El liderazgo empresarial se ha trasladado desde la imposición de la autoridad hacia la motivación de los trabajadores. Y esto es gracias a los últimos estudios publicados por la psicología laboral y al nacimiento del coaching motivacional. Si quieres saber más al respecto, ¡sigue leyendo! En este artículo te daremos todos los tips para que puedas ejercer un liderazgo positivo.
Liderar es dirigir a un grupo de personas. Y aunque su definición parezca sencilla, su aplicación es un tanto más compleja. Históricamente, las empresas se han organizado en estructuras jerárquicas verticales donde las autoridades eran las únicas capaces de tomar decisiones y el rol de los trabajadores se subordinaba a la aceptación y ejecución de las órdenes dictadas por sus superiores.
Pero esta técnica ya ha quedado obsoleta y cada día se demuestra que carece de efectividad. ¿Por qué? Porque un empleado subordinado no puede estar comprometido con los valores de la empresa y mucho menos con sus objetivos.
Los trabajadores que se sienten valorados, son más productivos
Los últimos estudios en materia de psicología laboral demuestran que aquellos trabajadores que se sienten valorados son más productivos y proactivos que aquellos que trabajan solo por obligación. Además, otorgarles cierto lugar en la toma de decisiones de la empresa contribuye a que se sientan escuchados. Y gracias a ello, los trabajadores terminan comprometiéndose con los objetivos grupales tanto o más que con los individuales.
Entonces, probablemente te estés preguntando cómo es posible lograr la motivación y el compromiso de los trabajadores. Continúa leyendo porque en este post te brindaremos todas las herramientas para ejercer un liderazgo positivo y mejorar la productividad en tu compañía.
¿Se nace líder o se llega a serlo?
En primer lugar, cuando se habla de liderazgo, suele pensarse que consiste en una capacidad innata que solo unos pocos poseen. Esto es medianamente cierto, en el sentido de que algunas personas desarrollan naturalmente aptitudes de liderazgo. Pero también se puede alcanzar este objetivo a través de formaciones, estudios, prácticas y un fuerte deseo de autosuperación.
De hecho, en los últimos años ha ido ganando terreno una nueva disciplina que contribuye en ayudar a las personas a alcanzar su máximo rendimiento y explotar su potencial. Hablamos del coaching empresarial, una técnica que puede aprender cualquier persona y que sin duda lo dotará de habilidades de liderazgo.
El coaching empresarial incluye un conjunto de técnicas enfocadas en el equipo humano de la empresa. Su objetivo es lograr la eficiencia del trabajo en equipo a través de la motivación y el aumento de la seguridad profesional de cada uno de los trabajadores. Al respecto, Steffen Hübner, un referente del coaching empresarial, sostiene que esta disciplina no es una consultoría ni una terapia, sino que es un entrenamiento para los negocios.
Ahora bien, existen ciertas aptitudes que toda persona en posición de liderazgo debe, como mínimo, desarrollar. Veamos cuáles son.
Competencias para el liderazgo empresarial
En cualquier estrategia empresarial, el líder deberá establecer prioridades, analizar los resultados, medir la eficacia de la estrategia planteada y coordinar al personal para asegurarse de que cada uno cumpla su parte del trabajo. Esta última es quizás la tarea más compleja, porque cuando los equipos son grandes, coexisten personalidades diversas y el líder habrá de adaptarse al carácter de cada uno para poder comunicarse de manera efectiva.
Es por todo esto que existen algunas competencias con las que deberán contar todas aquellas personas que posean un puesto de liderazgo. Podríamos resumirlas de la siguiente manera.
Competencias personales y sociales
Puede ser innata o adquirida, pero lo cierto es que, para liderar equipos, debes contar con cierta inteligencia emocional. En primer lugar, porque el mercado inmobiliario es sumamente competitivo y ello trae asociado cierto grado de presión y de estrés. Por lo tanto, la capacidad de conservar la calma y el equilibrio en las adversidades es una cualidad que todo líder debería tener.
