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Cuando llega el verano y con él las vacaciones, muchas personas aprovechan esos días para llevar adelante reformas en la vivienda. El principal motivo es la disponibilidad de tiempo libre para poder dedicarle a las obras que se desean realizar. Por otra parte, el clima acompaña este tipo de motivaciones. Construir una piscina en invierno muchas veces no es considerado ni tampoco lo más recomendado. Sin embargo, como verás en este post llevar adelante la instalación de una piscina durante la temporada invernal es muy conveniente. Como has leído, en invierno, más allá del frío y las fuertes heladas.  

En el siguiente artículo te detallamos las ventajas de por qué el invierno es la mejor estación para comenzar las obras para instalar tu piscina. Además, te brindamos algunos tips-consejos a tener en cuenta para que, cuando llegue el verano, todo esté en óptimas condiciones para disfrutarla sin complicaciones.

Ventajas de construir una piscina en invierno

Pensar en instalar una piscina en el hogar no solo demanda un gran presupuesto y un jardín donde ubicarla. Además de ello, un proyecto de tal magnitud implica llevar adelante una buena planificación del mismo. Muchas veces, en muchas familias, la decisión se toma en épocas primaverales o con el verano casi en la puerta o, incluso, en él.

Con las ganas de disfrutar de un buen chapuzón, las personas acuden a constructoras para que den comienzo a la obra lo más rápido posible, sin tener en cuenta diversos motivos. La instalación de una piscina no es algo sencillo ni un proyecto que pueda realizarse a las apuradas. Por el contrario, se trata de una obra que demanda de gran atención. Por ello, la mejor recomendación de los especialistas es llevarla adelante en épocas invernales.

En ese sentido, las ventajas de construir una piscina en invierno son variadas, como también las de su remodelación o rehabilitación. A continuación, te presentamos las que consideramos, desde Oi Real Estate, las más importantes:

Si decides construir una piscina en invierno, no deberás esperar para comenzar las obras de inmediato

Cuando el verano está próximo a llegar, muchas familias deciden instalar la alberca. Por tal motivo, la demanda de la mano de obra aumenta durante dicho período.

En consecuencia, suele suceder que muchas de las empresas constructoras no dispongan de tiempo para poder hacerse cargo de todos los proyectos, incluido el tuyo. Esto se debe al solo hecho de que están ocupándose y atendiendo otros. Por lo que, por lógica, deberás esperar a que los terminen.

En resumen, si elegís construir una piscina en invierno evitarás tener que esperar un turno y, por lo tanto, demoras en tenerla.

Construir una piscina en invierno es tenerla lista el verano siguiente

En este punto, es de gran importancia considerar que la instalación de una alberca demanda mucho tiempo. Todo va a estar relacionado al tipo de piscina que cada persona desea instalar. Por ejemplo, si es una de obra o de tipo prefabricada. Dependiendo de dicho detalle, el tiempo de construcción puede varias entre unas tres semanas como mínimo y un mes y medio.

Recuerda, además, que toda obra de este tipo también se encuentra condicionada al espacio y al clima que haya durante la construcción.  A su vez, otro motivo de retraso tiene que ver con la obtención de los permisos. Esto lo que hace es que termine incrementándose el tiempo que demanda la ejecución del proyecto.

Y, si esto fuera poco, además es preciso sumarle el tiempo necesario para llevar adelante la fumigación del hormigón, para que los materiales se estabilicen bien y así se asiente el terreno. Este paso es de gran importancia porque evitará que la piscina sufra grietas en un futuro. En este sentido, resulta casi seguro de que, en el caso de contratar la instalación en mayo o abril no logres disponer de la obra terminada al comenzar el verano.

Por lo tanto, la mejor y más recomendable opción es comenzar unos la obra con varios meses de antelación. Es decir, la mejor alternativa es construir una piscina en invierno.

Cuando finalice la obra dispondrás tiempo para adecuar el de jardín

Otra de las grandes ventajas de construir una piscina en invierno es que, al finalizar la obra de la misma, aún te quedará tiempo para poner en condiciones óptimas el jardín. De esta manera, podrás solar lo que resta del lugar que rodea a la alberca, plantar nuevo césped y plantas con un tiempo razonable para que crezcan.

