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Aval para hipotecas

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El Gobierno aprobó un aval del 20% a modo de ayuda para la compra de una primera vivienda. Se concederá por medio del ICO, y actuará sobre el 20 % del precio de una vivienda, se trata de la cantidad que el banco no suele conceder. Aquí te contaremos si resulta conveniente solicitar este aval del 20 % para tu hipoteca.

El Gobierno brinda una ayuda para aquellos que busquen comprar su primera vivienda por medio de una hipoteca. Por medio del Instituto de Crédito Oficial (ICO) ofrece un aval del 20% del valor del préstamo hipotecario. Se trata de un porcentaje que se ampliará un 5% más en caso de que la vivienda cuente con una calificación energética.

El aval para hipotecas que ofrece el Gobierno

En primer lugar debemos tener en claro de qué se trata el aval para hipotecas. Por lo general, la financiación del banco únicamente llega a cubrir el 80 % del precio de la vivienda. Esto significa que, el 20 % que resta lo debe abonar el solicitante con sus ahorros, además, hay que agregarle un 10 % extra de gastos vinculados a la compra.

La ayuda que ofrece el Gobierno para las hipotecas no es una subvención, se trata de un aval. En otras palabras, el Gobierno no brindará ese 20 % que no cubren los préstamos hipotecarios para vivienda habitual, más bien, responderá en caso de que el solicitante no lo haga. Sin embargo, la deuda se contraería con el Gobierno e incrementada por intereses.

El objetivo del Gobierno, con el aval del 20%, es que las entidades bancarias puedan financiar hasta el 100% de la compra sin correr demasiado riesgo.

¿Quién brinda los avales públicos del 20%?

Estos avales públicos serán concedidos por medio del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Se trata de un organismo público que depende del Gobierno que concede avales a empresas, entidades y hoy en día, a particulares.

¿Para quién es el aval del 20 % que brinda el Gobierno?

Es necesario tener en claro que, el aval del ICO se destina a suplir la falta de ahorros, no la de ingresos. El aval para hipotecas del Gobierno presupone que no se cuenta con ahorros del 20 %, sin embargo, considera que se podrá amortizar con el resto de la hipoteca.

Sin dudas, los jóvenes son el perfil de solicitante sin ahorros más habitual. Incluso, hace tiempo que hay opciones de hipoteca joven que ofrecen casi un 100 % de financiación. No obstante, no se trata de los únicos beneficiarios. Aquí te contaremos cuáles son las condiciones para acceder a esta ayuda para hipotecas.

Requisitos para acceder al aval del 20% para hipotecas

Para acceder al aval del 20% será necesario tener menos de 35 años o una familia con hijos menores a cargo. Cada solicitante tendrá que cobrar menos de 37 800 euros al año. Se trata de ingresos menores a 4,5 veces el IPREM, Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples. Este límite será el doble en caso de que se trate de dos adquirientes de una misma vivienda.

Por otro lado, para el caso de familias con menores a su cargo no se establecerá un límite de edad. El límite de ingresos será el mismo y contará con factores de mejora dependiendo de la cantidad de hijos: el límite aumenta en un 0,3% el IPREM por cada hijo, esto es 2520 euros brutos anuales. Dicho límite de ingresos será mayor para el caso de familias monoparentales, en concreto, un 70% adicional.

¿Cómo solicitar el aval del Gobierno?

Para solicitar esta ayuda deberás dirigirte directamente a la entidad bancaria con la que se tramite el préstamo hipotecario. Se trata del modo de funcionar que ya están usando algunas comunidades autónomas donde ya se aplica una medida similar impulsada por los gobiernos autonómicos de Galicia, Murcia, Madrid, Andalucía y Castilla y León.

El Gobierno llegará a un acuerdo con la mayoría de las entidades bancarias para que ofrezcan estos préstamos hipotecarios avalados por el Estado. La hipoteca avalada no podrá ser mayor al 100% del menor valor entre el de tasación y el precio de compra de la vivienda.

¿Es conveniente solicitar el aval del 20% del Gobierno?

