El modelo de supermanzanas de Barcelona está cumpliendo con su objetivo de transformar la ciudad en una zona “más próxima, saludable, sostenible, segura y humana”, según el Ayuntamiento. Es por eso que el próximo paso en materia de obra urbana consistirá en actualizar el Plan Cerdá, extendiendo este modelo de supermanzanas hacia el barrio del Eixample.

Pero ¿qué son las supermanzanas?, ¿en qué consiste el proyecto?, ¿cuáles es la estrategia en el distrito del Eixample? Sigue leyendo que en este artículo te contamos todo al respecto.

Las supermanzanas de Barcelona: ¿qué son exactamente?

Si bien este concepto data ya de muchos años atrás, fue en el 2016 cuando las supermanzanas de Barcelona comenzaron a instalarse. En ese entonces, desde la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), entrevistó a Salvador Rueda, quien ejerce como director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona desde su fundación en el 2 000. Y fue él mismo quien definió a las supermanzanas de la siguiente manera:

Las supermanzanas son nuevas células urbanas de unos cuatrocientos o quinientos metros de lado, en donde la periferia se articula como si fueran vías básicas. Conectadas unas con otras, nos da una red que está pensada para el vehículo de paso, para el que quiera ir lo más pronto posible de un lado a otro de la ciudad. Pero el interior lo transformamos. Son áreas de 10 km/h, donde pueden jugar los niños, donde las personas invidentes pueden deambular seguras. En donde se pueden hacer todos los usos que la ciudad nos permite. Con las supermanzanas liberamos en una ciudad, en el caso Barcelona, el 70% del espacio que hoy ocupa la motorización”.

supermanzanas de Barcelona

En otras palabras, las supermanzanas de Barcelona pretenden reducir la cantidad de espacio urbano destinado a la motorización y transformarlos en espacios peatonales en donde los ciudadanos puedan realizar actividades deportivas o de ocio. Se podría ver, a grandes rasgos, como la creación de una sola gran manzana a partir de nueve bloques convencionales.

Ahora bien, ¿cuál es la finalidad de esta transformación urbana?

La finalidad de las supermanzanas: salvar 3 500 vidas anuales

Podríamos pensar que este proyecto urbanístico apunta a reorganizar el tránsito de la ciudad y a reducir, por ejemplo, el número de atropellos. Esta afirmación es cierta, pero es incompleta. Pues, el principal objetivo de la creación de las supermanzanas de Barcelona es mejorar la calidad del aire de la ciudad hasta situarla por debajo de los máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De lograrse este objetivo, podrían salvarse alrededor de 3 500 vidas por año.

Para ello, la limitación de la circulación de vehículos es de suma importancia. Pero también se suman al proyecto la creación de zonas verdes en cada intersección de calles. Pues, lo que se pretende es que cualquier vivienda se encuentre a menos de doscientos metros de un parque, en donde, lógicamente, se han plantado árboles que contribuyen a la oxigenación del área.

Esquema de las supermanzanas de Barcelona

En estas grandes islas pensadas por Salvador Rueda, lo primero que se hace es unificar un área de tres manzanas de ancho por tres de largo. Obteniendo así una zona de, aproximadamente, cuatrocientos metros de lado.

En el interior de esta supermanzana, se restringe la circulación de vehículos. Y, además, cada esquina se convierte en un espacio público. En este sentido, es interesante analizar las estadísticas. Pues, a día de hoy, el 80% del espacio público es utilizado por los vehículos. Por lo tanto, este proyecto intenta reivindicar la utilización de estas áreas urbanas para tareas recreativas, de ocio o de descanso.

Supermanzanas de Barcelona

Los antecedentes de las supermanzanas en el Poblenou

La supermanzana del Poblenou está delimitada por las calles Badajoz, Pallars, Llacuna y Tànger. Antes de la reforma urbanística, las calles interiores de esta supermanzana, dedicaban cinco metros por lado a los peatones y diez metros a la calzada para los coches. Pero ahora, el tráfico motorizado dispone de un solo carril de circulación lenta, donde no pueden superarse los cuarenta kilómetros por hora. De esta manera, se ha logrado recuperar un 75% del espacio utilizado por los coches en cada tramo de la calle.

Ahora bien, los estudios indican que la transformación fue sumamente exitosa, pues se han recuperado un total de 13 350 metros cuadrados de espacio público para los peatones. Aunque, por le otro lado, el tráfico de las vías perimetrales aumentó en un 2,6%; mientras que el número de coches que circulan por las calles interiores se redujo en un 58%.

Pero, además, se ha logrado reducir la contaminación sonora. Pues los informes datan de una reducción de cinco decibelios en los niveles de ruido diurnos.

Por otro lado, se plantaron 212 nuevos árboles, se instalaron trescientos nuevos bancos y se multiplicaron las actividades al aire libre (hecho realmente beneficioso en estos tiempos).

¡Las supermanzanas de Barcelona llegan al Eixample!

Partiendo de todos estos resultados tan favorables, el ayuntamiento ha decidido continuar con el plan de urbanización. Y la próxima actuación será la actualización del Plan Cerdá, es decir, la implementación del modelo de supermanzanas en el Eixample.

Actualmente, los niveles de contaminación en esta área son alarmantes: pues el nivel de polución del aire en 2019 fue de 50 microgramos por metro cúbico, mientras que la OMS recomienda un máximo de cuarenta. Y uno de los principales motivos, es la alta afluencia de coches que pretenden cruzar la ciudad para ir a trabajar o volver a sus hogares cada día.

Ahora bien, el primer paso para llevar adelante esta propuesta de reestructuración urbana será lanzar dos concursos públicos para la reconversión en ejes verdes de las calles: Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell. Además, se habilitarían cuatro plazas en los cruces de las calles:

  • Consell de Cent y Rocafort
  • Consell de Cent y Comte Borrell
  • Consell de Cent y Enric Granados
  • Consell de Cent y Girona.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

Según ha manifestado el ayuntamiento, el objetivo es convertir veintiún calles en ejes verdes. Es decir, calles en donde se reduzca el tráfico y se amplíe el espacio público para los peatones. Además, se pretenden instalar veintiún nuevas plazas en total en los cruces correspondientes, lo que supondrá: 3,9 hectáreas de plazas y 33 kilómetros de área urbana pacificada.

La inversión, en total, sumará unos 37,8 millones de euros. De los cuales 32,8 serán destinados a la ejecución de los ejes verdes y 5 a las plazas. Se prevé que las obras comenzarán en el primer trimestre del 2022.

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