El barrio más cosmopolita de Barcelona es también uno de los más animados en su vida nocturna. El Raval de noche tiene lugares imprescindibles para quienes buscan una cena original, aquellos que disfrutan del espectáculo urbano o los que buscan la última copa.
Pocos barrios de Barcelona tienen una propuesta tan original como la del Barrio del Raval. Su carácter festivo y la habitual alegría de sus calles son aún más auténticos al caer la noche, especialmente los fines de semana.
Si el Barrio Gótico es el más turístico, El Raval mezcla vanguardismo y energía a cualquier hora. Ravaleando entre los bares de toda la vida o explorando los nuevos locales de moda, la noche pasa casi sin darse cuenta.
Porque el antiguo Barrio Chino ha sido uno de los que mejor se ha reinventado en la nueva Barcelona. El Raval busca tendencias y las personaliza, tiene historias y las cuenta, y cuando llega el momento de disfrutar, lo hace sin mesura.
Un barrio donde salir prácticamente de lunes a domingo, y que duerme lo justo para sacar su mejor cara al día siguiente. El Raval es arte y gastronomía, moda y cócteles, diseño e historia.
¡Conozcámoslo un poco más su noche, para disfrutarlo también de día!
Callejeando el norte del Raval de noche
Recorriendo desde Las Ramblas hacia la Plaza Universitat, cada pequeña calle se llena de quienes saborean la primera copa de la noche.
Aquí está la calle Tallers, la más musical de la ciudad, que al caer la noche se llena transporta a locales donde disfrutar.
Tanto los clásicos de Tallers, con el emblemático Boadas (C/Tallers, 1) o el popular La Llibertaria (C/ Tallers, 48), como los pequeños bares de la calle Sitges con el Caribbean Club (C/Sitges, 5) a la cabeza, o las terrazas de la Plaza Vicenç Martorell donde destaca el Kasparo (Pl Vicenç Martorell, 4), permiten un momento de relax.
Si nuestros pasos se dirigen hacia el MACBA, a su alrededor encontraremos otros lugares por donde dejarse llevar. La calle Joaquim Costa es la más conocida, salpicada de coctelerías de principio a fin (Betty Ford, Oddland, Negroni, Tahití, Beirut 37, Almirall, Olímpic o 33/45). Las calles Ferlandina o Peu de la Creu se cruzan a su paso, contagiadas por un ir y venir de gente de todas la edades.
Al final de Joaquim Costa, la calle del Carme es una pequeña frontera, como la calle Hospital. Ambas separan las dos mitades del Raval y la unen a otros extremos del Casco Antiguo de Barcelona.
Por un lado, en la Plaza del Pedró. Un lugar donde detenerse a tomar algo o por donde seguir hasta llegar al Mercat de Sant Antoni. La parada imprescindible aquí es el Zelig Barcelona (C/ Carme, 116), un bar cubierto por murales de pop art con sesiones de dj de fondo.
Siguiendo la calle del Carme hacia las Ramblas, encontramos casi escondidos los Jardines Doctor Fleming y junto a ello la renovada Plaza Gardunya.
Esta plaza es la ‘puerta trasera’ del Mercado de la Boquería y conforma un nuevo espacio para el barrio, a pocos pasos de la calle Junta de Comerç donde sobresale el Bar Mendizábal (Junta de Comerç con Hospital) y la Plaza Sant Agustí. con el Rita Blue (Pl Sant Agustí, 3).
El Raval canalla al caer el sol
El camino debe seguir por la Rambla del Raval, paseo central del barrio donde abundan restaurantes multiculturales. A lado y lado de este gran bulevar encontramos lugares de contrastes.
Junto a enormes y modernos edificios como el Hotel Barceló y la Filmoteca de Catalunya, históricos como el Bar Marsella (C/ Sant Pau, 65) soportan el paso de los años y otros como el Sifó (C/ Espalter, 4) siguen ofreciendo la mejor música. Un dueto al que se suma La Monroe (C/ Sant Josep Oriol), terraza de la Filmoteca.
A la otra orilla de la magnífica Rambla, pequeñas callejas le dan un sentido artístico al barrio. Es el caso de la calle Riereta, con el café teatro El Llantiol (C/ Riereta, 7) o el espacio de danza La Poderosa (C/ Riereta, 18).
A su lado, la calle Carretes se ha convertido en un lugar ‘diferente’ para disfrutar de una cena con la pareja o los amigos. Sorprenden la buena cocina con ambiente rojizo de Las Fernandez (C/ Carretes, 11), justo enfrente está del Lo de Flor (C/ Carretes, 18), con tonos claros y platos italianos y a .
El recorrido llega a su fin en la calle Nou de la Rambla, el camino que une Las Ramblas y el Gótico con el Paralelo y el Poble Sec.
En Nou de la Rambla con la calle Guardia, encontramos una muestra de las tres propuesta en la noche Raval: el mítico y cosmopolita con London Bar (C/ Nou de la Rambla, 34), el clásico y original café-bar con La Concha (C/ Guardia,14) o la discoteca para todos los gustos con Les Enfants (C/ Guardia, 34).
Este es el Raval de noche: Barrio para gente auténtica y ‘sin complejos’.
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