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Si planeas visitar la comunidad autónoma de Galicia, no puedes perderte la oportunidad de conocer los pueblos más bonitos de Pontevedra que en este post te contamos a continuación.

Sanxenxo

Ubicado en la parte meridional de la comarca del Salnés, Sanxenxo es uno de los pueblos con más encanto y atractivo de Pontevedra y una de las mayores capitales del turismo gallego. En un principio, era solo una bonita aldea de pescadores pero, a medida que llegaron los visitantes, se fue transformando en el increíble centro turístico que es ahora. Destaca por sus espectaculares playas, como la Lanzada, Silgar, Baltar y Caneliñas, ideales para visitar durante el verano. También, llama la atención el puerto del pueblo, el cual es considerado uno de los más pintorescos de las Rías Baixas.

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Tui

Muy cerca de la frontera con Portugal, se encuentra Tui, otro de los pueblos más bonitos de Pontevedra, el cual ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico, gracias a su patrimonio monumental que sorprende desde un primer vistazo. De entre sus monumentos, destacan la Catedral amurallada de Santa María de Tui, el Puente Internacional de Tui, la Iglesia de San Francisco, el Convento e Iglesia de las Clarisas, y el Museo y Archivo Histórico Diocesano. Se suman las iglesias de San Bartolomé y San Telmo, los cuales también merece la pena ir a ver.

A Guarda

Es uno de los pueblos más cautivadores de la provincia pontevedresa, el cual ha tenido el honor de ser nombrado por la Comisión Europea “Destino Europeo de Excelencia”, esto gracias al increíble atractivo turístico que posee. Esta localidad enamora con sus bellísimas playas, entre las que destacan las de O Muiño y A Lamiña, y con su valioso patrimonio arquitectónico, conformado por obras y monumentos que conviene visitar, tales como el Monasterio de Benedictinas, el Convento de San Benito, el Castillo de Santa Cruz, la Torre del Reloj y el Museo del mar.

O Grove

Para hablar de los pueblos más bonitos de Pontevedra, es obligatorio mencionar a la localidad de O Grove que, ubicada en la entrada de la ría de Arousa, deslumbra con la singular estampa que crean sus preciosas playas y sus coloridas embarcaciones. Esta villa pontevedresa se caracteriza por ofrecer una de las mejores mariscadas de toda España, así como por celebrar la famosa Fiesta del Marisco, propia del mes de octubre, la cual ha sido declarada de interés turístico nacional. Te recomendamos visitar lugares como las iglesias de San Martín y San Vicente, y el museo de la Salazón.

Cambados

Ubicado en la ría de Arousa, en el Valle del Salnés, Cambados es también uno de los pueblos pontevedreses que hay que ver para creer, pues este rinconcito de las Rías Baixas tiene un enorme atractivo turístico, con obras y monumentos como la Iglesia de San Benito, las ruinas de Santa Mariña y el pazo y plaza de Fefiñanes, cuya visita está más que recomendada. Otros sitios de interés son el museo etnográfico del vino, la casa museo de Ramón Cabanillas, y el Conjunto Histórico-Artístico Monumental, que forman las plazas y cruceros de la localidad, declarados Bien de Interés Cultural.

Oia

Si tienes pensado viajar a España para conocer lo mejor de la comunidad gallega, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar la localidad pontevedresa de Oia que, ubicada entre A Guarda y Baiona, es una de las más hermosas de toda la provincia. Destaca por su extraordinario patrimonio arquitectónico, con obras civiles y religiosas que conviene admirar, incluyendo el Monasterio de Santa María La Real, las iglesias de Mougás y de Pedornes, y el Castillo de Torroña. De su entorno natural, te recomendamos hacer la ruta hasta la Sierra de A Grova y la ruta hasta las pozas.

Baiona

Perteneciente a la comarca del Valle Miñor, Baiona es otro de los pueblos más bonitos de Pontevedra. El cual destaca por la belleza de sus paisajes que se observan desde la bahía y sus pintorescas calles que encierran un encanto irresistible. Te recomendamos visitar su casco antiguo, declarado Conjunto de Interés Histórico-Artístico. Así como echarles un vistazo a monumentos como el Castillo o Fortaleza de Monterreal, la Torre del Príncipe. No puedes irte sin antes disfrutar de la exquisita oferta gastronómica de la localidad. De la que destacan los productos del mar y el delicioso vino albariño.

