Poder llegar a ‘comprar’ la ciudadanía a cambio de emprender o comprar una vivienda de lujo es un hecho común en diversos países. Desde Canadá a España, la Golden Visa es una herramienta útil para captar inversiones.
A pesar de la larga historia de los programas de concesión de ciudadanía o permiso de residencia, su popularidad se hizo mayor tras la crisis económica de 2008.
La conocida como Golden Visa ha servido para que más de veinte países, muchos de ellos europeos, capten a grandes fortunas en busca de un país donde prosperar. Ciudadanos chinos, rusos, iraníes o venezolanos que buscan seguridad para su patrimonio, además de un pasaporte que facilite su libre circulación.
A cambio, el mercado inmobiliario de lujo se ha visto impulsado y el tejido empresarial revitalizado de la mano de nuevos emprendedores. Países como España o Portugal han sido de los últimos en poner en marcha este tipo de programas, aunque con resultados diferentes.
El ‘precio’ de la Golden Visa
Diferencias que multiplican hasta por 100 la inversión mínima requerida para obtener la residencia económica y plazos que llegan hasta los 12 años para conseguir la ciudadanía. Así es el mapa de las Golden Visa a nivel internacional.
Si todo tiene su precio, obtener un pasaporte no es una excepción. Diversos estados, mayoritariamente de Europa y América, emplean esta lógica para atraer millonarias fortunas a cambio de conceder la ciudadanía.
Hace menos de un año, el Fondo Monetario Internacional publicó una relación de los programas de residencia y ciudadanía aplicados por los diversos países del mundo.
Algunos pusieron en marcha el sistema a partir de la recesión económica mundial, mientras que otros lo hacen servir desde hace décadas. Entre los más antiguos encontramos San Cristóbal y Nieves. Dos islas que forman parte de las Antillas donde desde 1984 se concede el pasaporte a cambio de invertir 250.000 dólares.
Seis años después, en 1990, Estados Unidos puso en marcha un programa que ofrecía la ciudadanía por medio millón de dólares. Y en 1993 fue Dominica, la isla caribeña, quien concedió el permiso a cambio de 100.000 dólares. Esta es la inversión más pequeña hasta la fecha, aunque no sabemos si la más interesante.
Entre los últimos países que aplican esta fórmula está España, que desde 2013 y sin requisitos previos de residencia, concede la Golden Visa. Basta con invertir medio millón de euros en la compra de una vivienda o la puesta en marcha de una iniciativa empresarial.
Una inversión con permiso para el comprador y toda su familia, pero también con una garantía asegurada: la rentabilidad inmobiliaria en España.