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La Pedrera

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Barcelona siempre es una ciudad que merece la pena visitar y recorrer. Si es la primera vez que la visitas déjate seducir por las propuestas que hoy te ofrecemos, porque esta ruta no aparece en las guías tradicionales de viajes.

Arquitectura modernista única

La Pedrera

Si bien se característica Barcelona es por los numerosos edificios modernistas que nos ha dejado Antoni Gaudí. Teletransportarte a la época dorada de la ciudad condal paseando por Passeig de Gracia, recuerda mirar hacia arriba para deleitarte y ver los edificios modernistas. El más famoso es La Pedrera (Casa Milà). La Pedrera es uno de los edificios imprescindibles que hay que ver en Barcelona.

La Catedral

Visita la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona. Construida en los siglos XIII y XV. Es de estilo románico, donde alberga mucha historia. Una vez finalizada la visita, lo mejor es perderse por las calles y plazas del barrio del Born y del Gótico, seguro que encuentras rincones fascinantes.

Museo Picasso

En el barrio de Born no te puedes perder el Museo Picasso, donde se encuentran de forma permanente 4,251 obras del artista, Pablo Picasso. El museo abarca la mayor colección de sus obras del mundo, este museo fue creado por voluntad propia del artista. Alberga cinco grandes palacios de estilo Gótico.

La Sagrada Familia

Una parada obligatoria que hacer en Barcelona es visitar la Sagrada Familia y calcular el tiempo que queda para que quede terminada. La iglesia es también diseñada por Antoni Gaudí, como La Pedrera, y es considerada uno de los monumentos más visitados de España. Se dice, que cuando finalice será la iglesia más alta del mundo. Por eso y por su arte arquitectónico, vale la pena visitarla.

El Palacio de la Música Catalana

Es otro lugar imprescindible qué ver en Barcelona. El Palacio de la Música Catalana es un auditorio musical caracterizado por sus grandes vitrinas de cristal coloridas y sus esculturas de relieves. La construcción se finalizó en el año 1908. El Palacio de la Música Catalana representa el modernismo catalán. Tiene una acústica extraordinaria, por eso numerosos artistas han actuado en el Palacio. Sin duda merece la pena visitarlo.

Lugares para descansar

La ciudad condal tiene numerosos parques y plazas para relajarse. Los sitios más famosos son la Plaza del Sol (situado en el barrio de Gracia), la Plaza Real (en el barrio Gótico). Además, una de las numerosas actividades que hacer en Barcelona es pasear por La Ramblas del Raval y tocar los bigotes del icónico Gato de Fernando Botero, hacer un picnic en el parque de la Ciutadella y pasear por sus jardines hasta encontrar la entrada del Zoológico. Y si lo tuyo es la playa, puedes recorrer patinando (o a pie) el Paseo Marítimo de la Barceloneta hasta el Fórum. La playa de la Mar Bella también es una buena opción para tomar algo en uno de los chiringuitos y disfrutar del sol y de la tranquilidad. Los sitios más destacados para disfrutar de un buen paisaje son:

Montaña de Montjuic

Barcelona cuenta con muchos sitios diferentes para tener unas vistas espectaculares de la ciudad. Uno de ellos es subir la montaña de Montjuic. En este lugar abarca muchas actividades: la fuente mágica, el castillo, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el Anillo Olímpico, el jardín botánico… y muchos más!

Park Güell

En el lado superior del barrio de Gracia se encuentra el Park Güell, donde se vuelva a reflejar el espíritu modernista de Gaudí: formas onduladas, juegos geométricos, y mosaicos de colores. Tiene una extensión de 17 hectáreas. Este parque es considerado uno de los sitios imprescindibles que hay que ver en Barcelona. 

Tibidabo

Una de las muchas actividades en Barcelona, es visitar el Tibidabo. El Tibidabo es el pico más alto de Collserola, está situado a 512 metros sobre el nivel del mar. Desde allí podrás tener una vista panorámica de toda la ciudad. Allí se encuentra un parque de atracciones, famoso por ser el parque de atracciones más antiguo de España y el tercero en Europa. También se encuentra la Torre de Collserola, la iglesia Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús y el pabellón de Ràdio Barcelona.

Gastronomía de Barcelona

Bares de la Barceloneta

La Barceloneta es uno de los sitios más típicos para visitar y comer tapas en Barcelona, ya que es una zona donde se puede encontrar los mejores lugares para comer pescado acompañado de una caña o vermut. Así que, te recomendamos degustar tapas en uno de los bares de la Barceloneta (Jai-Ca, Can Mano u otros) y después disfrutar de una exquisita paella en el Can Ros. Otras actividades en Barcelona es escuchar flamenco en vivo, bailar y beber un vaso de vermut un sábado por la tarde por ejemplo en el Bar Leo (también en Barceloneta).

