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El cuidado del medio ambiente se hace cada vez más fuerte en el ámbito de la construcción. Conoce cómo está hecha la pintura ecológica y cuáles son sus principales beneficios.

¿Alguna vez te has puesto a pensar cómo son fabricados los hermosos tintes que recubren las paredes de tu hogar? La preocupación por preservar el planeta está llegando a cada vez más ámbitos, de allí que la pintura ecológica tenga cada vez mayor lugar en el mercado. 

Las góndolas ya cuentan con fórmulas pensadas específicamente para no dañar el medio ambiente. Además, estos productos están diseñados para ser sostenibles tanto durante su proceso de producción como en su posterior uso y vida útil.

De este modo, la pintura ecológica se elabora prescindiendo del petróleo, un compuesto muy común en este tipo de producto, que resulta tóxico durante la aplicación y altamente contaminante en su desecho. 

Además, las pinturas tradicionales son sintéticas y suelen incluir en su composición metales pesados como mercurio, plomo y cadmio, acetona, entre otros materiales que se liberan en un periodo de tiempo de hasta 5 años después de su aplicación.

¿Qué es una pintura ecológica?

Se conoce como pintura ecológica o sostenible a aquella compuesta en mayor medida por materias primas de origen natural, como resinas, aceites, ceras o almidones. 

Para entender este cambio, es útil reconocer dos elementos que forman parte del proceso de fabricación de una pintura:

  • Aglutinantes: en la pintura ecológica son de origen vegetal, mientras que en la convencional están formulados a base de resinas sintéticas.
  • Aditivos y disolventes: estos dos componentes suelen emitir compuestos orgánicos volátiles (COV) y semi-volátiles (COSV). Una pintura ecológica dispone de bajos niveles de los segundos, lo que mejora el aire que se respira en las estancias donde se utiliza. 

Ventajas de la pintura ecológica

Algunos de los beneficios principales que presentan estos productos ideales para volver tu vivienda más sostenible son:

  • Ayudan a impedir reacciones alérgicas, asma, irritación cutánea y otras patologías al mejorar el aire que se respira en donde son utilizados. 
  • Son más seguros para las personas que los aplican, en especial para los profesionales, que están expuestos a su uso durante muchas horas.
  • Su capacidad reguladora de la humedad permite evitar condensaciones, mohos, grietas y otras patologías.
  • Son recomendados para espacios que serán utilizados por mujeres en estado de gestación o niños. 
  • Son ignífugos y, en caso de incendios, no desprenden gases nocivos. 
  • Se mantienen en muy buen estado por más tiempo que las pinturas convencionales.

¿Qué hay que saber antes de comprar una pintura ecológica?

Antes de comprar una pintura ecológica para interior o exterior, es importante conocer el significado de las etiquetas. 

No es lo mismo una marca promocionada con el sello Ecolabel, que indica que el producto tiene un impacto ambiental reducido, que una realmente sostenible, la cual debe estar además libre de toxinas y cumplir con ciertas pautas de fabricación. 

Las opciones verdaderamente amigables con el medio ambiente son de origen vegetal o mineral y suelen tener algunas características comunes. Entre ellas se encuentran: 

  • Son biodegradables.
  • Su olor es agradable.
  • Son aptas para personas con sensibilidad a los productos químicos, alergias, intolerancias y fatiga crónica.
  • Contribuyen a un buen aislamiento térmico.
  • Ayudan a regular la humedad de las habitaciones.
  • Son antiestáticas, por lo que no atraen ni retienen polvo en la superficie.

Además, para ser realmente ecológica, una pintura debe cumplir otros requisitos. Entre ellos se encuentran:

  • Producción sostenible y responsable: implica que los procesos de fabricación tengan el menor impacto posible sobre el medio ambiente. En esta instancia se tienen en cuenta el uso de la energía y la generación de residuos. 
  • Uso de embalajes y envases reciclables: la sostenibilidad es importante durante toda la cadena de producción, no solo la pintura debe ser amigable con el medio ambiente.

Pintura ecológica: ¿qué tipos hay?

Hoy en día, los tipos de pintura ecológica más populares disponibles en el mercado son cuatro. De cal, de plantas, de arcilla y de silicato. Veamos en detalle cuáles son los aspectos más importantes de cada una. 

Pinturas de cal

Como su nombre lo indica, su componente principal es la cal aérea. Esta proviene de la descomposición de las rocas calizas y se utiliza junto con agua, que actúa como disolvente. 

De acuerdo a cada fabricante, el resto de los ingredientes varía entre resinas naturales, polvo de mármol y otros aditivos.

Una característica atractiva de esta opción es su capacidad fungicida y antiséptica. Gracias a su alcalinidad, impide la formación de algas y hongos, evitando que en su superficie se asienten esporas de moho, líquenes, bacterias, entre otros microorganismos indeseados. 

Por otro lado, la cal penetra en la porosidad del material sobre el que se asienta, generando una superficie impermeable que evita las filtraciones de agua hacia el interior. Esto es útil ante inclemencias del tiempo y también hace que sea realmente sencilla su limpieza.

Pintura de arcilla

El componente principal de este tipo de pintura vegetal es la arcilla de distintos colores y es utilizada tanto para enlucido de muros como para aplicar sobre las capas anteriores.

Esta opción es muy decorativa, ya que ofrece tantas tonalidades como tierras hay en nuestra geografía. Además, su aplicación es sencilla y aporta una muy buena cobertura.

Como punto en contra, se trata de un pigmento más delicado que el anterior y no soporta de igual manera el agua. A partir de esto, es mayormente recomendado para su uso en interiores. 

Pintura de silicato

La pintura de silicato suele provenir de la fundición de vidrio reciclado. Esta se adhiere fácilmente mediante una reacción química insoluble conocida con el nombre de petrificación o silicificación. 

Esta petrificación le confiere una extraordinaria durabilidad y resistencia a los rayos UV, por lo que es ampliamente recomendada para dar cobertura a los muros exteriores. 

Además, se trata de una opción que ofrece una gran permeabilidad al vapor de agua y proporciona una protección natural para evitar la propagación de microorganismos como líquenes, moho o algas.

Vale aclarar que, al no formar una película superficial sobre el soporte, este solo puede ser de origen mineral y su aplicación es muy diferente al del resto de pinturas, por lo que se requiere de profesionales especializados para su aplicación. 

A pesar de que su precio es algo elevado, su durabilidad es realmente alta. Esto ha quedado demostrado en Alemania, su país de origen, donde algunas construcciones realizadas a finales del siglo XIX siguen en condiciones. 

Con el avance tecnológico, sin embargo, se han creado también las llamadas pinturas de sol-silicato que, gracias a la combinación de dos ligantes naturales, permiten una aplicación más sencilla y en soportes de otros materiales. 

Pintura vegetal

Tal como su denominación lo indica, la pintura vegetal se obtiene como resultado del procesamiento de raíces, almidón de patata, hojas, cortezas de árboles, aceites, ceras, entre otros tipos de materia de origen orgánico y mineral.

Combinados con otros elementos como agua, tierra o talco, su utilización está indicada principalmente para interior. De todas formas, se ha avanzado mucho en su fabricación y ya hay productores que ofrecen opciones para exterior.

Si bien el uso de pintura ecológica suele reducirse actualmente a espacios educativos y de infancia, va ganando cada vez más popularidad en línea con la conciencia acerca del cuidado del medio ambiente que crece a nivel mundial. 

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