En OI REAL ESTATE te mostramos dos ejemplos de las casas del diseñador e ingeniero mexicano Luis Barragán, quien nació en el estado de Jalisco en 1902 y fue uno de los impulsores de la arquitectura emocional.
A través de los diseños Barragán supo darle un sentido espiritual a los espacios con recursos como el manejo de la luz natural y el color. Nunca dejó de lado la arquitectura vernácula de México para elevar sus obras a un nivel artístico.
Barragán, era ingeniero civil de profesión y arquitecto por trayectoria. Luego de su viaje de estudios de Europa aplicó en Escuela Libre de Ingeniería pero esta ya no entregaba más títulos de arquitectura. Por lo que, aún habiendo cumplido con los requisitos, no pudo obtener su título oficial como arquitecto. Durante el resto de su vida firmó, alternativamente, como ingeniero, como arquitecto o como arquitecto paisajista.
En 1928 diseñó su primer vivienda, la casa González Luna en Guadalajara y en 1976 le encargaron su última obra la casa Gilardi en San Miguel Chapultepec de la ciudad de México, dos íconos dentro de la arquitectura de México. También fue galardonado con el premio Pritzker en 1980.
En este artículo encontrarás:
¿De qué se trata la arquitectura emocional?
Es un movimiento surgido en México a mediados del siglo XX. Este estilo tuvo como objetivo buscar recuperar la identidad y la tradición de la arquitectura mexicana, para trascender sólo la funcionalidad de la disciplina.
Para esta corriente la arquitectura es una obra de arte. Es por ello que cada pieza que se construya bajo sus premisas deberá, por medio del espacio, provocar emociones y sensaciones.
Uno de los creadores de este estilo en México fue Mathias Goeritz, quien publicó el “Manifiesto de Arquitectura Emocional”, donde postuló que existe una manera en que percibimos y habitamos dentro de los espacios, más allá de su funcionalidad.
Esta corriente pone de relieve factores como el agua, la iluminación, el color. Todos ellos ponen a trabajar los sentidos en el ser humano generando sensaciones y emociones únicas.
La primera casa de Luis Barragán: el encargo de González Luna
Luis Barragán fue convocado para realizar una casa en las afueras de Guadalajara para su amigo, Efraín González Luna quien fue ideólogo, político e intelectual y habitó la casa con su familia hasta la fecha de su muerte en 1964.
El contexto que enmarca la casa González Luna
Esta casa se ubica en una parcela de 1750 metros cuadrados que se va estrechando hacia el final. Esta forma fue aprovechada por Barragán para crear dos accesos diferentes. En ambas entradas es necesario atravesar un jardín antes de alcanzar la vivienda. Con un nuevo enfoque pero con rasgos característicos de la arquitectura vernácula mexicana el arquitecto utilizó:
- arcadas en las aberturas
- muros sólidos y limpios que dan robustez a la casa
- colores llamativos aplicados puntualmente
- espejos de agua
Barragán creó una volumetría nunca vista hasta ese momento en la arquitectura mexicana. En esta composición se utilizaron para construir materiales de la zona, paredes de adobe, piedra, suelos de mosaico o madera oscura, pinturas de cal y “ladrillo perón” muy utilizado en los exteriores por su dureza.
Las paredes eran de colores neutros, y los detalles fueron pintados en colores llamativos como los remates de los muros, los bancos o las barandillas. La cubierta se cubrió con tejas, las aberturas se realizaron en madera oscura.
La espacialidad del programa de la vivienda
La casa original se diseñó en dos niveles, y luego se reformó en el 1930 agregando una sala de música y dos dormitorios y en el nivel superior se amplía la biblioteca y la terraza. La obra siguió un eje longitudinal que distribuyó los espacios desde la entrada principal hasta la secundaria, cruzando el patio y el porche hasta llegar en la fuente posterior.
Los accesos de la casa fueron enmarcados con los arcos de medio punto creando espacios semicerrados. En la planta baja se desarrolló las habitaciones de vida diaria sala de estar, comedor, cuatro dormitorios, sala de música, zonas de servicio, baños y pasillos de distribución y porches de accesos. El exterior fue diseñado con un jardín de amplios espacios y con un exquisito gusto por el paisajismo.
La gran biblioteca de González Luna y el oratorio, se ubicaron en la planta alta rodeados por una terraza de amplia superficie que contiene una pérgola de madera. El eje longitudinal fue marcado por esta pérgola junto a la biblioteca y sirvió de conector entre el interior y el exterior.
Las diferencias entre la primera y la última casa de Barragán
La evolución de la arquitectura de Luis Barragán se vio en sus obras a través de los años. El diseñador incorporó una nueva funcionalidad hasta llegar a espacios espirituales por las sensaciones que creó a través del diseño.
La última construcción de Barragán: Casa Gilardi
La casa Gilardi se realizó cuando Barragán tenía 80 años y a 10 años de su retiro. El diseño fue inspirado en la cultura mexicana y en sus máximos exponentes: Frida Kahlo y Diego Rivera. Esta obra se construyó en 1976.
Esta obra se inspiró en enorme árbol jacaranda que se debía mantener, y la piscina solicitada por el dueño como parte del programa. La casa se emplazó en un terreno de 10 metros de ancho por 36 metros de largo, entre muros medianeros en Ciudad de México.
Con el fin de mantener el majestuoso árbol la casa rodeó el jacaranda. En todos los espacios se crearon una multitud de sensaciones experimentadas a medida que se recorre la casa. Las emociones del espacio se dieron a través de los juegos de luces, colores, distribución y elementos arquitectónicos.
Otros recursos que se usaron para crear sensaciones fueron:
- La escalera sin baranda que pareciera levitar bajo una luz cenital.
- El ritmo de aberturas longitudinales que alternan luces y sombras
- Entradas de luces cenitales que iluminan las formas según la posición del sol
- Y las pantallas hechas por muros destacados en sus colores
La casa se proyectó dos bloques claros, el delantero que de tres niveles unido al trasero por un pasillo que rodeó el patio central con el jacaranda.
¿Cómo se distribuyó la residencia?
El volumen delantero, llamado también casa rosada consta de tres plantas y está cerrado hacia la calle. Esta disposición reforzó su intimidad. Este sector contiene:
- planta baja con acceso, cochera y áreas de servicio
- segunda planta se proyectó un dormitorio, sala de estar y terraza
- y en la última se ubicaron dos dormitorios con sus baños
El cuerpo posterior que se conectó con la cocina delantera a través de un largo pasillo-terraza tiene dos funciones: la piscina y el comedor. Esta distribución fue única y excepcional cuando se planteó ya que esa piscina-estar-comedor es el espacio central de la casa. Se creó como un ámbito mágico donde la vida se abstrae entre un callado paso entre lo sólido y lo líquido.
Convivir con el agua y el juego de los movimientos que se refractan por las luces cenitales que iluminan el lugar dio una sensación de éxtasis y meditación.
La piscina no es grande en longitud, sí lo es en ingenio y plasticidad de colores y se inspiró en Chucho Reyes por los colores pasaron a ser una parte importante. En especial los muros rojo y azul, inspirados en un cuadro de este autor que tenía un excelente ojo para el color.
La narrativa del nacimiento de esta obra
¿Qué te pareció la obra de Luis Barragán? ¿Qué casa prefieres? Si tienes algún comentario, puedes escribirnos en la casilla debajo del post. ¡Nos interesa mucho tu opinión!
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