiones que requieren mayor atención. En ese sentido, la Junta ha iniciado una línea para la construcción de viviendas de protección oficial en municipios menores de 10.000 habitantes. Esto se hace dentro de la política de ayuda a los jóvenes de menos de 35 años (a quienes la Junta le subvenciona el 20% del precio de adquisición) y de combate a la despoblación en el medio rural.

En este sentido, las autoridades de la Junta indicaron que tienen previstas construir, dentro de esta línea, 54 viviendas en Valladolid, con una inversión de 5,7 millones. Probablemente este número pueda incrementarse, ya que el proyecto apunta a promover viviendas “sostenibles sin destruir territorio donde no sea necesario” y que “si se pueden adquirir viviendas ya hechas, se hace”.

Si te interesa seguir al tanto de los planes de vivienda en cada región, sigue leyendo el blog de Oi Real Estate, y notas como la que te sugerimos a continuación. Y no te olvides: si buscas propiedad, tenemos un equipo especializado dispuesto a ayudarte.

Oi Real Estate

agente inmobiliario Alquilar alquilar piso Alquiler alquileres Barcelona comprar Comprar piso comprar vivienda Compraventa consejos contrato de alquiler Decoración decoración de interiores diseño Diseño de interior España Euríbor Featured Hipotecas Hipotecas variables Hoteles Impuestos Inquilinos interiorismo inversiones Inversión inmobiliaria inversores invertir Madrid marketing inmobiliario mercado hipotecario mercado inmobiliario Oficinas Oi Real Estate Oi Realtor Propietarios préstamo hipotecario Sostenibilidad Tendencias Tendencias de decoración vender Vender piso vivienda Viviendas

¿Qué ocurre luego del divorcio? Después de este proceso, toca pensar en un nuevo lugar donde vivir, abandonar la casa familiar y buscar una nueva vivienda que se adapte a tus nuevas necesidades y presupuesto, sobre todo cuando se es una persona de la tercera edad.

Encontrar un nuevo lugar luego del divorcio

Al buscar una nueva vivienda luego del divorcio, hay muchos elementos que se deben tener en cuenta, como la situación económica y el patrimonio acumulado.

Anteriormente, separarse cuando se estaba en la tercera edad era mal visto y, por lo tanto, poco común. En la actualidad se ve más a menudo el divorcio en personas de esta edad, y aunque no es el grupo que más se divorcia, es uno cuya cifra se ha ido incrementando.

Según los datos obtenidos del INE, en el 2020 se divorciaron 7.592 personas de entre 60 y 69 años. Mientras que 2.075 mayores de 70 años, dando un total de 9.667 ciudadanos de edades avanzadas que se separaron de su cónyuge.

El sociólogo Mariano Urraco, indica que estas decisiones a edades tan avanzadas suceden porque en la actualidad las personas tienen más libertad para tomar sus propias decisiones, “a nivel social está mejor visto que la gente de 65 años se divorcie; antes era como un estigma”.

La mayor esperanza de vida y la jubilación activa tienen mucho que ver con esa idea de no resignarse ni quedar arrinconado.

A diferencia de las generaciones anteriores, que no se planteaban realizar un cambio de este tipo, en la actualidad, las personas de la tercera edad, tienen mayor independencia.

Es entonces cuando comienza un nuevo capítulo, el de buscar una nueva casa. “Aquellas personas que durante su vida en común adquirieron una vivienda son más proclives a volver a comprar que a alquilar, siempre y cuando su economía lo permita”, explica Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.

Segundas viviendas

Un caso frecuente es cuando las personas cuentan con una vivienda aparte de su residencia principal. Lo habitual es que la pareja de divorciados venda ambas propiedades para luego repartir la ganancia entre ambas partes. Este tipo de personas suelen volver a comprar una propiedad.

Estas nuevas viviendas suelen ser más pequeñas y de menor nivel. En la mayoría de los casos sin hipoteca.

Aunque la solicitud de financiamiento, no va a depender de la edad y el importe solicitado, ya que las entidades financieras establecen la edad máxima para tener una hipoteca en los 75 años.

Otro comportamiento usual, es el cambio de locación, que suele ser una más asequible. Si los excónyuges tienen economías más ajustadas y su patrimonio no es boyante, la situación es más delicada. En este caso, la salida es la venta de la casa familiar seguida de un doble alquiler.

Aunque dependerá de la ciudad, porque en capitales como Madrid, Barcelona o Palma puede ser prácticamente imposible. Por lo general, los divorciados de estas ciudades, optan por pisos compartidos con personas que estén en la misma situación.

Otra alternativa, es cuando los divorciados deciden trasladarse a la casa de algún familiar o recurrir a residencias o apartamentos municipales para mayores, en los que aportan un porcentaje de sus ingresos.

Vivienda colaborativa

Una alternativa que está ganado mayor popularidad en el país, son los senior cohousing. En la actualidad hay muchos proyectos de desarrollo en España.

Esta es una propuesta de vida colaborativa para personas de entre 44 y 70 años que buscan una solución para el envejecimiento activo y se está implementando en Huelva.

Se piensa que vivir en comunidad es ideal para aquellas personas mayores que se encuentran solas.

El proyecto nace de la propuesta de un grupo de personas que se han constituido en cooperativa para promover un complejo residencial y de servicios sociales, culturales y sanitarios, sin ánimo de lucro y autogestionado.

Cuenta con 44 viviendas y se espera que esté listo para el 2023. Hasta los momentos cuenta con una inversión de cuatro millones de euros.

En Jarama, Madrid, el cohousing Trabensol lleva en marcha 9 años. Este es el segundo que se implementó en España y ha sido todo un éxito.

“La máxima es la solidaridad y la ayuda mutua”, explica Jaime Moreno, de 84 años, uno de los socios fundadores de la cooperativa.

Sus 54 habitantes pagan entre 1.200 y 1.400 euros al mes para cubrir todo tipo de gastos: comidas, cocinero, baños terapéuticos, portería, limpieza, suministro. En caso de que uno de los socios fallezca, lo invertido se devuelve a los herederos (sin gastos mensuales).

Siendo esta la opción que cada día gana popularidad entre los divorciados de la tercera edad por ser una solución más económica y de mayor beneficio para combatir la soledad que llega luego de la finalización de un matrimonio.

¿Qué piensas de las residencias colaborativas? Cuéntanos tu opinión en la sección de comentarios. ¡Nos encanta leerte!

Puede que te interese leer:

agente inmobiliario
Alquilar
alquilar piso
Alquiler
alquileres
Barcelona
comprar
Comprar piso
comprar vivienda
Compraventa
consejos
contrato de alquiler
Decoración
decoración de interiores
diseño
Diseño de interior
España
Euríbor
Featured
Hipotecas
Hipotecas variables
Hoteles
Impuestos
Inquilinos
interiorismo
inversiones
Inversión inmobiliaria
inversores
invertir
Madrid
marketing inmobiliario
mercado hipotecario
mercado inmobiliario
Oficinas
Oi Real Estate
Oi Realtor
Propietarios
préstamo hipotecario
Sostenibilidad
Tendencias
Tendencias de decoración
vender
Vender piso
vivienda
Viviendas