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En el mundo de las inversiones, invertir en inmuebles es una de las opciones más deseadas. Y esto es porque poseer un bien inmueble implica tener un vehículo que no se depreciará fácilmente. Si bien lo más popular para este segmento es la compraventa, existen otras técnicas que te permitirán diversificar tu dinero y aportar montos menores de capital inicial. Algunas de ellas requieren de operar en la Bolsa. ¿Sabes cómo hacerlo?

Atractivo para inversores locales y de distintas partes del mundo, el mercado de bienes raíces de España tiene opciones para todos los gustos. Sin embargo, no todas ellas son tan conocidas como la compraventa de inmuebles, estrella indiscutida del sector.

La compra de acciones de empresas relacionadas a los bienes raíces, por ejemplo, configura una opción rentable y accesible para inversores que no cuentan con el dinero suficiente como para hacerse de un piso o que buscan poner su capital en distintos proyectos para aminorar los riesgos.

Dentro de este universo, los fondos de inversión inmobiliaria y las Socimi se posicionan como métodos altamente seductores para quienes desean apostar por el mercado de bienes raíces en España sin ser propietarios. Sin embargo, es necesario tener algunos conocimientos básicos para empezar a operar. ¿Empezamos?

Por qué invertir en inmuebles

Tener en claro esta cuestión es el punto de partida. De una serie de puntos que desarrollamos abajo, las razones pueden ser variadas. Desde generar dinero extra, vivir de rentas o diversificar el patrimonio, entre otros. Empecemos:

➧Ir en búsqueda de ganancia a mediano y largo plazo, para lo cual quien invierta deberá prestar atención a las posibilidades de apreciación del bien inmueble. ➧Ir en búsqueda de ganancia a corto plazo, para lo cual el inversor compra inmuebles deteriorados y realiza rehabilitaciones para ponerla a punto. Luego la puede ofrecer al sistema de mercado inmobiliario a un precio superior. Recibir ingresos pasivos de manera mensual a cambio de un alquiler de tu inmueble comprado y destinado para eso. ➧Diversificar el patrimonio, para tener distintos vehículos de inversión. En este caso, el objetivo puede ser alquilar o revender las propiedades, por lo que las ganancias pueden ser menores -y mensuales- o mayores, pero a un plazo más largo➧Para reducir la carga fiscal, para lo cual es preciso invertir en proyectos que se acojan a un régimen fiscal especial.

Invertir en inmuebles en la Bolsa: ¿Socimi, acciones o ETF?

Dentro de la Bolsa existen distintos activos vinculados al mercado inmobiliario. Cada uno de ellos, naturalmente, presenta diversas características, puntos a favor y puntos en contra. Echemos un vistazo…

Socimi

Las Socimi son una adaptación española de los populares REIT (Real Estate Investment Trust) originados en los Estados Unidos en la década del 60 para facilitar el acceso de inversores particulares y pequeños ahorradores al sector inmobiliario.

Se trata de empresas cotizadas en Bolsa que cada vez cautivan a más inversores, tanto institucionales como particulares. Su nombre responde a las siglas “Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario”. 

Estas empresas deben tener un capital social mínimo de 5 millones de euros y se dedican a la compra, promoción y rehabilitación de un gran número de activos inmobiliarios. Estos pueden incluir pisos, hoteles, naves industriales, centros de atención médica, locales comerciales, entre otros.

Generalmente, cada Socimi se especializa en un área en particular, aunque también existen algunas sociedades de inversión diversificadas que poseen distintas clases de propiedades dentro de su cartera.

Las Socimi tienen la obligación de repartir el 80% de los beneficios provenientes de las rentas por el alquiler de los inmuebles entre los accionistas. De esta forma, el inversor tendrá la seguridad de que el capital aportado le será retribuido a través de rentas periódicas.

Una de las ventajas de esta herramienta, a su vez, es que no solo te permite ganar dinero a través de los dividendos que recibes periódicamente, sino también si las acciones en las cuales has invertido se revalorizan en el mercado. Esto quiere decir que el beneficio puede llegar a ser doble.

Además, si la empresa decide vender un activo, tendrá que dividir el 50% de las ganancias entre los accionistas. Esta cifra asciende al 100% en caso de que se trate de beneficios obtenidos a través de operaciones de inversión en otras Socimi o REIT.

Según dispuso la última modificación de la Ley 16/2012, las Socimi tienen un tipo de gravamen del 0% en el Impuesto sobre Sociedades. Para ello, vale aclarar, deben garantizar una permanencia de los inmuebles en arrendamiento durante 3 años.

