Se acerca la temporada de verano y las piscinas serán las protagonistas. ¿Alguna vez pensaste en sumar una ducha solar a tu jardín? A continuación, todo lo que tienes que saber antes de instalar este artefacto.
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Falta solo un mes para el comienzo de la temporada de verano y ya empiezan a palpitarse las tardes de sol en la piscina. En este contexto, la idea de instalar una ducha solar resulta cada vez más atractiva, puesto que reúne varios beneficios que van desde el cuidado del planeta hasta un mayor grado de confort.
Este sistema funciona igual que una ducha de baño de interior, pero con la ventaja de obtener el agua caliente sin coste alguno, gracias a la energía del sol.
Ventajas de la ducha solar
Una ducha solar es el complemento ideal para la piscina en los días de verano. Una de sus principales ventajas es que elimina los restos de suciedad de los bañistas antes de que entren, reduciendo notablemente la suciedad que llega al agua y optimizando el sistema de filtrado.
Además, los productos químicos que mantienen el agua transparente y limpia (especialmente el cloro) tienden a secar la piel e irritar mucosas y ojos. Para eliminarlos de nuestro cuerpo después del baño, una buena ducha es ideal.
Por otra parte, hoy existe una gran variedad de modelos en el mercado y su instalación no suele ser demasiado complicada. Simplemente va conectada a una manguera de jardín y no necesita electricidad. Eso hace que se puedan montar en cualquier parte, independientemente de si disponemos o no de tomas de luz cerca.
La ducha solar es la solución ideal para refrescarnos en verano sin tener que entrar a la piscina, o de quitarnos la arena de la playa antes de ingresar al hogar. Además, el uso de esta herramienta es algo que incide positivamente tanto en la economía familiar como en el cuidado del planeta.
Consejos para la instalación
Antes de instalar la ducha solar, deberás tener en cuenta ciertos aspectos:
- Debe haber un sumidero cerca de la ducha para asegurarse de que el agua se canalizará y no se crearán encharcamientos.
- Es necesario conectar la entrada de la ducha a la toma de agua de la red mediante un latiguillo flexible.
- Se recomienda colocar el dispositivo en un lugar donde le dé el sol al colector el mayor número de horas posible.
- El panel solar puede optimizar la captación de la radiación solar si se coloca perpendicular a los rayos del sol con una inclinación de 60 °C respecto al techo de la casa, lo que varía a su vez de acuerdo a la dirección en que sale el sol.
- Se debe instalar un sistema de tuberías aisladas para evitar la pérdida de calor y hacer llegar el agua al tanque colector, que también debe estar recubierto de tecnopor o algún otro tipo de material aislante que evite los cambios de temperatura durante la noche.
- Como un seguro para el sistema de almacenaje, se recomienda la instalación de un tanque de reserva, que debe ser colocado con un diferencial superior de altura respecto al primero.
Cómo elegir la ducha solar adecuada
Es importante elegir los materiales y los revestimientos que mejor funcionen para tu entorno. Una buena opción es el acero inoxidable, para que la ducha resista a las condiciones climatológicas. Un buen material te garantiza la durabilidad y calidad con el paso del tiempo.
Además, deberás tener en cuenta la frecuencia con la que piensas usar la ducha y el número de personas que se bañarán en ella para que el modelo se ajuste a tus necesidades.
Cómo funciona una ducha solar
La ducha solar funciona de un modo muy sencillo: almacena determinado volumen de agua, logra que sea calentada gracias a la luz solar y la mantiene a una buena temperatura hasta ser utilizada.
Este proceso necesita de un elemento fundamental: el panel solar. La placa se encarga de captar las radiaciones solares y convertirlas en energía calórica. Esta energía luego es transferida a la masa de agua que recircula por un sistema de tuberías que la hace llegar al tanque colector para su posterior uso.
De esta manera, el agua puede alcanzar hasta 60 °C de temperatura en un día de sol mientras se almacena en un tanque especializado.
Se debe procurar que el colector o tanque sea de color negro con el fin de aumentar su capacidad de absorción y reducir la reflexión de los rayos solares, para que se alcance y mantenga una temperatura lo más alta posible.
Además, el pigmento empleado en la coloración debe ser selectivo, es decir, absorber de manera eficaz la radiación solar e irradiar calor en pequeña proporción, disminuyendo las pérdidas.
Algunos aparatos tienen inclusive la capacidad de captar la temperatura ambiente. Gracias a esto, también se pueden utilizar en días nublados o de escasa luz solar, siempre y cuando la temperatura sea superior a 25°C.
En las duchas más optimizadas, el agua fría y la caliente no se mezclan entre sí. A su vez, la cantidad de agua caliente disponible en cada momento dependerá de varios factores, entre ellos la temperatura exterior, el viento, la humedad relativa y la localización.
Claves de mantenimiento
Dependiendo de los materiales a utilizar, la construcción e instalación de las duchas solares pueden variar en sus costes. Sin embargo, en comparación con los gastos realizados en energía eléctrica, suele resultar bastante rentable.
En cuanto al mantenimiento, este es verdaderamente sencillo y puede ser llevado a cabo por los miembros de la familia sin demasiados problemas. Lo principal es mantener libre de impurezas el panel solar, limpiando su pantalla con solución jabonosa cada trimestre o semestre.
Además, es fundamental hacer el vaciado de los tanques con cierta frecuencia para evitar el crecimiento bacteriano o de algunas microalgas, así como revisar cada una de las conexiones del sistema de tuberías para identificar posibles fugas.
¿Estás pensando en instalar una ducha en tu jardín? Los dispositivos solares pueden ser una excelente opción para ahorrar energía y ayudar al medio ambiente. ¡Déjanos tu comentario! En Oi Real Estate queremos conocer tu opinión.