Redondela

Ubicado en la zona centro-sur de la provincia, en la comarca de Vigo, Redondela es otro de los pueblos más bellos de Pontevedra. Caracterizado por sus bellísimos parajes naturales y por su interesante patrimonio. Si te preguntas qué hacer en Redondela, te recomendamos visitar las playas del litoral. Y los yacimientos arqueológicos del Castro de Negros y la Mámoa del Rey. Asimismo, te aconsejamos hacer la ruta hasta el Monte Penide y la ruta de las Piedras. Y visitar obras como el Pazo Torres de Agrelo, del siglo XVIII, y la Iglesia románica de Santiago Apóstol, del siglo XII.

Vilanova de Arousa

Una bonita localidad del occidente de la comarca del Salnés, que se encuentra formada por las parroquias de András, Baión, Caeiro, Deiro, Tremoedo y Vilanova de Arousa. Este interesante poblado concentra un gran atractivo turístico que se ve reflejado en sitios y monumentos como la Iglesia de la Pastoriza, la Iglesia de Santa María de Caleiro, la Iglesia Parroquial de San Miguel de Deiro y la Torre Miranda. A ellos se suman espacios naturales como las playas de El Rial, Charlinas y Cabalgada.

Combarro

Combarro es, sin duda alguna, uno de los pueblos más encantadores de las Rías Baixas en Galicia. Pues conserva estupendamente su original espíritu pescador, con embarcaciones, hórreos y cruceros que hacen parecer que el tiempo no ha pasado. Entre los monumentos y lugares de interés con los que cuenta esta localidad, se encuentran el Monasterio de San Juan de Poio, la línea de Hórreos tradicionales del siglo XVIII y el casco antiguo del pueblo, el cual cuenta con la denominación de Conjunto Histórico. También conviene prestarles atención a destinos como la playa de Ouriceira, donde podrás relajarte y disfrutar del sol veraniego.

Espera, antes de que te vayas! Nosotros estaríamos encantados de saber qué es lo que piensas al respecto de este artículo, pues leeremos todo lo que nos comuniques. Entonces… ¿Quieres saber cómo es que puedes dejarnos tu opinión? Es muy simple, ¡hazlo en la sección de los comentarios!

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Desde Galicia a Andalucía, pasando por Cantabria o la Comunidad Valenciana. En este post recorremos España en busca de los pueblos costeros más bonitos. España tiene 7268 kilómetros de costa repartidos entre el Atlántico, el Cantábrico y el Mediterráneo. Abrazados por el mar y con el encanto único de los lugares de antaño, enamoran a propios y extraños con sus angostas calles y puertos que parecen haberse detenido en el tiempo.

Cabo de Palos, Murcia

Su fondo marino está considerado una de las reservas más importantes del Mediterráneo, y su faro de 81 metros es uno de los más representativos de la piel de toro. El primero de esta lista de pueblos marineros está rodeado de tranquilas calas donde aislarse del mundanal ruido. Para volver a la realidad, nada mejor que un típico ‘caldero del mar Menor’, receta local a base de arroz y pescados de la zona, en particular, el mero.

Combarro, Pontevedra

A solo 5 km de la ciudad de Pontevedra, Combarro pasa por ser uno de los pueblos más bonitos de las Rías Baixas. Es famosa la imagen de sus hórreos junto al mar; de hecho, es el pueblo con mayor concentración de hórreos de Galicia, con 60.

Todo en esta población se construyó en granito, incluso las casas marineras del siglo XVIII coronadas por balcones de madera, las calles empedradas con soportales, las fuentes o los cruceiros. La Rúa do Mar es uno de sus lugares más pintorescos de Combarro, con los hórreos mirando al mar de un lado y las tabernas y restaurantes típicos al otro. Desde aquí parten los estrechos callejones que conducen al mar.

Cudillero, Asturias

En esta zona de la costa, las pequeñas playas se suceden entre acantilados de vértigo y, en un recodo, se asienta Cudillero. Las casas de colores se descuelgan desde las montañas hasta un pintoresco puerto que llegó a tener la flota pesquera más grande de Asturias.

