El sector inmobiliario no se toma vacaciones por verano. Y menos en la provincia de Girona. Las propiedades de lujo tanto en la Costa Brava como en el Baix y Alt Empordà lideran la recuperación del mercado de segunda mano.
Es extremadamente difícil imaginar una familia adinerada en Catalunya sin una verdadera casa de lujo cerca del litoral de Girona.
El idílico enclave que rodea a la Costa Brava e incluso a l’Empordà no ha perdido atractivo para los veraneantes más solventes. Al contrario, su interés se ha incrementado tanto entre los compradores nacionales como entre los extranjeros.
El experto inmobiliario Eduardo Molet destacó recientemente la exclusividad característica en este tipo de transacciones. Las propiedades de lujo son el objetivo de clientes con alto poder adquisitivo y la operación no sobrepasa un pequeño círculo muy restringido.
Tanto por el posible comprador como por la cifra de venta, son transacciones que no necesitan de financiación. Y donde el tiempo transcurre más lentamente. Hasta alcanzar un promedio de nueve meses por operación.
Este es el mercado del lujo inmobiliario, que vive sus años dorados.
Precios en la Costa Brava y l’Empordà
El informe de Tinsa ‘Vivienda en la Costa 2016’ apuntó, a principios de verano, que la segunda mano residencial ya había tocado fondo. Sobre todo en lugares como el litoral de Girona.
En localidades como Palamós o Blanes se han dejado sentir claros signos de recuperación. Ambos enclaves registraron incrementos por encima del 12% en el último año. Mientras que el encarecimiento medio en la Costa Brava ha sido del 5,9%.
Aunque la zona con mayor recuperación es la que va de Blanes a Platja d’Aro. Impulsada por la escasez de obra nueva a la venta.
También cabe destacar la zona que va desde Sant Feliu de Guíxols hasta la localidad de Cadaqués. Poblaciones situadas en el Alt y el Baix Empordà, donde apenas se ha construido en la última década. Y que revalorizarán su exclusivo parque inmobiliario.
Más ventas de propiedades de lujo
El informe de Tinsa menciona las Estadísticas del Ministerio de Fomento para recordar que las operaciones de 2015 superaron en un 4% a las de 2014, en la Costa Brava. El año pasado se cerró con 8.378 compraventas. Muchas de ellas con compradores foráneos o clientes venidos de Barcelona.
Entre las localidades más exclusivas, Llafranc (Baix Empordà) está a la cabeza. Seguida de Blanes y Tossa de Mar. Lugares donde entre apartamentos por 150.000 euros y villas por 2 millones hay un amplio abanico donde escoger.
Aunque una cosa sí es segura. Y es que este tipo de viviendas de segunda mano ya no van a bajar más. Así lo afirma la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (Apei).
Ahora, y con escasez de obra nueva, solo queda aprovechar el buen momento para comprar vivienda.