El Puerto de Barcelona es líder de los cruceros por el Mediterráneo. Lugar de origen y destino, su situación privilegiada y su atractivo turístico y logístico la proyectan por todo el mundo mediante el mar.
Barcelona tiene un puerto marítimo, pesquero, industrial y comercial con espacios diferenciados y situados a la falda de la montaña de Montjuïc.
Las ampliaciones de las últimas décadas han situado al Puerto de Barcelona como el de mayor tamaño y número de pasajeros del Mediterráneo. Y su situación estratégica lo ha hecho atractivo como puerto industrial, comercial y de ocio.
- Puerto industrial junto a puerto de cruceros
- Las tradicionales Golondrinas
- El Port Vell y el Maremagnum
- El Moll de Pescadors y La Torre del Rellotge
El Port Vell junto al Maremagnum acompañan hasta el mar a quienes descienden La Rambla abajo o recorren el litoral.
A su lado, el World Trade Center de Barcelona es el lugar que ha devuelto a Barcelona su más genuino carácter comercial y de encuentro.
Al otro, el barrio de la La Barceloneta hace recuperar a la ciudad su tradición marinera, entre las playas y una futura marina de lujo para grandes yates.
Puerto industrial junto a puerto de cruceros
Los romanos llegaron por el mar, y ese es el origen de la leyenda por la que Barcino responde a la abreviatura latina de barca nueva. Por ello es importante la influencia del mar sobre la ciudad., Lleguen mercancías o personas a través de él.
A nivel empresarial, el Puerto industrial de Barcelona es la principal infraestructura de Cataluña. En él se mantiene un elevado nivel de inversiones que culminará ferroviariamente con el Corredor del Mediterráneo en los próximos años. Geográficamente está situado al sur de la ciudad. Y cuenta con la Zona Franca de Barcelona como área de influencia.
Por otro lado, el Puerto de Barcelona es el más importante de Europa en el sector de los cruceros, gracias a su ubicación en el Mediterráneo. Y a nivel mundial solo lo superan los tres puertos del Estado de Florida. Cada año decenas de buques lujosos de grandes compañías de cruceros parten desde Barcelona con rumbo sobre todo al mediterráneo occidental.
Es puerto de partida y de llegada para la gran mayoría de los cruceros del Mediterráneo. Por Barcelona pasan todo tipo de grandes cruceros como el Allure of the Seas, el más grande del mundo con 362 metros de eslora y capacidad para acoger unos 6.000 pasajeros.
Gracias a este tipo de barcos Barcelona acoge año tras año a mayor número viajeros, con previsiones anuales de 2,6 millones de cruceristas y más de 800 buques para 2013. Son turistas que disfrutan de una placentera manera de conocer el mundo y saben apreciar las posibilidades que Barcelona les ofrece en su estancia.
Las Golondrinas del Puerto de Barcelona
Aunque hoy resultaría sorprendente, a finales del siglo XIX hubo una muralla en todo el litoral que protegía a la ciudad. Esa separación con el mar no duró muchos años. Y coincidiendo con la Exposición Universal de 1888 se quiso romper definitivamente. Por aquel entonces, se pusieron en funcionamiento unas embarcaciones de paseo llamadas Las Golondrinas.
A las primeras naves, construidas en La Barceloneta y propulsadas a vapor les sucedieron otras más modernas y de mayor capacidad. Las Golondrinas dieron una utilidad turística al puerto, haciéndose populares entre los barceloneses.
Navegar en una de ellas con la música de un acordeón hacía del trayecto una costumbre muy auténtica. El desembarco en el rompeolas donde ahora está el Hotel W Barcelona llevaba consigo toda una aventura. Desde ir a pescar cangrejos hasta las ricas meriendas a base de mejillones criados en el puerto.
Hoy las Golondrinas persisten al paso del tiempo. Zarpando desde el Portal de la Pau, frente al Monumento a Colón, modernas naves se intercalan con otras con casco de madera. Las rutas por el interior del puerto o a través del litoral ofrecen bellas vistas de la ciudad. El trayecto en estas centenarias naves recupera el alma marinera de pequeños y mayores.
Sin embargo, cada año los más valientes toman el muelle y se lanzan en una travesía a nado por las aguas del puerto. La competición coincide con las Fiestas de la Mercè y el día de Navidad, momento de la celebrada Copa Nadal.
El Port Vell y el Maremagnum
Junto a Las Golondrinas se encuentra el Maremagnum. Un centro comercial y complejo de la vida nocturna. Y a su lado el Aquarium. El acuario más grande de Europa con 22 cuencas llenas por 6 millones de litros de agua de mar. Por su situación en plena zona turística, el Maremagnum es el único centro comercial de Barcelona que abre domingos y festivos. Un lugar perfecto para pasear cualquier día del año.
A su alrededor, el Port Vell comprende dos marinas o puertos deportivos, un puerto pesquero, una estación marítima de transbordadores y otras estaciones de llegada para cruceros. Esta zona es una de las que más desea reformar el Ayuntamiento en los próximos años con un plan algo polémico, el de Marina Port Vell.
Y es que en los últimos 30 años la ciudad ha perdido muchas otras formas de relación con el mar. Ya no queda nada de los paseos por el rompeolas, la pesca deportiva o los clubs populares de remo y vela. Algunos lugares como la antigua estación marítima de Barcelona, hoy World Trade Centre, ya se han perdido para siempre. Pero aún queda un patrimonio que vale la pena preservar.
En esta lucha sobre el futuro de la zona, vecinos y pescadores ven que restringir el disfrute del Port Vell a los dueños de amarres es una amenaza.
Sin embargo, otros ven en la remodelación del puerto pesquero un salto para recuperar el terreno perdido. Los planes de reforma incluyen nuevos equipamientos. Un paseo peatonal, una nueva lonja con restaurante-mirador y un lugar para la venta y degustación de pescado fresco a granel.
El futuro dependerá de ambas partes en un debate entre tradición y progreso económico.
El Moll de Pescadors y La Torre del Rellotge
Muy cerca está el edificio del Palau de Mar donde se encuentra el Museu d’Història de Catalunya. Museo con muestra permanente sobre la historia de Cataluña y una terraza como excelente mirador sobre el puerto.
Junto al museo está el Moll dels Pescadors, zona restringida a la que acceden los miembros de la Cofradía de Pescadores. Y en el centro se encuentra el símbolo más característico del barrio de la Barceloneta, la Torre del Rellotge.
Es una torre piramidal hecha de piedra en 1772 y cargada de simbolismo. Inicilamente acogió el faro que delimitaba con el puerto. Pero las ampliaciones posteriores que le hicieron lo dejaron inoperativo. Por eso en 1904 se convirtió en un reloj de cuatro esferas.
Una placa recuerda que desde este histórico lugar el científico francés Pierre F. Mechain tomó las últimas medidas triangulares que acabaron por dar origen al sistema métrico decimal.
El mejor momento para acercarse a este rincón es el atardecer. Es entonces cuando los barcos pesqueros atracan, igual que en otros pueblos pesqueros de la costa.
La magia se produce entonces en el edificio de la Llotja, lugar donde se celebra la subasta de pescado. Acceder no es fácil, pero vivirla hace sentir la esencia misma de La Barceloneta. Una sensación que en pocas horas se traslada a los Mercados de Barcelona y multitud de restaurantes dentro y fuera de la ciudad.
El Puerto de Barcelona se ha abierto por completo a la ciudad y al mundo, con nuevos usos y grandes retos por delante.
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