Oi Real Estate te enseña la Casa 81 en un bosque de eucaliptus. El terreno está ubicado en un barrio privado llamado Las Prunas. Este es un pulmón verde en el sur de Mar del Plata, Argentina. La obra es del estudio de arquitectura TAM del arquitecto Guillermo Elgart. El objetivo principal del proyecto era conservar los árboles existentes con el fin de dejarlos intactos, adaptarse y disfrutarlos junto a la arquitectura. Por ende los trabajos previos fueron el levantamiento 3D de todos los eucaliptus para poder encontrar los huecos y diseñar entre ellos.
En este artículo encontrarás:
El diseño de la Casa 81 en un bosque de eucaliptus
El proyecto de los 172 metros cuadrados cubiertos se acotó según los límites reglamentarios. Y para el espacio edificado se utilizó el máximo perímetro permitido.
Hay dos recursos arquitectónicos principales en el diseño:
- La Casa 81 se desarrolla dentro de un cascarón de hormigón armado. Las líneas curvas de la envolvente tiene huecos que nos comunican con el bosque.
- El proyecto es un crecimiento ascendente de los espacios interiores y el exterior. Todos los ambientes están en diferentes niveles de altura.
El desarrollo en forma de espiral
La envolvente de la casa es un caparazón. El resultado estético es la concha de un caracol de hormigón. Dentro de este espacio tenemos la vida bajo techo. Y además los espacios al aire libre.
En el interior la organización de la casa crece en forma ascendente. Las pendientes, los escalones y las escaleras forman parte de los espacios. La casa alberga una sala de estar, un comedor, una cocina. En la zona de descanso hay un dormitorio en suite y dos dormitorios secundarios con un baño. En el interior vamos a tener en cuenta el nivel 0 del terreno hasta lo que llamamos metafóricamente el nivel de la copa de los árboles, siendo este el máximo en altura.
El diseño exterior ascendente de la Casa 81 en un bosque de eucaliptus
En el patio pasa lo mismo que en el interior. El jardín crece a través de una rampa. Esta va tomando forma entre medio de los eucaliptus dejándoles espacio para su vida en el bosque.
El camino ascendente del patio es un paseo que nos otorga el diseño. Este va creciendo en paralelo con el interior. Por consecuencia comienza en el nivel 0 y culmina en el nivel de la copa de los árboles. Como resultado del recorrido fuera y dentro de la vivienda encontramos un espacio común: La Terraza. Este sector es la culminación de los espacios. Al estar en altura se disfruta del bosque de estos eucaliptus perfumados. Tenemos las ramas a nuestro alcance. Y además gozamos que nuestro patio sea una casa en la copa de los árboles.
La morfología orgánica que acompaña al bosque
En primer lugar la casa se abre camino entre el paisaje por ello adopta una forma orgánica. Su morfología son curvas que van dejando paso al desarrollo de las raíces y los troncos. Es por ello que el diseño está lleno de huecos. Los vanos verticales realizados en las paredes del cascarón nos permiten conectarnos con el bosque circundante a través de marcos que delimitan la visual al exterior. Los huecos horizontales son vacíos en la losa. Estos agujeros en los pisos y techos permiten que se mantengan los árboles existes. También los envuelve la arquitectura hasta transformarlos en parte de ella. Como resultado estos orificios se encuentran en el exterior tanto como en el interior.
Vivir y caminar dentro del caparazón
La Casa 81 es un viaje de caminos y relaciones espaciales. Tanto los ambientes interiores como las rutas del patio se expanden verticalmente. Y finalmente rematan a la terraza del jardín como culminación del paseo y el dominio de la naturaleza. Al haber integración de ambientes vemos la multiplicidad de situaciones espaciales. Por ende la casa no tiene niveles definidos. En realidad estamos siempre en el mismo espacio continuo. Nunca podemos concluir si estamos en la planta baja o en el primer piso y etc. El caparazón ubicuo conecta todos los espacios y los organiza en su interior. Todo se mueve dentro del mismo. El interior y el exterior se mueven simultáneamente porque son la misma circulación. Los espacios están en los escalones y rampas para caminar en ellos.
La espacialidad interior de la Casa 81 en un bosque de eucaliptus
El interior es totalmente de madera. Los pisos, el techo y los muebles tienen el mismo color y textura. El amoblamiento va tomando la forma de la casa. Los escalones sirven de sofás, al tiempo que las alacenas continúan las curvas. Como resultado el movimiento espacial es intrínseco en la arquitectura.
En consecuencia el diseño nos invita a recorrer cada ambiente con colores. Mientras que el exterior está vestido de gris el interior tiene un color acogedor que cubre todo el espacio. Y así como la paleta de colores tiene definida una monocromía en el afuera también tiene otra distinta adentro.
¿Qué te pareció la idea de esta casa? ¿Harías un paseo así en tu casa? Si tienes algún comentario, nos encantaría leerte. Puedes escribirnos en la casilla debajo del post.
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