Poseer una primera o segunda residencia supone, hoy en día, una valor seguro al que pocos propietarios desean renunciar. De hecho, más de dos terceras partes de este colectivo decide ya alquilar su casa de vacaciones para cubrir gastos. Animados por la rentabilidad de la vivienda.
Tener una casa vacía es un mal negocio. ¿Por qué? Los gastos de mantenimiento siguen siendo los mismos, o incluso más, y la inseguridad es aún mayor, si cabe. Averías en los suministros, filtraciones o fugas en cualquier estancia o personas que pueden intentar entrar sin permiso son algunos de los peligros que acechan.
Sin embargo, un creciente número de propietarios no quiere exponerse a esta incertidumbre. Ni al constante gasto que supone tener una casa vacía durante la mayor parte del año.
El reciente ‘Second Homes Global trends in ownership and renting‘, editado por Savills con la colaboración de HomeAway, pone de relieve una tendencia global al alza en la última década. Se confirma que los dueños de segundas residencias optan cada vez más por alquilarlas cuando no viven en ellas.
Dos terceras partes de los propietarios ponen en alquiler su casa de vacaciones para poder amortizar la totalidad, o una buena parte de los gastos.
¡La rentabilidad de la vivienda vuelve a poner en valor, si es que alguna vez no lo estuvo!
Un negocio impulsado por la tecnología
Las plataformas digitales impulsan a una nueva generación de propietarios de segunda vivienda que busca ingresos ‘extra’. Inversores que quieren sacar el máximo provecho a la rentabilidad de la vivienda en alquiler. “La vivienda vacacional ha cambiado enormemente en la última década“, señalan los autores del estudio de Savills y HomeAway.
El factor tecnológico, junto al éxito de la economía colaborativa, han cambiado el panorama del alquiler, tanto para propietarios como para inquilinos. Los alojamientos turísticos se pueden buscar, alquilar y administrar de manera rápida, fácil y eficiente. A través de plataformas e inmobiliarias especializadas en viviendas de alquiler vacacional.
Las soluciones digitales y el incremento en la demanda de pisos turísticos han dado lugar a toda una generación de propietarios. Por un lado, como dueños de una segunda vivienda. Y por el otro, como inversores en activos residenciales.
“La tecnología, cada vez más sofisticada, seguirá revolucionando tanto el mercado hotelero como el alquiler de corta y larga estancia“, apuntan desde Savills. “Industrias que, impulsadas por la innovación, traerán nuevas oportunidades y unos límites más difusos entre uno y otro sector“.
Este informe destaca las formas en que las segundas residencias internacionales han cambiado en la última década. Muestra qué propietarios tienen disponibles, qué quieren en sus nuevas compras, cómo los financian y qué inquilinos y veraneantes a corto plazo están buscando. Al hacerlo, señala la forma en que las tendencias futuras podrían conducir.
Sacar la máxima rentabilidad de la vivienda
La rentabilidad del alquiler supera hoy al uso personal como principal motivación en la compra de segundas residencias. Esta evolución de la vivienda vacacional, ha sido fruto de cambios experimentados desde hace décadas.
En los años 70, cerca del 90% de los propietarios tenía entera disponibilidad de su casa de vacaciones. Un porcentaje que aumentó hasta el 80% en la década del 2000.
Sin embargo, ha sido en estos últimos años cuando más se ha notado el cambio de tendencia. Hasta tal punto que más dos terceras partes de los propietarios optan hoy por alquilar su casa de veraneo cuando no están en ella.
Según Savills y HomeAway, hace una década únicamente el 14% de las viviendas vacacional se compraban para ser alquiladas. Un porcentaje que creció hasta el 19%. Y que hoy supone más de una tercera parte de las adquisiciones de segunda vivienda.
“Ante un panorama donde el ahorro apenas produce beneficios, el inversor quiere activos que le ofrezcan retorno. Como la rentabilidad de la vivienda en alquiler“, señalan desde Savills. “El nuevo comprador busca propiedades con beneficio asegurado. No solo para cubrir gastos“.
¿Cómo es la casa de vacaciones más buscada?
El cambio experimentado por la vivienda vacacional muestra un prototipo de cliente ‘global’ bastante muy definido. Tanto en las características de la propiedad que busca, como en la financiación de la compra o en el tipo de inquilino o turista al que va enfocada. Aunque existen diferencias en función de cada país.
Según los autores del estudio, una tercera parte de los propietarios llega a cubrir los gastos generados por la propiedad a través del alquiler de la misma. Concretamente, un 28% obtiene dinero para cubrirlos parcialmente. Mientras que más de una tercera parte obtiene beneficios por alquiler. Exactamente un 38% del total.
En función de la nacionalidad de cada propietario, el comportamiento es uno u otro. Entre los compradores de viviendas fuera de su país de orígen destaca la presencia de compradores británicos. Propiedades que en un 16% de los casos están en España. Especialmente en la Costa del Sol y en la Costa Blanca. Ambas con un 4% del total.
Frente a ellos, italianos, portugueses y españoles optan mayoritariamente por comprar en su propio país. Con menos de un 5% de viviendas en el extranjero. Entre los españoles destacan destinos como Canarias (12% del total), Costa del Sol (9%) y Baleares (9%).
Mientras que a nivel de precios y tipología de propiedades, la demanda está bastante definida. Entre las viviendas más solicitadas a nivel global destaca un 34% de apartamentos. Y, a nivel de precio, el más habitual ronda los 242.000 euros. Cifra que asciende hasta los 245.000 euros si la propiedad se encuentra en España.