Detalles como el lugar y el espacio resultan fundamentales en el precio de la vivienda. Pero, ¿qué otros factores marcarán el valor final de nuestra casa ideal?

La búsqueda de una casa ideal consume parte de nuestro tiempo y proyectos personales. Aunque se trata de un concepto que evoluciona con el paso de los años y el cambio en nuestras circunstancias vitales.

Nada tiene que ver la casa perfecta para una familia numerosas que vive lejos del centro urbano con el piso ideal de una pareja urbanita y sin hijos, o el apartamento de soltero de un profesional independiente.

Y aunque los españoles somos los europeos que menos cambiamos de casa, dos mudanzas a lo largo de nuestra vida nadie nos las quita.

Tras la larga búsqueda de nuestra casa ideal, el precio es el último escollo en la compra de una vivienda. Pero, ¿qué hace que paguemos más por un piso o una casa?

El entorno de la casa ideal

Un reciente estudio de uDA (urban Data Analytics), empresa dedicada al análisis en ‘tiempo real’ del mercado inmobiliario, detalla los factores de mayor influencia en el precio final de una vivienda.

Elementos que nos ayudan a comprender el peso de cada detalle y su valor final en el conjunto del inmueble. Como la ubicación, directamente relacionado con el valor del suelo.

El factor determinante en la elección o el descarte de una vivienda es su ubicación
El factor determinante en la elección o el descarte de una vivienda es su ubicación

Sin duda, el factor determinante en el precio de una vivienda que obligará a subir nuestra oferta si no queremos movernos de un lugar. Llegando a abaratar el inmueble en una tercera parte de su precio, si nos apartamos de una zona céntrica, y a encarecerlo en dos terceras partes si este es un factor innegociable.

También influye la orientación, especialmente por el aprovechamiento de la luz natural. Una orientación perfecta es la encarada al sur y sureste, que ayuda ahorrar en calefacción cada invierno pero subir el precio en más de un 4%.

En sintonía con la orientación está el exterior de la vivienda. Que cuente con vistas panorámicas y luz natural puede hacer nuestra casa ideal casi un 30% más cara.

Igualmente importan los servicios comunitarios, más comunes cuanto más nos apartamos del centro. Las nuevas promociones nos salen al mercado sin una piscina o un gimnasio dentro del edificio. Detalles que suben el precio en un 20%.

Por no hablar de los servicios y las comunicaciones. Una vivienda a menos de 500 metros de un colegio gana un 6% más en su precio. Mientras que la disponibilidad de transporte público (bus, tren o metro), acaba decantando la balanza para muchos compradores.

Características en la vivienda perfecta

Dentro de nuestra casa ideal no puede faltar un solo detalle para hacer de ella un hogar confortable.

Detalles como las dimensiones. La superficie de la vivienda influye directamente en su precio, aunque con unos ciertos límites.

La superficie es un factor importante en la búsqueda de la casa ideal
La superficie es un factor importante en la búsqueda de la casa ideal

Las familias numerosas son cada vez más infrecuentes y el mercado estándar se mueve entre los 50 y los 200 m2. en las grandes ciudades, como Barcelona o Madrid, lo más valorado es un piso de 80 m2 con capacidad para una familia con hijos.

La disponibilidad de diversos dormitorios y baños también marca la diferencia. Según uDA, pasar de dos a tres dormitorios puede suponer pagar un 16% más en una vivienda. Pero también gana peso un buen salón con comedor, aunque sea en detrimento de una estancia suplementaria.

A medida que gana en altura, la vivienda gana en luz y privacidad pero también se encarece. El cálculo es de 3.000 euros más por cada planta que se sube, siempre que exista ascensor. Pudiendo variar el precio final en un 3%, en función de si subimos o no una planta.

También importa el estado de conservación, en un mercado que prefiere las viviendas nuevas y dotadas de sistemas de eficiencia energética. Entre una casa a reformar y otra lista para entrar a vivir la diferencia está en un 11% del precio.

Como tampoco podía faltar la disponibilidad de garaje, sobre todo en las principales ciudades. Un lujo en el centro de una capital que encarece la cifra final en un 7,16%.

Todos estos factores pueden ayudarnos a escoger cuando nuestra casa ideal depende de un detalle fundamentalmente: el precio.

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