Las mejores vistas de Cudillero se consiguen desde el mirador de la Garita-Atalaya o desde lo alto del acantilado, donde está su famoso faro. El pueblo tiene algunos bellos edificios, como la casa rectora, que durante siglos fue hospital de peregrinos del Camino de Santiago. Pero su tesoro artístico mejor guardado se encuentra en la pedanía de El Pito, donde está el conjunto palaciego de Los Selfas, rodeado de jardines con estatuas, denominado el Versalles del Norte.

Lastres, Asturias

Esta villa marinera de calles estrechas y empinadas se hizo popular porque en ella se rodó la serie Doctor Mateo. Lastres, situada en la costa de Asturias, se mezclan las casas más humildes con las grandes casonas señoriales con vistas al mar.

Pasear (a veces casi trepar) por las calles del pueblo es una delicia, pero lo más espectacular es la panorámica que regala el mirador de San Roque, desde donde se atisba el conjunto urbano y la playa de La Griega. Otro de los lugares mágicos es el puerto de pescadores, con sus barcos de mil colores y dos cañones protegiendo la bahía.

San Vicente de la Barquera, Cantabria

El pueblo costero de San Vicente de la Barquera se emplaza en uno de los entornos más bellos de la cornisa cantábrica, en una bahía que forma un doble brazo del mar y junto al Parque Natural de Oyambre.

Es imprescindible la Puebla Vieja, en lo alto de un peñón macizo, así como la iglesia, el castillo, los restos de la muralla y el puerto pesquero. Los puentes de San Vicente de la Barquera son también una de sus señas de identidad; el de la Maza fue construido por los reyes católicos, en el siglo XVI; con 32 ojos fue uno de los puentes más largos de España.

Fornells, Menorca

Rodeado de pequeñas islas, calas casi vírgenes y casas de color blanco, Fornells es uno de los pueblos marineros por excelencia, ya que la pesca sigue siendo el sustento principal de sus habitantes, en principal, la langosta roja. Este apreciado crustáceo se captura de manera artesanal mediante trampas en el fondo marino y se cocina después en forma de caldereta, uno de los platos más típicos de Menorca.

Getaria, Guipuzkoa

En el golfo de Bizkaia, el casco viejo de Getaria se envuelve entre paisajes impresionantes: una montaña en una isla, un puerto lleno de encanto, las playas de Gaztetape y Malkorbe, el océano y las colinas de la región vitivinícola del Txacolí.

Getaria es también cuna de Juan Sebastián Elcano, el primero que dio la vuelta al mundo, y Balenciaga, en cuyo honor se ha creado un interesante museo que ningún amante de la moda se puede perder. A la peculiar silueta del monte San Antón, junto al pueblo, se la conoce como el “Ratón de Getaria”, ya que su silueta recuerda a un roedor y el tómbolo y el casco urbano de Getaria serían su cola. Desde el Katxapo se puede disfrutar de una bella panorámica de la costa.

Cadaqués, Girona

Fuente de inspiración para numerosos artistas, Cadaqués reposa en una bahía en medio del Cap de Creus, donde los Pirineos chocan con la Costa Brava. Su ambiente tradicional pesquero permanece, pese a sus muchos visitantes.

No le falta un bello casco histórico con casas encaladas, un castillo, el de Sant Jaume, un museo, una iglesia en el centro del pueblo donde se celebra su Festival Internacional de Música y, en torno a Cadaqués, el parque natural de Cap de Creus. Para ampliar el universo de Dalí, habrá que ir a Portlligat, perteneciente al municipio de Cadaqués.

Peñíscola, Castellón

Peñíscola se adentra en el Mediterráneo formando una pequeña península elevada en torno al castillo del Papa Luna. Su silueta, enfocada desde la larguísima playa de arena de 5 km, aparece en muchas películas. Aquí Charlton Heston dio vida al Cid, y la población se transformó en Meereen para Juego de Tronos. Es uno de los pueblos más conocidos de Castellón.

Aunque Peñíscola se ha convertido en un pueblo repleto de turistas veraniegos, el casco histórico no ha perdido su encanto, con sus calles estrechas y sus casas antiguas encaladas. El puerto pesquero, situado a los pies de las murallas medievales, es una estampa muy atractiva.

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