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Como agente inmobiliario conocedor del sector… ¿Identificas puntualmente la hora de apresurar o cerrar una negociación? Muchas veces, una diligencia en bienes raíces comienza a extenderse más de la cuenta por distintas razones y a no tener un horizonte claro. Los motivos pueden ser serios o simples tonterías. Sin embargo, todo asesor debe permanecer alerta hasta ese punto de cierre, igual que el primer día de haber sido contratado. Si no hubiera acuerdo de exclusividad (tópico tratado en varios artículos a lo largo del blog) el cliente podrá retirarse en cualquier momento ante una oferta que mejore la tuya. En este artículo de Oi Real Estate veremos cómo llevar adelante una agencia inmobiliaria competitiva. Te invitamos a continuar leyendo la nota hasta el final para conocer todo acerca de mantener de tu lado al cliente ante las múltiples y tentadoras ofertas inmobiliarias.

Preparar la negociación desde cero

Antes que nada, en una negociación inmobiliaria, el asesor debe ser un buen administrador del tiempo. Existe un lapso temporal importante, entre el ser encomendado para llevar adelante una venta o un alquiler y el inicio real de la diligencia. La mejor forma de lograrlo con éxito, es aprovechar ese período para establecer cabalmente los problemas y las ventajas de la propiedad. El objetivo es netamente preventivo: acelerar los tiempos de la negociación, evitando demoras ocasionadas por inconvenientes desconocidos y que podrían llevar al cliente a pensar que no estás siendo efectivo.

Entonces… ¿Cuáles pueden ser esos eventuales inconvenientes? La realidad es que son contados con los dedos de las manos los casos en los que todo saldrá viento en popa. A menudo ocurrirá que dichos contratiempos serán ignorados o pasados por alto, incluso por el propietario. Apuntemos fundamentalmente, a tratar de prevenirlos al máximo.

Algunas dificultades a simple vista

Cómo ser una agencia inmobiliaria competitiva, dada la nutrida oferta del sector, puede resultar un imposible si aún estás pensando en dedicarte a la compraventa de bienes raíces. Sin embargo, una vez que te encuentras en el ruedo, verás que es mucho más sencillo de lo previsto. Al momento de planificar tus diligencias, desde la primera visita a la propiedad, vale tomar nota de las dificultades que puedan presentarse a primera vista. Veamos solo algunas de ellas.

  • Daños visibles. Para muchos propietarios no será un inconveniente publicar su vivienda, aún mostrando ésta serios inconvenientes de pintura, o manchas de humedad. Comunica rápidamente la dificultad implícita en ofrecer una propiedad poco presentable y los riesgos que acarrea esta acción en cuanto a demoras en resolver por parte del interesado eventual.
  • Problemas estructurales. Procura realizar un inventario de las complicaciones estructurales internas. Propone al propietario realizar cualquier reforma seria antes de publicar la vivienda, tanto para venta como para alquilar. ¿Exhibiría su propiedad entre escombros?
  • Falta de certificados. Asegúrate de que la propiedad cuente con las disposiciones legales pertinentes para ser vendida o alquilada. Recuerda que según la región, existe una variedad de certificados de habitabilidad (energéticos, por ejemplo) que debe estar al día.
  • Escrituras desactualizadas. Repasando el ABC del agente inmobiliario, sabrás que para vender una vivienda, o realizar un contrato de alquiler o arrendación, su propietario debe ser identificable y responsable de su firma. De este modo, la identidad de quien aparece en la escritura como dueño de la propiedad, está obligada a coincidir fehacientemente con la de quien firmará el traspaso de titularidad, o el contrato.

Una agencia inmobiliaria competitiva

Un cliente puede cancelar tu servicio en cualquier momento y por distintos motivos. Las causas más recurrentes se argumentan en haber encontrado una mejor oferta, generalmente en cuanto a comisiones requeridas; sino un monto mayor en la tasación. La única manera de “garantizar” la funcionalidad de tu servicio hasta el momento mismo de firmar y cerrar la operación será no perderle el rastro a la misma, ni dejar que se ralentice por cuestiones operativas.

Si trabajas en relación de dependencia con una agencia especializada, reclama a su personal cuanto sea necesario para que la diligencia mantenga su curso activo. En cambio, si eres un asesor independiente, ocúpate de no perder el control de la situación en ningún momento. En este caso en particular, si has propuesto una serie de reformas, estate presente lo más posible, así como informado sobre su marcha, tramo a tramo.