Invertir en acciones

Dentro de la Bolsa existen numerosas empresas vinculadas al sector de bienes raíces que venden acciones. Esto permite pensar en una inversión inicial más baja que la que se necesita para la compra de un piso.

Además, gracias a la diversificación que ofrecen, se reduce el riesgo del inversor. Es que estas compañías poseen y administran distintos tipos de propiedades y emprendimientos que van desde hoteles, centros comerciales y centros de salud hasta viviendas y locales comerciales.

Vale aclarar, sin embargo, que las acciones son volátiles. Por lo tanto, es aconsejable analizar con atención en qué compañía inviertes. Para ello puedes buscar en detalle su datos históricos, el tipo de negocio y su potencial, entre otras características que harán que la inversión sea confiable.

Invertir en ETF

Un fondo cotizado (ETF por sus siglas en inglés) es un conjunto diversificado de activos (como un fondo de inversión) pero que, como su nombre lo indica, cotiza en Bolsa. 

Cuando inviertes en un ETF no inviertes en un solo activo (como lo haces al comprar acciones), sino en un conjunto de activos o valores cotizados que van desde bonos y conglomerados de empresas hasta materias primas y divisas.

Los ETF cotizan en el mercado de valores secundario. Esto le permite al inversor seguir su cotización en todo momento. El valor de los fondos de inversión, en cambio, solo pueden conocerse al final del día, cuando la Bolsa cierra.

Entre sus ventajas se encuentran que no tienen un importe mínimo de entrada y que al comprar o vender solo deben pagarse las comisiones del bróker, que no suelen ser muy elevadas.

Es así como este método puede resultar una gran opción para aquellos emprendedores con poco dinero, escasos conocimientos del sector inmobiliario o que no desean pasar demasiado tiempo analizando el activo en el que van a invertir.

Ventajas y desventajas de invertir en inmuebles en la Bolsa

Al igual que ocurre con la compraventa, invertir en inmuebles a través de la Bolsa tiene sus riesgos. Sin embargo, no hay dudas de que este método tiene al menos dos puntos a favor: permite hacer transacciones con poco dinero y diversificar el capital.

Para elegir la opción más adecuada, de todos modos, deberás primero evaluar cuál es tu capacidad económica, la rentabilidad que esperas, tu experiencia dentro del rubro, tu horizonte de inversión y el tiempo que estás dispuesto a dedicarle. 

Si quieres hacer operaciones exitosas y conocer a fondo cuál es la mejor estrategia según tus posibilidades, en Oi Real Estate podemos ayudarte. Te facilitaremos toda la información sin letra pequeña para que puedas decidir con criterio dónde, cuándo y cómo invertir.

Contacta con nosotros y uno de nuestros agentes te orientará en la elección de la inversión más adecuada para tu perfil.

Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conoce tu opinión acerca de invertir en inmuebles. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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La usucapión es un término poco conocido. Sin embargo, es utilizado para agenciarse de una propiedad con el tiempo en forma legal. En esta nota te contamos de qué se trata y cuáles son sus condiciones.

Cuando pensamos en una ocupación se nos viene a la mente la forma violenta e ilegal de lograr hacerse de una vivienda. Esto, obviamente, está penado por la ley. Ahor bien, ¿qué sucede con la usucapión? Este proceso en una manera legal y pacífica de obtener la posesión de una propiedad con el paso del tiempo. También lo es para otras clases de bienes.

El paso del tiempo y la no aparición de dueños es la clave para que esta sucesión se lleva a cabo. Hay que conocer los requerimientos y cumplirlos. Es que la usucapión es una figura jurídica. Y en este artículo te contamos cómo está regulada por el Código Civil.

¿Qué diferencia la usucapión de la ocupación?

En principio, son dos figuras legales bien diferentes. La ocupación es medio muy extendido en nuestro país, lamentablemente. En su proceso se utiliza la violencia para entrar a una propiedad y quedarse allí, en perjuicio de los derechos del o los dueños. El movimiento okupa, como se llama a estos actos de vandalismo, es una amenaza que recorre las calles de las ciudades y pueblos y puede llevar mucho tiempo hasta que la Justicia tome cartas en el asunto.

Es que en el caso de una ocupación existen propietarios a los cuales les es vulnerada su voluntad y sufre acciones de pérdidas económicas: el propietario no puede hacer uso de su bien para, por ejemplo, alquilarlo, y además experimentar daños que deberá afrontar cuando recupere el inmueble.