Comida catalana

La cultura española y catalana se caracteriza por ser deliciosa por sus numerosas tapas de la gastronomía mediterránea. Así que, te recomendamos probar la típica cocina catalana: esqueixada, escalivada, calçots amb romesco, botifarra de pagès, pa amb tomàquet, mel i mató, panellets, escudella, suquet… Te recomendamos comer en el restaurante Poble Nou Kuletos, sitio ideal para después de la playa. Pero si prefieres ir a restaurantes que te hagan viajar por el mundo, Barcelona está llena de opciones.

Bar histórico: 4 gats

Tomar algo en el famoso 4 gats, inaugurado en 1897 fue el local de referencia del modernismo catalán. Tertulias, cenas y reuniones sobre arte y cultura eran el día a día de este local, frecuentado entre otros por genios como Gaudí o Picasso.

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Barcelona es la cuna del modernismo, y acá te contaremos de algunos de los edificios modernistas más bonitos en la ciudad. Este movimiento ecléctico surge a finales del siglo XIX y atraviesa toda Europa. Nace con la intención de crear un arte nuevo, libre y moderno suponiendo una ruptura con todo lo anterior. Y sus máximos exponentes son: Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí.

El Modernismo en Barcelona termina siendo una corriente cultural que se manifiesta en las artes y el pensamiento, y que alcanza su plenitud en la arquitectura. La ciudad condal cuenta con 116 edificios que sobreviven de pie. Es una explosión de color, de exuberancia decorativa, de líneas ondulantes y sinuosas y de recuperación de todas las artes aplicadas a una arquitectura original e innovadora: escultura, pintura, cerámica, entre otros.

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Palau de la Música

Obra cumbre de Domènech i Montaner. Fue encargada en 1904 y su construcción inició en 1905 y duró tres años. Fue inaugurado en 1908, con un breve concierto en el que se interpretaron piezas de Clavé y Händel. Su fachada es sorprendente, con revestimiento cerámico y en la esquina posee un grupo escultórico de Miquel Bray. Dos jóvenes y dos ancianos abrazan a una ninfa, mientras que Sant Jordi los protege con la bandera catalana ondeando al viento.

En el interior hay un vestíbulo recargado, con bóvedas revestidas de azulejos y una escalera doble con balaustres de vidrio dorado. Tiene una sala de conciertos con esculturas, mosaicos y elementos decorativos que juegan con la luz y el color. Uno de los puntos focales de su arquitectura es su bella claraboya de vidrio coloreado en forma de campana invertida y pesa una tonelada. 

El escenario está rodeado de esculturas labradas por los artistas Dídac Massana y Pau Gargallo. Un busto de Josep Anselm Clavé, una alegoría de flores de mayo y un busto de Beethoven. Sobre la parte superior están las valquirias de Wagner. Además, en el fondo tiene un órgano alemán restaurado en el 2004. El hemiciclo, el salón central, tiene otras 18 esculturas. Una balconada y una columna de estilo egipcio terminan por decorar una de las salas musicales más importantes del país. 

Es considerado como un ejemplo del Modernismo catalán. De hecho, tiene el título de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y hoy en día, es un emblema y una de las mejores obras del modernismo de Barcelona.

Los edificios modernistas más bonitos de Barcelona

Casa Batlló

Una de los edificios modernistas más bonitos de Barcelona es obra del arquitecto Antoni Gaudí. La Casa Batlló fue reformada por el arquitecto en 1904 por encargo de Josep Batlló. Era un edificio que databa de 1870 y Gaudí reformó toda la casa. Añadió un quinto piso, construyó sótanos, agrandó el vestíbulo, rehizo los muros interiores y la escalera, además, hizo que todas las habitaciones fueran curvas.

Su característica fachada combina la piedra de las plantas baja y noble con el revestimiento de mosaico de las plantas superiores. Tiene un tejado escamoso con la forma de un reptil, que cuenta dos historias sobre su construcción. Por un lado, se dice que significaba la leyenda de Sant Jordi y la victoria sobre el dragón. Y por otro lado, definen la fachada como una alegoría de la fiesta del carnaval.

