El barrio residencial por excelencia en la ciudad se caracteriza por una gran calidad de vida y buenas comunicaciones. El actual Sarrià de Barcelona mantiene la esencia tradicional mezclada con vecinos que llegan para quedarse. En sus calles se reencuentra pasado y presente.
Compartiendo distrito con Sant Gervasi, Sarrià conserva el regusto por la tradición. Haber sido la último municipio en incorporarse a Barcelona , en el año 1921, es uno de los motivos.
Vecinos de toda la vida, simbólicos edificios y calles con historia marcan su personalidad y le hacen conservar su esencia. El orgullo de Sarrià es la suma de todo ello, junto a saberse entre los barrios más prósperos de la ciudad.
Rincones con encanto a pocos metros de majestuosos pasajes.
El centro de Sarrià se mueve en torno a su núcleo antiguo, repleto de lugares que mantienen la esencia de la vida del barrio. Un céntrico mercado, una transitada calle o un bar de tapas son ejemplos de ese auténtico espíritu.
Recorrido por el viejo Sarrià
Tan pintoresco como elegante y pausado, el barrio de Sarrià es uno de los más extensos en Barcelona. Conocido por su carácter residencial y ambiente tranquilo, el barrio tiene mucho más para aquellos que se atreven a vivirlo y no solo a pasar de visita. Calles con historia y pasajes con encanto.
El centro del barrio lo forman la Plaza de Sarrià y su calle principal, Major de Sarrià. Es una calle llena de tiendas, restaurantes y bares. Del núcleo antiguo de Sarriá aún se conserva el encanto de su zona histórica, sobretodo alrededor de la Iglesia de Sant Vicenç y de la propia Calle Major.
Su arquitectura tradicional cuenta con el querido Mercado de Sarrià y las tiendas de siempre. A su alrededor las casas de veraneo modernistas que dieron gran esplendor a la burguesía de la ciudad.
Colina abajo se encuentra otro barrio residencial, Sant Gervasi de Cassoles, delimitado entre el encantador barrio de Gracia, la arbolada Avenida Diagonal y la ruidosa Ronda General Mitre. Esos son los límites del viejo Sarriá.
La vida en el Sarrià de Barcelona
La vida más intensa de Sarrià se concentra en la Calle Mayor de Sarrià. Entre tiendas, restaurantes y alguna cafetería da la impresión de estar en un pueblo donde todos se conocen. La gente es amable y hospitalaria.
Hospitalidad, amabilidad y familiaridad perviven en el ambiente. Formar parte como un vecino más hace compartir el estilo de vida sarriense con hábitos cotidianos como hacer la cola de la compra, pasear por sus calles o compartir un café en cualquiera de sus rincones.
Las posibilidades son diversas, entre excelentes restaurantes de cocina tradicional, de vanguardia y de autor. A ello se suman acogedores bares y cafeterías donde se reúnen unos y otros para ponerse al día del barrio.
Uno de los lugares que retienen el carácter del barrio de Sarrià de Barcelona es el restaurante El Vell Sarriá (C/Major de Sarrià, 93), conocido por sus fantásticos arroces. También lo es la Pastelería Foix de Sarriá (C/ Major de Sarrià, 57) que hace las delicias de todos los barceloneses. Aunque el más famoso es un sencillo bar de barrio que ha creado escuela, el Tomás.
El Bar Tomás (Calle Major de Sarrià, 52) es un modesto bar de barrio que con casi un siglo de historia ha enamorado a barceloneses y visitantes. Todo un símbolo del tapeo catalán sin discusión. The Wall Street Journal, le dedicó un recordado artículo en 2008. Y en él señalaba a Tomás como uno de los cinco mejores locales de España en el que comer patatas bravas.
En un mundo de alta gastronomía, este sencillo bar merece un homenaje. Descubrir el Bar Tomás es conocer un lugar con el encanto más sabroso de Sarriá. Lo frecuentan desde generaciones enteras de universitarios a vecinos de toda Barcelona.
Clínicas, universidades y diplomacia
El tejido empresarial de Sarrià está muy presente en las áreas de la salud y la educación. Y es que en el pasado, muchos centros buscaban aires saludables para sus pacientes. Y cuanto más se alejaban de la densa ciudad amurallada, más ganaban en salud y prevención de epidemias.
En aquella época la mayoría de sanatorios y clínicas estaban ligadas a órdenes religiosas. Y por ello aprovecharon los terrenos en Sarrià y Sant Gervasi, ya que en Barcelona no quedaba espacio monástico.
Esa es la razón por la que ésta zona concentra una veintena de clínicas y hospitales, además de dos centenares de centros médicos privados. La zona se vuelve muy activa en horario comercial. En contraste con la tranquilidad de que disfruta durante las noches y fines de semana.
A su vez, este barrio se caracteriza por tener algunas de los mejores centros educativos de la ciudad, entre ellos históricas escuelas y colegios internacionales. También encontramos reconocidas universidades de prestigio como la Universidad Ramon Llull, que tiene aquí su rectorado.
Igual de importante es la actividad diplomática y de consultoría. Junto al Eixample, esta zona concentra el 80% de consulados y delegaciones extranjeras de Barcelona. Y además, es foco de otros organismos como cámaras de comercio, centros de promoción empresarial, colegios oficiales y departamentos de la Administración Pública.
El Sarrià de Barcelona es, sin duda, uno de los barrios que mejor ha sabido conservar un espíritu con más de 10 siglos de historia.
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