En cambio, si el proyecto se lleva adelante durante la primavera, dejar a punto el patio resultará más difícil ya que el verano está cerca. Significa qué, disfrutarás de la piscina, pero no de las comodidades que puede ofrecer un jardín completamente adecuado.

Dispondrás tiempo para la resolución de posibles complicaciones

Construir una piscina en invierno tiene la gran ventaja de poder resolver, con un buen margen de antelación, problemas que puedan surgir luego de concluir la instalación. A falta de tiempo para la utilización de la alberca, tendrás tiempo de sobra para poder atender cualquier tipo de complicación. Ya sea con la obtención de los permisos correspondientes o con el mismo proyecto en sí. Este último punto tiene que ver con las particularidades de cada terreno, del suelo, la tierra, las filtraciones, etc.

También, puede resultar que no quedes conforme con la construcción e instalación en su totalidad y dispongas a la empresa que realice algunas modificaciones. En este sentido, dispondrás de tiempo razonable para reconstruir y solucionar los problemas que hayan modificado el proyecto que te presentaron al principio. Ahora, en invierno, es el momento perfecto para emprender el proyecto de construir una piscina.

Ante la baja demanda, tendrás atención más especializada si elijes construir una piscina en invierno

Esta ventaja está íntimamente relacionada a la anterior. En cuanto menos solicitud de obras de piscinas hayan, las empresas encargadas de realizarlas buscan aumentar su cartera de clientes. Por lo tanto, perfeccionan su atención y su precio, es decir, la realizan de una manera mucho más personalizada y con más ofertas. Además, de la atención, al tener menos tareas, los obreros están más dispuestos a centrarse de mejor manera en tu proyecto y los resultados que obtendrás serán mucho mejor. Es decir, construir una piscina en invierno te permitirá obtener una obra en menor tiempo y de mayor calidad. No solo por la demanda en las temporadas de calor, sino que las obras que se llevan adelante en dichos periodos se dificultan aún más debido a la humedad del clima.

Consejos para construir una piscina en invierno (o en cualquier estación)

Al llegar el verano, muchos desean y disfrutan de tomar un buen baño como alternativa para combatir el calor. Y una de las mejores opciones es tener una pileta en el patio de casa.

Por lo tanto, una gran recomendación es evitar que lleguen los días de calor y la alberca o el patio aun estén en proceso de finalización. Para que eso no suceda, te hemos enumerada una serie de ventajas que ofrece construir una piscina en invierno. En este apartado, queremos continuar brindándote la mejor información para que puedas disfrutar de un proyecto como este de la mejor manera y con la menor cantidad de complicaciones.

Recuerda que, para instalar una piscina además de contar con el dinero necesario y un espacio donde ubicarla, debes considerar diferentes factores. Esto se debe a que, si se construye una alberca de manera apresurada y sin la planificación adecuada, surgirán problemas. Por eso, para asegurarte de que llevarás adelante una construcción que justifique una inversión como esta, desde Oi Real Estate te brindamos una serie de consejos que te ayudarán a instalar tu futura piscina de manera correcta.

si decides construir una piscina en invierno

Profesionales al mando

En primer lugar, es de vital importancia contar con un equipo de profesionales en la materia. Es necesario recurrir a personas especializadas en piscinas para que puedan llevar delante correctamente todas las medidas de seguridad necesarias. Los profesionales brindan mayores garantías al momento de la instalación, así como una vez finalizada la obra. En caso de tener que reparar o simplemente para mantener todo en orden, acudir a ellos resolverá las cosas mucho más rápido.

Lugar y orientación de la piscina

Los expertos en materia de piscinas recomiendan que las mismas deben estar orientadas hacia el oeste o hacia el sur. Es decir, ubicarlas en las partes más soleadas del jardín, en tanto esto resulte posible. Esto permitirá la mayor cantidad de horas al sol y, en consecuencia, un mayor tiempo de disfrute en el agua.

Si el jardín es amplio, instalarla lejos de él

En este punto, si tienes la posibilidad de elegir el lugar en el cual ubicar la piscina, lo que se recomienda es, en lo posible, lo más alejada del jardín. Este consejo lo que busca es evitar que el viento logre arrastrar las hojas secas, la tierra y basura del suelo al interior de la alberca.