La usucapión (también conocida como Prescripción Adquisitiva) es un concepto jurídico que posibilita a una persona hacerse de un bien inmueble o mueble. En lo que concierne a lo inmobiliario puede ser una vivienda, un piso, un local, un terreno, etc. En este caso, el paso del tiempo habitándola o cuidándola concede la posibilidad de convertirse en propietario de ese bien sin necesidad de comprarlo.

La usucapión deviene de hace muchos años, de tiempos del derecho Romano. Podemos rastrear allí su significado: el término en latín “usus capere” significa “adquirir con el uso”. Con el tiempo, el concepto ha hecho su camino hasta encontrar lugar en el Código Civil, en donde se desprende su regulación.

Es, justamente, “adquirir con el uso” la clave de la usucapión. El uso que facilita el tiempo, el uso para su cuidado. Y no la irrupción por la fuerza.

Veremos más adelante las diferencias que establece la ley respecto a un bien inmueble y a otro mueble, pues no suponen el mismo plazo de uso hasta poder reclamar como propio.

Qué dice la ley

Como hemos dicho, la usucapión se desprende del Derecho Romano. Es por esto que su legado se extendió a muchos países de la actualidad. Francia y Portugal también legislan, como España, esta situación.

El proceso de usucapión está legislado en nuestro Código Civil. Allí se establece en el artículo 1930 su definición: “Por la prescripción se adquieren, de la manera y con las condiciones determinadas en la ley, el dominio y demás derechos reales. También se extinguen del propio modo por la prescripción los derechos y las acciones, de cualquier clase que sean.” En otras palabras, se puede autorizar la adquisición de un bien luego de cumplirse un plazo determinado sin que el o los propietarios originales reclamen.

Es común que un bien haya tenido dueños que hayan fallecido sin dejar herederos. Otra persona ocupa ese bien y lo cuida. Luego de un plazo que contempla la ley, se traspasa ese derecho, que es un derecho real.

Es más, el artículo 609 esclarece aún más los grises: “La propiedad se adquiere por la ocupación. (…) Pueden también adquirirse por medio de la prescripción.”

Entonces tenemos que la ocupación, siempre que sea pacífica y se encuentre en congruencia con lo que la ley establece, permite la adquisición del bien ya que la prescripción está legislada. Dice el artículo 1931 que quienes pueden acceder a este derecho son personas “capaces para adquirirlos por los demás modos legítimos”.

Los detalles de la usucapión

“Son susceptibles de prescripción todas las cosas que están en el comercio de los hombres”, aclara el artículo 1936 del Código Civil.

También habla de los distintos grados de usucapión establecidos. Estos son: la usucapión ordinaria y la extraordinaria y tienen que ver con cómo y por cuánto tiempo se ha iniciado la ocupación.

Usucapión ordinaria:

Los plazos son más cortos. El aspirante debe haberse comportado como dueño del bien y no haber irrumpido de forma violenta. Tampoco debe existir alguna acción legal de reclamo por parte del propietario real.

Otra forma es haber actuado de buena fe. Esto es, que la persona crea de buena fe que el bien es suyo. Por ejemplo, haber firmado algún documento o haber sido estafado, o simplemente haber recibido el bien por parte de su dueño. En los casos de contratos de compraventa, también se puede acceder a la usucapión, aunque sea insuficiente para el traspaso legal del bien.

Usucapión extraordinaria:

Las condiciones son menos rigurosas. Por ejemplo, una posesión del bien inmueble o mueble sin irrupción violenta y con buenas intenciones, a un plazo mayor de tiempo, son suficientes. No hará falta la declaración de buena fe ni ningún otro documento.

Ahora bien, para concretar la usucapión es preciso una actuación judicial. Tramitar el bien de manera legal, como ser inscribir al bien dentro del Registro de la Propiedad para generar un expediente de dominio.

Plazos de la usucapión

Dentro de la usucapión ordinaria, el plazo de un bien inmueble es de diez años o veinte si el propietario existe, pero vive en el extranjero. Mientras tanto, en la usucapión extraordinaria deben transcurrir treinta años.

Entonces, vemos que no importa el lugar donde se encuentre el inmueble, por ejemplo, si se halla en un lugar residencial o rural. Lo que afecta al proceso es cómo se ha realizado la ocupación y por cuánto tiempo.

Distinta es la legislación en Cataluña. Su Código Civil establece un plazo de veinte años para los inmuebles en todos los casos. No hay distinción entre usucapión ordinaria o extraordinaria.

Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conocer cuál es tu opinión acerca de la usucapión. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en la situación de querer invertir en estos momentos, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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