Teniendo en cuenta lo mencionado sobre los destinatarios de la medida, tú puedes ver si te resulta conveniente o no, solicitar el aval del 20 % para hipotecas del Gobierno. Acceder a una hipoteca para jóvenes sin ahorros es muy difícil, sin embargo, si optar por un préstamo hipotecario con aval puedes tener más posibilidades. Esto mismo aplica para las familias que tienen menores a cargo.

Por otro lado, si cuentas con una buena base de ahorros, no es muy aconsejable solicitar el aval del Gobierno para tu préstamo hipotecario. Con una financiación del 100 %, las cuotas son más altas y los intereses también se elevan, es por esto que lo ideal es siempre solicitar la menor cantidad posible. De todos modos, puedes usar un simulador de hipoteca más gastos para tomar la mejor decisión.

Por último, es necesario resaltar que, si tienes un préstamo hipotecario con aval del ICO o con cualquier otro aval, no tendrás la posibilidad de beneficiarte del Código de Buenas Prácticas. Cuando hablamos del Código de Buenas Prácticas nos referimos a un conjunto de medidas de alivio financiero que las entidades bancarias han acordado aplicar a aquellos que se encuentren atravesando momentos difíciles. Es importante que analices en qué medida te interesa no poder beneficiarte, en caso de atravesar problemas económicos, del Código de Buenas Prácticas.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre si es conveniente el aval del 20% para hipotecas del Gobierno. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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Desde Oi Real Estate queremos contarte cuáles son las diferencias entre un aval y una garantía hipotecaria. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Las entidades bancarias, al momento de conceder préstamos hipotecarios, deben realizar ciertos estudios para estar al tanto de cuál es la situación económica de los clientes. De este modo podrán ofrecerles un tipo de préstamo hipotecario u otro, o incluso, declinar la solicitud, para dejar de lado la posibilidad de impagos.

Además de llevar a cabo dichos estudios, con el fin de asegurarse de que las personas que solicitan un préstamo hipotecario podrán hacer frente al pago de todas las mensualidades, muchas entidades requieren que sus clientes dispongan de avales o garantías. Esto es ideal para aquellas personas que tengan intenciones de comprar una segunda residencia sin necesidad de dedicar todos sus ahorros o bien, para personas que cuentan con una buena situación laboral pero no han tenido tiempo de ahorrar lo necesario para realizar la compra de una vivienda. Aquí te contaremos cuáles son las principales diferencias entre un aval y una garantía hipotecaria, además, te explicaremos cuál es mejor según el caso.

Diferencias entre aval y una garantía hipotecaria

Debido a que, como mencionamos más arriba, es ideal para personas jóvenes o para aquellos que deseen comprar una segunda residencia sin gastar sus ahorros. En estos casos, se requiere que los solicitantes cuenten con avales o garantías. Aquí van sus diferencias más notorias.

Aval hipotecario ¿De qué se trata?

Cuando hablamos de aval hipotecario nos referimos a un tipo de garantía que ofrece una persona, por medio de la cual se compromete con el hipotecado a abonar sus deudas, es decir, las cuotas mensuales del préstamo hipotecario, en caso de que el titular no pueda hacerlo. Para ello, el avalista por lo general ofrece su estabilidad laboral y económica como seguro de que las cuotas del préstamo hipotecario serán abonadas. En algunos casos, el avalista también puede responder con sus bienes, esto puede ser, por ejemplo, un inmueble en propiedad. Es por este motivo que, realmente se trata de un compromiso sumamente arriesgado, ya que si el cliente no paga las cuotas mensuales, el avalista se quedará sin su capital.

Los avales por lo general son usados cuando el importe del préstamo hipotecario es muy alto y el deudor no cuenta con las garantías necesarias para asegurar a la entidad bancaria el pago del préstamo hipotecario.

Garantía hipotecaria ¿De qué se trata?

La garantía hipotecaria, también llamada garantía adicional, es aquella por medio de la cual se entrega un bien específico, por lo general, suele ser un inmueble, como garantía en el caso de que el deudor deje de abonar las cuotas mensuales de su préstamo hipotecario. En algunos casos puede tratarse de la propiedad hipotecada en sí, por otro lado, en otros casos el deudor ofrece como amparo otro inmueble, generalmente libre de cargas, que tiene en su haber.