Asegurar la firmeza del terreno

Al momento de decidir construir una piscina en invierno, o en cualquier estación, es fundamental conocer el suelo. Es decir, el terreno. Este debe ser firme y se deben evitar lugares llenos de rocas y con demasiada humedad. Por este motivo, la importancia del primer consejo, acudir a profesionales en la materia. Estudiar la parcela a conciencia y analizar el terreno en profundidad evitará muchos inconvenientes a futuro. Por lo tanto, disfrutarás de tu piscina mucho antes y sin complicaciones. A su vez, en relación al terreno, un consejo esencial es no realizar la instalación cerca de grandes árboles o en crecimiento. Es decir, que desarrollen raíces con de gran profundidad, ya que las mismas pueden llegar a levantar el suelo y el terreno y en consecuencia romper o estropear la pileta.

Dimensiones y profundidad de la piscina

Este consejo es ejecutable en tanto sea posible elegir las medidas de la piscina. Las dimensiones de la misma serán elegidas en función de varios factores: presupuesto, espacio, gustos, grupo familiar, etc. No obstante, las medidas que recomiendan los especialistas varían entre los 6×3 y los 15×8 metros. Insistimos, todo dependerá de las posibilidades y de los gustos. Respecto a la profundidad, lo más recomendado es que la misma no supere los 2 metros. Sobre todo, en los casos en los cuales haya niños pequeños que van a hacer uso de la piscina. Esta es una buena forma de brindarles mayor seguridad.

Si tienes niños, cierra la piscina

Por último, y no menos importante, si de la piscina van a disfrutar menores que solo puedan estar en ella supervisados de un mayor, la mejor recomendación es cerrar con rejas todo el perímetro de la construcción. De esta manera, si los niños corren por el resto del jardín no podrán ingresar a la zona de piscina a menos que sea con una persona adulta.

Si deseas continuar leyendo todo lo relacionado a las instalación de piscinas te recomendamos la siguiente nota:

Estos son nuestros principales consejos y recomendación para construir una piscina en invierno y, así, poder disfrutarla ni bien arrancan las altas temperaturas. Si te has quedado con alguna duda, puedes dejarnos tu comentario al final del artículo. ¡Te responderemos a la brevedad!

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Las piscinas naturales utilizan sistemas de depuración a base de plantas. Cómo funcionan, por qué son buenas para el medio ambiente y cómo logran mantenerse en buenas condiciones sin necesidad del uso de cloro.

Abandonar la piscina con olor a cloro e irritación en los ojos o la piel suele ser una desventaja importante para aquellos que disfrutan de darse un placentero chapuzón en verano. 

Frente a esto, hay quienes eligen instalar duchas en el área de baño. Incluso existen duchas solares que funcionan a base de energía fotovoltaica, que son cada vez más elegidas por sus variados beneficios. 

Sin embargo, aunque menos populares, también existen piscinas naturales. Estas no necesitan mantenimiento con químicos sino que se valen de un sistema de depuración a base de plantas

Todas las formas son posibles: están desde aquellas que imitan lagos reales, con pendientes suaves y rodeadas de vegetación, y otras con formas tradicionales, en las que solo se modifica el funcionamiento. 

Qué son y cómo funcionan las piscinas naturales

También conocidas como biopiscinas o piscinas naturalizadas, las piscinas naturales son aquellas que utilizan sistemas de depuración biológicos en lugar de químicos para mantener el agua en buenas condiciones.

Imitando a la naturaleza, este tipo de construcción garantiza un correcto equilibrio a partir de la interacción de organismos microscópicos, pequeños animales acuáticos y una variada flora acuática autóctona.

Este equilibrio imposibilita el desarrollo de microorganismos indeseados, como algas y larvas de mosquito, y da como resultado un agua clara y saludable. 

En su mecanismo de limpieza, las piscinas naturales usan un sistema denominado fitodepuración. En este intervienen dos elementos:

  • Plantas acuáticas: captan buena parte de los nutrientes del agua, lo que evita que se alimenten las microalgas. A la vez, oxigenan el agua y descomponen los elementos orgánicos presentes.
  • Piedras, arenas, gravas: filtran el agua y retienen partículas sólidas que pueden servir de nutrientes para las microalgas. También ofician de sostén para las plantas acuáticas.

La zona de depuración suele estar separada de la de baño por paredes internas sumergidas. Para optimizar el proceso, ambas pueden conectarse por medio de una bomba hidráulica que lleve el agua de un sitio al otro.

