El envejecimiento del parque de viviendas aumenta un 3,3% el mismo año en que cerca de nueve millones de inmuebles deberían aprobar un informe de evaluación estructural. ¿Cómo afronta España los retos en la rehabilitación de vivienda?
España cuenta con un gran parque residencial formado por 25,2 millones de viviendas. Inmuebles que, sin mantenimiento periódico y con el paso de los años, corren un doble peligro. Por una lado la seguridad de las personas. Residentes o no. Y por el otro la pérdida de valor estético y estructural.
Recientemente se ha dado a conocer el estudio ‘Tu edificio en forma‘. Un documento elaborado por la Mútua de Propietarios y el Colegio Oficial de Aparejadores de Murcia donde se alerta del envejecimiento del parque de viviendas.
Según el informe, algo más de 8,6 millones de inmuebles deben superar el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) antes de acabar el año. Un examen obligatorio para aquellas propiedades que superan los 50 años de antigüedad. Y que en algunas regiones y ciudades afecta a inmuebles con más de 30 años.
Entre los detalles que se revisan, destacan el estado de conservación, la accesibilidad general y la eficiencia energética de la vivienda. Circunstancias que no reúnen la totalidad de las viviendas.
Especialmente si hacemos caso a los últimos datos de Andimac. Donde se recoge una caída en el número de trabajos de reforma respecto al año pasado. Mientras el parque de viviendas envejece un 3,3% más año tras año.
Pon ‘Tu Edificio en Forma’
Unos 8,6 millones de viviendas de los más de 25 que conforman el parque residencial español, están llamados a pasar el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) antes de acabar 2018.
El último informe de la Mútua de Propietarios sobre el estado de los edificios de viviendas pone énfasis en la “necesidad de concienciar a propietarios y usuarios de realizar revisiones y reparaciones“, en palabras de Marta Campos. “La única manera de garantizar la seguridad de los residentes“.
Los datos del informe hacen balance de la antigüedad del parque residencial. Entre las fincas más antiguas, destaca un 17% de viviendas construidas entre 1900 y 1955. Un largo periodo de lento desarrollo inmobiliario que necesita de mucha atención.
“Estas viviendas, edificadas en la primera mitad del siglo XX, pueden padecer daños estructurales en la madera de la cubierta por la filtración de humedad, además de los efectos de la carcoma en las vigas de los forjados”, señala A. Mármol, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores de Murcia.
Un 38% de las viviendas datan de 1956 a 1979
Entre las épocas con mayor actividad constructiva destaca la década de los años 60 y 70. Según el informe, existe un 38% de inmuebles edificados entre 1956 y 1979.
Se trata de viviendas ejecutadas con más rapidez y menos cuidado. Hecho que fomenta la aparición de ciertas grietas en cualquier parte de la fachada. Además de malos olores por la escasa ventilación en bajantes y demás saneamientos. Así como el deterioro de cuadros eléctricos, enchufes y cableado.
“Todo ello sin mencionar patologías, como la aluminosis, que comprometen la estabilidad del edificio“, recuerda el A. Mármol.
Tras estas etapas, se han sucedido otras de mayor desarrollo inmobiliario. Primero la etapa de 1980 a 1992. Que cuenta con un 16% del parque residencial. “Se trata de edificios y viviendas que no necesitan pasar el IEE, aunque muchos de ellos están expuestos a la climatología por haber sido edificados junto a la costa“, puntualiza Mármol.
Finalmente, un 17% de las viviendas data de 1993 a 2005. “Son propiedades aún modernas aunque construidas de manera apresurada por el crecimiento inmobiliario de la época“, añade. “Inmuebles que pueden presentar pequeñas grietas en la zona envolvente, algunas humedades y condensación interior“.
Cambio de mentalidad entre los propietarios
En este contexto, Andimac ha dado a conocer un informe sobre el gasto de los españoles en rehabilitación de vivienda.
Según las estadísticas de 2018, los propietarios invertirán unos 681 euros de media por vivienda. Esto supone un 4,5% más que hace un año.
Sin embargo, la falta de medidas efectivas por parte de la administración puede provocar que se lleven a cabo unos 75.000 proyectos menos que en 2017.
“Una mala noticia motivada, no solo por cuestiones económicas, sino también por la falta concienciación entre algunos propietarios“, señala Luis Gualtieri. “Contamos con una gran demanda de vivienda que impulsa al alza los precios de venta y de alquiler. ¿Por qué no asegurarnos de poner en valor nuestra activo más valioso?“, añade el CEO de la agencia inmobiliaria Oi Realtor.
“La rehabilitación de vivienda permite sacar un mayor partido por el inmueble, tanto si se quiere vender como si se desea alquilar“.