La pandemia COVID 19 dejó una huella difícil de olvidar para el sector inmobiliario. Nunca en su historia (tal cual como lo conocemos hoy desde mitad a finales del siglo XIX) el real estate debió detenerse, paralizarse, durante semejante lapso de tiempo. Fue casi un año de un congelamiento absoluto y casi otro más llevó ponerse a tiro respecto a niveles previos al impacto del virus a nivel mundial. Sin embargo, el circuito pasó de ser el más afectado directamente a ser el de mejor y más acelerado repunte; aún por encima de los sectores turísticos y gastronómicos (otros dos grandes perdedores ante la COVID). En este artículo de Oi Real Estate veremos los pros y contras de la tarifa plana inmobiliaria. Te invitamos a continuar leyendo la nota hasta el final para comprender mucho más acerca de este interesantísimo tópico.
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¿Las mismas metodologías de siempre?
El mercado inmobiliario alrededor del mundo se ve superpoblado hoy día de pequeñas agencias o de agentes independientes que han optado por volcarse a la modalidad del home office; abandonando las viejas metodologías acartonadas que tanto han caracterizado al real estate a través de décadas; y que ya sufrieron un primer impacto de KO con la pinchadura de la burbuja inmobiliaria estadounidense. Desde hace al menos un lustro, las estrategias digitales le ganan la pulseada a los métodos convencionales de ventas.
Si eres un agente inmobiliario cuya oficina de servicios se desempeña de forma autónoma ¿Te has sentido atraído alguna vez por patear el tablero y abandonar la rentabilidad dependiente de forma exclusiva de las comisiones por diligencias? En este aspecto es en donde nos encontramos con una modalidad que gana terreno de forma impensada para los asesores inmobiliarios convencionales: el modelo inmobiliario de tarifa plana. Pero… ¿Cómo funciona puntualmente este plan de negocio? Te lo contaremos en este artículo, además de repasar sus ventajas y puntos a revisar.
Pros y contras de la tarifa plana inmobiliaria
El modelo inmobiliario vía tarifa plana es una manera alternativa de gestionar la rentabilidad de una oficina de servicios en bienes raíces. Venida de Norteamérica (como siempre despuntando en tendencias y formas del real estate) se trata de una modalidad también conocida como “flat flee” y que centra su metodología en ubicar un precio fijo o tarifa que suplante a la consabida comisión.
¿Cuánto vale tu trabajo? En un comercio de venta de artículos x, cada uno tendrá su precio y podrás consultarlo previamente y definir cuál te llevarás a tu casa. En el caso de las agencias, el artículo es el bien inmueble que contará con un valor de mercado; y que podrá ser superior o inferior dependiendo de una serie de variables. Pero el agente inmobiliario o la agencia no vende un artículo, sino que vende sus servicios. En este sentido… ¿Puede un servicio poseer un valor previamente fijado? La modalidad de tarifa plana inmobiliaria propone que sí.
Adiós a los porcentajes
Si quieres incorporar la tarifa plana a tu oficina de servicios inmobiliarios, deberás primero que nada olvidarte de los cálculos de porcentajes. En esta modalidad, cada negociación o transacción se cobrará a un valor estipulado (al que llegarás luego de realizar un exhaustivo estudio de campo acerca del mercado regional y nunca antes).
Sin embargo, en este modelo de negocios ya comprobado por cientos de agencias y asesores del real estate alrededor del mundo, existen (al fin y al cabo como en todos los modelos) una serie de consideraciones que te alentarán a incorporarlo por un lado y a pensar dos veces en aplicarlo por otro. Veamos cuáles son esos pros y contras de la tarifa plana inmobiliaria; y cómo puede influir en su aplicación la especialidad a la que te dediques o la rama del real estate en la que te desempeñes cotidianamente.
Ventajas
El hecho de que una acción inmobiliaria x tenga un precio previo, garantizará ingresos estables y de un volumen considerable si tu modelo de negocio se mueve dentro de cierto estándar y no pretende ir más allá. Por ejemplo: alquiler o compraventa de pisos en zonas céntricas; o gestión de alquiler estudiantil en zonas aledañas a determinados polos educativos.
Siendo que las negociaciones giran en parámetros siempre muy similares, podrás estipular previa e integralmente cuánto te demandará una gestión, cualquiera sea; y poco redundará en la negociación el tamaño del piso o la zona.
Desventajas
Por otro lado, si nos asomamos a los factores que pueden maximizar los riesgos de aplicar la tarifa plana inmobiliaria, veremos que si te especializas en otro tipo de transacciones tal vez no resulte tan redituable como promete desde la teoría. Por ejemplo, si tu oficina de servicios está avocada a la compraventa de propiedades de lujo.
Las transacciones de unidades lujosas forman parte de un sector reducido del real estate; aunque para nada despreciable y muy redituable para quienes lo integran con habilidad. Sin embargo, está comprobado que dicho flujo clientelar y de oferta ocupa un caudal muy mínimo en el total de diligencias concretadas a niveles globales. Por tanto, poco conveniente será aplicar la tarifa plana inmobiliaria si vas a efectuar una o dos diligencias al mes.
Estos son solo algunos ejemplos en los pros y contras de la tarifa plana inmobiliaria. Como vemos, su rentabilidad depende directamente del sector específico en el que te especialices ¿Qué opinas de esta modalidad recurrente entre los agentes inmobiliarios autónomos? Nos encantaría conocer tu opinión.
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