Si bien son utilizadas en muchas viviendas particulares, las piscinas naturales han llegado incluso a exclusivos hoteles, especialmente en el centro de Europa, donde están activas desde la década del 80. 

El origen de las piscinas naturales

Bajo el nombre de Schwimmteich, el surgimiento de las piscinas naturales tuvo lugar en Austria a principios de 1980.

La primera fue construida en su jardín particular por DI Werner Gamerith, un ingeniero que estudió la gestión del agua en la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida en Viena, aunque nunca ejerció la profesión.

Algunas de las primeras empresas que utilizaron y desarrollaron esta idea de modo comercial fueron Biotop Landschaftsgestaltung y BioNova. De hecho, en 1991, esta última construyó la primera de uso público en Alemania. 

Así, el mercado de las piscinas naturales fue expandiéndose por Suiza, Reino Unido, Francia, Italia, España, Bélgica, Holanda, Hungría y la República Checa. En noviembre de 2005, el paisajista inglés Michael Littlewood escribió el primer libro de gran difusión en inglés sobre esta temática. 

Hoy en día, se estima que hay cerca de 20.000 piscinas privadas de este tipo en el continente y unas 250 de carácter público. Todas ellas debieron pasar por estrictos controles sanitarios antes de ser declaradas seguras en términos de higiene y salud. 

¿Cómo es el proceso de construcción?

A grandes rasgos, la construcción de piscinas naturales se compone de los siguientes pasos.

  • Excavación del terreno y perfilado del suelo.
  • Eliminación de cuerpos extraños como piedras o raíces.
  • Cobertura de la base del foso con arena o un material similar. 
  • Instalación de una capa protectora de raíces o perforaciones.
  • Instalación de la capa impermeabilizante.
  • Sistema de bomba de impulsión y filtro.
  • Cualquier trabajo de hormigón en las zonas más húmedas. Por ejemplo, bases de pasarelas o escaleras.
  • Primer llenado con agua.
  • Ejecución de las orillas y plantación de vegetación en las zonas de filtrado.
  • Posible instalación de plataformas.

Las claves de su mantenimiento

Piscina natural en Baladrar por Leif Design

Si bien de acuerdo a su diseño cada piscina presenta diversas particularidades, en líneas generales las tareas principales de mantenimiento se dividen en dos: gestionar la materia orgánica e inorgánica y hacer un seguimiento de la evolución bioquímica del agua.

Los lodos y las algas se deben ir retirando a medida que se van formando. Fuera de la temporada de baño, sin embargo, no es necesario ser tan estrictos. Si la generación de ambos es muy elevada, en tanto, deben investigarse las causas para frenar su producción. 

Por otro lado, las plantas superiores suelen podarse una o dos veces en diferentes momentos del año

Vale recordar que cada piscina es distinta e incluso un mismo sistema puede variar su funcionamiento de acuerdo al momento del año, ya que las circunstancias externas van modificándose, al igual que el propio ecosistema.  

En este sentido, es importante que los propietarios sean observadores y se mantengan atentos a las diversas manifestaciones que puedan ocurrir en sus piscinas.

Ventajas de las piscinas naturales

Entre las ventajas más populares de las piscinas naturales podemos enumerar las siguientes:

  • No llevan cloro, químico que suele generar irritación en ojos y estropear el cabello.
  • Las plantas purificadoras se mantienen en buen estado a lo largo de todo el año. 
  • La calidad del agua se asemeja a la de un lago, un río u otro espejo de agua similar.
  • Se integran a la perfección en jardines.
  • Necesita un menor trabajo de mantenimiento que las piscinas tradicionales.  
  • Al no necesitar de productos químicos, propicia el ahorro de dinero.
  • Se pueden incluir peces y otros animales acuáticos, que pueden oficiar como depredadores naturales de mosquitos y otros insectos indeseados.
  • No se vacía todos los años, lo que supone una mayor comodidad y un mayor ahorro de agua

Desventajas de las piscinas naturales

Lógicamente, las piscinas naturales también traen aparejadas algunas desventajas. Entre ellas, encontramos:

  • Suelen necesitar más espacio para acoger el filtro biológico.
  • El agua no es cristalina desde el primer momento. Es necesario aguardar unos días hasta que el ecosistema empiece a hacer su trabajo.
  • Se deben retirar las hojas muertas y controlar que las plantas no enfermen.

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