A mitad de camino entre el Quadrat d’Or y el Casco Antiguo de Barcelona, el barrio de Sant Antoni aguarda con ilusión la reinauguración de su mercado central. Una joya que atrae a residentes y nuevos negocios por igual.
Como nuevo barrio de moda de Barcelona, Sant Antoni empieza a desvelar algunas incógnitas sobre su futuro próximo. Todo ello, cada vez más cerca del final de las obras de rehabilitación del mercado centenario.
La reciente moratoria para la apertura de establecimientos comerciales es una de ellas. Se trata de un proceso que paraliza la puesta en marcha de nuevos bares, restaurantes y tiendas destinados a turistas, para la protección del comercio de proximidad.
Mientras que algunas joyas como La Carboneria o la isla central de los cines Urgell son rescatados para acoger proyectos residenciales o nuevas zonas verdes.
A pocos meses para abrir las puertas al renovado Mercat de Sant Antoni, la actividad vecinal y la llegada de nuevos residentes no se detiene.
Moratoria a la espera del Nuevo Mercado
El Ayuntamiento de Barcelona anunció el pasado mes de febrero la suspensión de licencias comerciales en veinte manzanas del barrio de San Antoni. Esta medida permite al consistorio ganar tiempo hasta definir el futuro plan de usos de la zona.
Se trata de una moratoria que frenará la proliferación de establecimientos de restauración y comercios de ‘souvenirs’ destinados a turistas.
Concretamente, no se podrán abrir bares, restaurantes o establecimientos de pública concurrencia en el área delimitada entre diversas calles. Exactamente Calabria, Sepúlveda, Casanova, Marqués del Campo Sagrado, ronda Sant Antoni, Ronda sant Pau y Avenida Paral.lel.
De momento, ya existen 235 proyectos en marcha que operan con normalidad. Un conjunto de establecimientos que no aumentará durante el próximo año. Como mínimo hasta la reapertura del Mercat de Sant Antoni, prevista para mediados de 2017 y la aprobación del nuevo plan de usos.
Pacificación del barrio de Sant Antoni
Al modelo urbanístico de Sant Antoni también le aguarda un cambio importante en los alrededores del mercado.
El proyecto de pacificación urbana puesto en marcha en el Poblenou tiene previsto la construcción de una superisla en mitad de este histórico barrio del Eixample.
Sin olvidar la incorporación de nuevas áreas verdes. Tras la reforma de la Avenida Mistral que comunica el Mercat de Sant Antoni con la Plaza Espanya, otras zonas incorporarán espacios al aire libre.
El antiguo cine Urgell será sustituido por un interior de manzana con casi 1.000 metros cuadrados de zona verde, accesible desde la calle Borrell.
La Carbonera acogerá un edificio residencial
El conocido edificio de La Carbonera, el más antiguo del Eixample, ha desbloqueado su situación para incorporar un nuevo bloque de viviendas.
Esta finca protegida, que forma parte viva de la historia de Sant Antoni, llevaba años siendo ocupada ilegalmente. Su amplia fachada, entre las calle Urgell y Floridablanca, esconde el primer edificio bajo el proyecto de Ildefons Cerdà.
Como Bien de Interés Urbanístico, este edificio únicamente puede ser destinado a alojar viviendas u oficinas. Pero la mejor noticia de todas es que volverá a tener vida, tal y como desean los vecinos.