Alejar al cliente de problemas innecesarios

Dijimos que un cliente puede verse tentado ante ofertas que mejoren la tuya. Pues bien, será finalmente su decisión. Pero, para evitar que esto suceda, debes cubrir varios flancos. Llevar tranquilidad ante sucesos (buenos o malos) es una de las principales acciones que todo agente inmobiliario debe ejercitar a diario.

No todos, pero sí la mayoría de los clientes viven el período de venta de su propiedad con justificada incertidumbre. Esa incertidumbre se traduce en ansiedad. Es normal, si consideras que tomar la decisión de vender, comprar o alquilar no es una situación a la que las personas se estén exponiendo constantemente. Como asesor (y ante las múltiples ofertas inmobiliarias) es vital transmitir el sosiego necesario. Será también una manera efectiva de mantener la situación controlada, pensando en el bienestar mental de cada implicado.

“Gracias. Solo estoy viendo”

Poco recomendable será comunicar al cliente cada vez que recibes una oferta por su propiedad. El imaginario colectivo tiende a suponer que recibir una oferta implica el éxito de la operación. Y, si bien cada vez que un interesado se comunica con tu oficina de servicios inmobiliarios para concertar una visita a una propiedad publicada es sin dudas una buena noticia, como agente inmobiliario sabes que esto no garantiza nada. La llamada interesada ni siquiera asegura que el eventual comprador o inquilino acuda a la visita que él mismo ha solicitado. Vale la pena ser precavido entonces.

Habrás pasado seguramente por más ofertas que terminaron en el suelo, que por ofertas recibidas que fueron directo a la concreción de la negociación. Tómate el tiempo de conocer o identificar en la generalidad quién es el interesado que oferta. Conocer acerca de su vida profesional, a qué se dedica, por qué le atrae esta vivienda en cuestión, son detalles que te ayudarán a clasificar su ofrecimiento como potable, o como parte del “Gracias… Solo estoy viendo”.

Una correcta valoración

Para lograr mantener a un cliente ante las múltiples ofertas inmobiliarias existentes, debes asegurarte el haber realizado una valoración correcta de su propiedad. Respecto a esto, no hay muchas mejores alternativas que estudiar permanentemente el mercado zonal. Sin sobrevaluar, ni regalar la propiedad, habrás llegado al coste ideal de salida al mercado.

¿Los clientes suelen preguntarte alarmados por qué una vivienda vecina ha sido tasada muy por encima de la suya? Bueno, pues conocer el mercado local es el mejor argumento y estará allí la respuesta indicada a este tipo de reclamos. Finalmente, la vivienda mal tasada será la del vecino y no la que están publicando juntos.

Elige la información a compartir

Es necesario compartir ciertos datos con el cliente. Considerando que la mayoría de los clientes conocerá poco y nada del mercado inmobiliario, ni los índices descendentes o ascendentes de este sector, deberás sin embargo seleccionar esa información a transmitir para no generar falsas expectativas. La instrucción es algo que no podrá jugarte en contra. Piensa que al momento de vender, cliente y agente inmobiliario son un verdadero equipo.

Si (como dijimos en el punto anterior) has valorado bien, poner en conocimiento al cliente sobre las estadísticas y las tendencias zonales, terminarán por evitarte consultas innecesarias. El vender o alquilar, conlleva un movimiento importante de dinero. Intenta que tu cliente esté siempre de tu lado, notificándole los cambios más relevantes en el mercado.

Atención personalizada

Desenvolviéndote en el sector de los agentes inmobiliarios, sabrás que este tiene la particularidad de no obligarte a tratar con decenas de clientes a la vez. Por lo tanto, mantén tu agenda bien organizada y dedícale al cliente todo el tiempo que esté a tu alcance. Encontrarás en una dedicada y sincera atención personalizada la mejor y más fluida manera de llegar al éxito de cualquier negociación. Ganarte su confianza, será la llave para que tu cliente rechace otro servicio que no sea el que han diagramado juntos.

Hemos visto algunas alternativas acerca de cómo ser una agencia inmobiliaria competitiva en uno de los sectores más poblados respecto a servicios. Si posees las tuyas y te han dado resultado nos encantaría conocerlas en la bandeja de comentarios al pie del artículo.

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