Pero, además, en esta posición deberán resolverse situaciones complejas relacionadas con el carácter y la actitud de otras personas del equipo. Y ello también requiere de paciencia y de un buen nivel de percepción y de análisis de los acontecimientos.
En definitiva, las aptitudes que todo líder deberá desarrollar son: la ética, la paciencia, la valentía, la convicción y la consideración.
Competencias técnicas
Si bien las habilidades interpersonales son estrictamente necesarias para ejercer el liderazgo, si no se cuenta con otras competencias técnicas, el negocio no prosperará. Es por ello que todo líder deberá desarrollar también otros conocimientos que apuntan a la motivación, la ejecución y la capacidad para tomar decisiones e interpretar resultados.
Por todo esto, será importante que un líder conozca a la perfección el área donde se desempeña, pero deberá sumarle conocimientos generales de marketing, publicidad, finanzas y, por supuesto, de psicología laboral.
En primera instancia, cualquier persona que posea estas cualidades y conocimientos estaría en condiciones de ejercer un liderazgo positivo sobre su equipo de trabajo. Ahora bien, probablemente sepas que no hay una sola manera de liderar. Por eso, te proponemos conocer los distintos tipos de liderazgo.
Tipos de liderazgo empresarial
De modo general, existen tantos tipos de liderazgo como personas en el mundo. Pues cada uno ejercerá su labor adaptándose a sus conocimientos y aptitudes. Sin embargo, todas ellas pueden clasificarse de forma orientativa en los siguientes grupos: democrático, autocrático, transformacional y transaccional.
Liderazgo democrático
Como su nombre lo indica, un líder democrático se interesará por conocer la opinión de todos sus trabajadores antes de tomar una decisión. Si bien será él quien decidirá en última instancia, amplía su visión de las circunstancias a través de la mirada de los otros y gracias a ello llega a conclusiones más diversas. Este tipo de liderazgo es positivo porque logra que los trabajadores se sientan parte de la empresa.
Liderazgo autocrático
Este término es absolutamente opuesto al anterior. Pues en un liderazgo autocrático el jefe ostenta y demuestra su poder sin que nadie pueda cuestionar sus decisiones. La comunicación en estos casos es unidireccional y, como te decíamos antes, este tipo de relación laboral suele generar estrés y baja autoestima. Es por eso que cada vez es menos frecuente encontrarse con este tipo de liderazgo.
Liderazgo transaccional
Aquí se parte de la base de que el dinero compensa el esfuerzo. Pues este tipo de liderazgo suele existir en las empresas donde se trabaja por objetivos de ventas, siendo el mercado inmobiliario uno de los ejemplos más figurativos. Es muy sencillo: si vendes más, ganas más. Y esta forma de motivación es efectiva tanto para los trabajadores como para los jefes, pues es así como se aseguran el cumplimiento de las metas comerciales.
Liderazgo transformacional
El líder transformacional pone en el foco en el desarrollo de la creatividad de todos sus trabajadores y en su participación en la toma de decisiones. Considera que es esta la única manera posible de obtener el compromiso de todos sus empleados para el cumplimiento de los objetivos.
En definitiva, puedes ejercer cualquier tipo de liderazgo siempre que sea positivo y que se traduzca en buenos resultados a nivel comercial y en la creación de un ambiente de trabajo saludable y armonioso.
Recuerda: ser líder y ser jefe no es lo mismo
La figura del jefe es autocrática, refiere a una persona que ostenta su poder y que obliga a los trabajadores a subordinarse a sus directrices sin poder participar de la toma de decisiones. Este ejercicio genera estrés, inseguridad y falta de motivación en los trabajadores.
Ser líder significa descubrir las cualidades de cada miembro de tu equipo y trabajar para fomentarlas y obtener de ellos el mejor rendimiento posible. El líder siempre intenta que el trabajador se sienta cómodo y satisfecho con su desempeño laboral, aunque también es dueño de un carácter firme y sabe corregir los errores para mejorar.
Liderar, hoy por hoy, es un arte. Por eso, esperamos haber contribuido para que tu negocio siga creciendo de la mano de la superación individual de cada uno de los trabajadores de tu equipo.