Tiene un patio de luces, recubierto con un revestimiento de cerámica azul que se va oscureciendo y pasando del gris perla al azul cobalto a medida que asciende hacia la claraboya. Los balcones y las ventanas son más grandes en los pisos inferiores y se van haciendo más pequeños a medida que se asciende. La escalera que sube al piso principal se retuerce y el muro simula las paredes de una cueva erosionada por el agua.

El piso principal está muy bien conservado. Sin embargo, la planta noble sólo conserva dos muebles diseñados por Gaudí para los Batlló: un aparador y un banco. Esta es una obra de arte que también puedes visitar de noche con Casa Batlló Moon Nights.

Casa Batlló

Casa Amatller

El arquitecto Puig i Cadafalch reformó un viejo edificio en 1898 para establecer la Casa Amatller a pedido del industrial chocolatero, Antonio Amatller. El arquitecto diseñó la casa con una apariencia de palacio gótico, con la fachada plana y un patio central con una escalera. Hoy en día es una de las mejores obras del modernismo en Barcelona.

Tiene una fachada escalonada con detalles de inspiración medieval. Sus puertas de acceso están decoradas con esculturas, capiteles y estucados. En el piso bajo tiene una joyería que ha respetado las ventanas originales de ornamentación floral. En la planta noble, las figuras de las ventanas simulan las criaturas que poblaban los palacios y las iglesias góticas. 

El vestíbulo está adornado con tres lámparas de bronce y una escalera que lleva a la planta noble, donde se encuentra el Instituto Amatller de Arte Hispánico, fundado por la familia Amatller.

El piso principal conserva gran parte de su decoración ornamental original. La chimenea es una de las piezas más características. Pero la obra maestra del piso es la columna de mármol rosado situada en medio de la tribuna y que se ve desde la calle.

Los edificios modernistas más bonitos de Barcelona

Casa Vicens 

Otro de las edificios modernistas más bonitos de Barcelona es la Casa Vicens. Esta es una de las primeras obras del arquitecto Antoni Gaudí, encargada por el fabricante de azulejos, Manuel Vicens. Fue construida entre 1883 y 1888. Su forma tiene inspiración en la arquitectura india y japonesa. Recubrió gran parte de las tres fachadas con azulejos vidriados verdes y blancos, contrastando con el ladrillo visto. Destaca también la reja de hierro, que simula las hojas del margallón.

En el interior destaca la sala redonda, culminada por una bóveda mudéjar de yeso multicolor, la recargada decoración floral y la ebanistería de color rojo de la sala de estar. Es una vivienda privada y no puede ser visitada.

Casa Vicens

La Pedrera o Casa Milá

Fue el último edificio de viviendas construido por Gaudí. Era un encargo de Pere Milà, un joven promotor urbanístico. En 1906, se demolió el antiguo chalé de tres pisos con jardín para crear la Casa Milà. La Pedrera es el nombre con el que los barceloneses bautizaron el edificio, una vez lo vieron acabado en 1910, por las líneas curvas que posee su arquitectura.

Su arquitectura es especial, no hay ninguna pared maestra y los amplios y asimétricos ventanales de la fachada consiguen mucha luz natural. Originalmente, iba a ser una alegoría religiosa, con un medallón de bronce de unos cuatro metros de altura en la fachada. Sin embargo, Milá cambió de opinión por unos sucesos políticos.

La fachada está revestida con piedra calcárea y balcones de hierro forjado. La parte interior está construida con piedra del macizo del Garraf y la superior, con piedra calcárea de Vilafranca del Penedès. La antigua cochera subterránea fue la primera que se construyó bajo tierra en Barcelona. Hoy es un auditorio que no está incluido en la visita turística.

Tras la muerte del arquitecto, la esposa de Milá reformó la planta principal en un estilo Luis XVI. En la actualidad, se exhiben las grandes exposiciones. El Espacio Gaudí está en la buhardilla de la Pedrera, donde estaban los lavaderos de la casa y que ahora han recuperado su aspecto original. Este espacio explica la vida de Gaudí, su contexto histórico y cultural, y los valores artísticos y las técnicas de su obra.

La Casa Milà fue declarada Bien Cultural del Patrimonio Mundial en 1984 por la Unesco. Y es un de los edificios modernistas más bonitos de Barcelona. En 1986, cuando Caixa Catalunya adquiere el edificio e inicia su restauración y rehabilitación. En 1996 se abrió al público como centro cultural. Actualmente La Pedrera es la sede de Fundación Cataluña-La Pedrera, y es donde se encuentran los diferentes departamentos de la Fundación.

Casa Milà

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