En otras palabras, la garantía hipotecaria implica un inmueble. Puede ser el hipotecado u otro que ya pertenecía al cliente previo a la concesión del préstamo hipotecario. La vivienda en cuestión sería embargada si se da el caso de que el deudor no pudiera hacer frente de manera continuada al pago de las cuotas mensuales de la hipoteca. 

Aval o garantía hipotecaria: ¿Qué es más conveniente?

Como ya hemos mencionado más arriba, el aval requiere de la existencia de un tercero. Dicha persona, se encargará de poner a disposición de la entidad bancaria todos sus bienes para garantizar que el hipotecado podrá hacer frente al pago de las cuotas mensuales del préstamo hipotecario. Si el hipotecado no paga sus cuotas, el avalista perderá todo lo que posea, motivo por el cual es considerado como un compromiso de alto riesgo.

Por otro lado, la garantía pone en riesgo una vivienda en propiedad del hipotecado, es decir, que no compromete ningún bien ajeno. Además, se trata de una solución que brinda más ventajas que la anterior. Ya que en estos casos, los clientes necesitan contar con una menor cantidad de dinero para la entrada, que por lo general suele tratarse del 20% del importe de la tasación de la vivienda, dado que la financiación se divide entre las dos viviendas. De modo que, el 80% suele ser para la nueva, mientras que el 20% restante es para el “inmueble garantía”, en otras palabras, las dos tienen responsabilidad hipotecaria.

La garantía adicional, también conocida como doble garantía, se encuentra principalmente recomendada para los más jóvenes. Esto se debe a que generalmente suelen tener una baja solvencia económica. También, se trata de una buena solución para personas que ya cuentan con una vivienda pagada y tienen la intención de adquirir otra sin tener que gastar todos sus ahorros. 

Resumen

En resumen, como hemos podido comprobar, la diferencia más importante que podemos encontrar entre un aval y una garantía hipotecaria es que en el primer caso el garante es un tercero, que compromete sus bienes, mientras que en el segundo es el mismo solicitante del préstamo hipotecario el que ofrece la doble garantía con su propio patrimonio.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre las diferencias entre  un aval y una garantía hipotecaria. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Desde Oi Real Estate queremos contarte sobre los principales riesgos que implica ser aval para hipotecas. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Al momento de alquilar una casa, de solicitar un préstamo o bien, una hipoteca, es muy común hacer uso de los avales como garantía de pago. De esta manera, en caso de que la persona avalada no puede hacer frente los costes, el avalista tendrá que asumir la deuda. Sin lugar a dudas, avalar a un hijo o bien, a un amigo puede significar grandes riesgos.

¿Qué significa ser aval para hipotecas?

Cuando hablamos de la palabra aval, nos referimos a una obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido, en caso de incumplimiento. Hoy en día, es muy común que los propietarios de las viviendas, a la hora de alquilarlas, o bien, la entidad bancaria en caso de hipotecas, soliciten un aval para lograr asegurar el pago. En algunos casos, esto implica un momento incómodo para los avalistas, ya que sienten que deben tener confianza plena en el solicitante, que por lo general, se trata de un familiar. Como posible avalista es necesario cubrirse las espaldas e informarse de manera adecuada. Es muy importante tener en cuenta algunos factores.

Puntos a tener en cuenta para ser aval para hipotecas

Aquí te detallaremos algunos puntos clave que debes tener en cuenta:

Contratar el seguro de hogar

Un seguro de hogar es un mecanismo que sirve para proteger una vivienda ante cualquier posible inconveniente, esto abarca desde una gotera hasta un robo. Es de ayuda para evitar que haya que hacer frente a gastos imprevistos, y a menudo bastante altos, que desequilibren el presupuesto e impacten en la salud financiera de la familia. Lo más aconsejable es asegurar la vivienda. Por otro lado, también es recomendable revisar de manera periódica si la póliza contratada logra ajustarse realmente a las necesidades y capacidad de pago.

