A menudo creemos que el cambio climático es algo futurista, pero lo cierto es que ya está ocurriendo. Y trae consigo importantes consecuencias financieras para el mercado inmobiliario. Así lo sostiene la inversora Black Rock en un informe que ha publicado recientemente.
En este artículo encontrarás:
Desde hace ya algunos años, los científicos nos advierten sobre el impacto del cambio climático sobre nuestro estilo de vida. El aumento de las temperaturas, la escasez de agua y el deshielo son hechos reales que ya están sucediendo y empiezan a arrojar las primeras consecuencias.
Sin ir más lejos, la pandemia del coronavirus puso en evidencia la vulnerabilidad a la que estamos expuestos como especie. Y los incendios forestales que ocurrieron (y continúan ocurriendo) alrededor de todo el mundo también son una muestra clara de que las condiciones climáticas están cambiando y de que eso tiene un impacto fehaciente sobre nuestra vida.
El informe de Black Rock sobre el impacto financiero del cambio climático
El gestor de inversiones estadounidense Black Rock ha publicado recientemente un informe donde detalla las consecuencias del cambio climático y de la escasez de recursos sobre el mercado inmobiliario. En general, hace referencia a los precios de los inmuebles, las preferencias de los clientes y las urgencias de los inversores.
El informe gira alrededor del cambio climático en general, pero plantea una problemática particular: el estrés hídrico. Con este término se hace referencia a aquellas situaciones en donde la demanda de agua potable es más alta que la cantidad disponible. O cuando el uso del agua disponible se ve restringido por su baja calidad.
El estudio del impacto del estrés hídrico sobre las socimis
La financiera estadounidense ha geolocalizado 84 000 propiedades que pertenecen a fondos de inversión que cotizan en la bolsa. Luego, se comparó la ubicación de los terrenos con los mapas de riesgo hídrico elaborados por el Instituto Mundial de Recursos (WRI).
La finalidad de dicho estudio era conocer las consecuencias potenciales del estrés hídrico sobre el mercado en general y sobre el negocio inmobiliario en particular. La primera conclusión a la que arribaron fue la siguiente:
“Las empresas con instalaciones de producción en regiones estresadas pueden enfrentar mayores costos operativos y primas de seguros. Es probable que necesiten gastar más en medidas de eficiencia, reciclaje y conservación, para cumplir con regulaciones estrictas que podrían endurecerse aún más. En el mercado inmobiliario, es probable que las preferencias de los inquilinos se desplacen hacia los edificios ecológicos”.
Consecuencias del cambio climático sobre el mercado inmobiliario
Black Rock advierte entonces que, para fines de esta década, cerca del 60% de los activos de socimis se encontrarán ubicados en regiones de alto estrés hídrico. Es decir, que sus activos estarán en zonas donde la demanda de agua supera a la disponibilidad del recurso. Y esto tiene implicaciones financieras directas sobre el mercado.
Una de ellas sería el aumento de los precios de los inmuebles derivado de los costes de obtención de agua. Si bien a día de hoy los gastos asociados a esta operación son mínimos, la escasez del recurso obligaría a los propietarios a “la adopción de medidas como el tratamiento de aguas residuales in situ, el riego inteligente y los sistemas de detección de fugas”.
Pero, además, identificaron otra serie de consecuencias que es importante destacar:
En primer lugar, se concluyó que las zonas más afectadas por el estrés hídrico serán Malasia, Filipinas, Japón, Hong Kong y Australia. Aunque también España está incluida en esta lista.
Por otro lado, desde Black Rock afirman que los inversores e inquilinos se centran cada vez más en el estudio del estrés hídrico. Así como en otros factores medioambientales como la eficiencia energética de los edificios y las certificaciones ecológicas. Por eso, las construcciones sostenibles irán ganando terreno en el mercado los próximos años.
También agregan que las empresas inversoras que se focalicen en la ecología y la sostenibilidad, podrán ahorrar costes. Además, lograrán que sus acciones sean más atractivas en la bolsa y que sus edificios sean más interesantes para los ocupantes.
Consecuencias del cambio climático sobre el mercado de alimentos
El informe detalla también cuáles serán las consecuencias financieras del estrés hídrico sobre la agricultura y la ganadería. Al respecto, sostienen que existe una relación directa entre la disponibilidad de agua para el riesgo y el rendimiento de los cultivos. “La agricultura de regadío es, en promedio, al menos dos veces más productiva por unidad de tierra que la agricultura de secano, según el Banco Mundial”. Por eso, la escasez de agua podría afectar directamente a la producción de alimentos, con todos los riesgos que eso implica.
La situación del estrés hídrico en España
España es el segundo país con más socimis del mundo, liderado únicamente por Estados Unidos. Si bien hace once años que las inversoras operan en el país, han sabido posicionarse como una de los negocios más rentables del mercado. En efecto, hacia finales del 2019 estas sociedades eran poseedoras de aproximadamente 50 00 millones de euros en activos inmobiliarios. Pero cerca del 70% se encuentran en zonas altamente expuestas al estrés hídrico. Según Black Rock, este porcentaje ascendería al 95% hacia el 2030.
Sin embargo, el resultado del informe es esperanzador. Pues sostienen que todavía podemos trabajar por reducir el impacto del cambio climático en la economía mundial:
“Una mejor comprensión y cuantificación de los riesgos puede ayudar a los inversores a mitigar las exposiciones y a explotar potencialmente cualquier error de precios. Los datos y conocimientos relacionados son herramientas valiosas para que los inversores se comprometan con empresas y emisores en sus esfuerzos relacionados con la sostenibilidad”.
Los nuevos edificios sostenibles
No es casual que los edificios modernos utilicen sistemas de reutilización del agua. En efecto, hoy por hoy se utilizan equipos de recolección y tratamiento que se instalan en los subsuelos. Lo que se logra a través suyo es agrupar las aguas grises (es decir, el agua ya utilizada en el hogar cuyo nivel de contaminación es bajo) para purificarlas. Como resultado, se obtiene agua limpia con un punto de consumo autorizado no para beber, pero sí para utilizar en sistemas de riegos o lavabo. Probablemente, estos sistemas habrán de replicarse en todos los edificios donde el riesgo hídrico es o será una amenaza en los próximos años.
En definitiva, las empresas deberán ocuparse por mejorar sus metodologías de trabajos y por construir edificios sostenibles con sistemas de reutilización del agua. Solo de esta manera lograrán reducir el impacto financiero del cambio climático.
Y tú, ¿tomas medidas para reducir el consumo de agua en tu hogar? Cuéntanos en comentarios, estaremos encantados de leerte.