Ser aval para hipotecas solo si podemos afrontar la deuda avalada

Avalar solo si estamos realmente seguros de que podemos afrontar la deuda avalada es fundamental. Como posible avalista, debemos tener en claro cuáles son los riesgos, ya que supone los mismos que solicitar un préstamo hipotecario pero sin ningún tipo de beneficio. Si se tiene intención de avalar a un hijo, por ejemplo, es fundamental conocer los detalles de lo que nos pide o, en todo caso, lo que pide la entidad bancaria o propietario del inmueble.

Ten en cuenta que, mientras más se conozca sobre el tema, mejor. Al tener en claro qué es necesario y estar al tanto de los detalles, el avalista contará con mayor información para decidir avalar a un tercero. Estos solo serán algunos de los puntos que señalarían que realmente somos capaces de asumir la obligación que nace del aval.

Debes conocer a la persona avalada y cuál es su solvencia

Es común que se hable demasiado del avalista pero prácticamente nada del solicitante. Para poder cumplir con el aval, el avalista tendrá que contar con unos ingresos más elevados que los del solicitante. No obstante, por parte del avalista, es fundamental tener en claro cuáles son los ingresos de la persona a la que está avalando.

Es por este motivo que resulta necesario conocer su solvencia económica y saber si se trata de una persona que es capaz de cumplir con la obligación de pago. No importa si se trata de un familiar o un amigo, cuando hablamos de ser aval para hipotecas, las palabras no valen como garantía de pago. En definitiva, la realidad es que es tan importante saber las condiciones económicas del solicitante como las del avalista.

Asegúrate de que el solicitante te brinde una muestra de compromiso

En necesario asegurarse del compromiso del solicitante con la obligación de pago del préstamo hipotecario del inmueble. Este punto puede llegar a ser incluso más importante que su propia solvencia. Una manera interesante para medir el nivel de compromiso del titular del préstamo es que éste aporte fondos propios, por ejemplo puede ser el porcentaje de una cifra o bien, una vivienda particular como seña. De esta forma es posible prevenir futuros problemas en el caso de que el solicitante se canse de la vivienda e incumpla el pago, lo que daría lugar a situaciones económicamente controvertidas que romperían la confianza que existe entre avalista y avalado. Por otro lado, también daría lugar a la reclamación al avalista de la deuda pendiente.

En primer lugar, la seguridad

Otro punto fundamental para ser aval para hipotecas es estar completamente seguro de la acción que vamos a llevar a cabo. Probablemente, se trate del primer paso para ayudar a alguien de tu entorno que lo requiera. Es fundamental leer detalladamente las condiciones, tener en claro cuáles son las ventajas y los puntos en contra, además de conocer cada una de las opciones que brinda cada solicitud que se firma. Ten en cuenta que, más allá de lo mucho que se quiera a la familia y amigos, debes informarte muy bien en este tipo de operaciones. Esto será vital tanto para los ahorros como para el futuro de los avalistas.

¿Qué riesgos implica ser aval para hipotecas?

El avalista tendrá responder en el caso de impago, siempre que no se haya limitado la responsabilidad del mismo en el contrato de préstamo hipotecario.

Al avalista se le aplicará el principio de responsabilidad patrimonial universal, que se encuentra regulado por el Código Civil, lo que significa que pondrá en juego todos sus bienes presentes y futuros para lograr cumplir con las obligaciones de pago del avalado. Esto significa que, al aceptar ser avalista de un préstamo hipotecario asumimos un gran riesgo, ya que si la deuda no se llega a pagar éste deberá con todo su patrimonio.

Por otro lado, la deuda que está garantizando el avalista aparecerá en su CIRBE, esto limitará sus posibilidades de obtener financiación nueva. En último lugar, si ni titular ni avalistas cumplen con las obligaciones de pago, ambos pasarán a figurar en bases de datos de morosidad, lo que no permitirá que logren obtener más financiación.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre los riesgos de ser aval para hipotecas. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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