Si estás buscando una propiedad para alquilar, seguramente ya habrás recibido este consejo. “¡Aquila por dueño directo!” Es que hay una serie de ventajas instaladas en el inconsciente colectivo y que (en apariencia) garantiza todo un mundo color de rosa detrás de esta modalidad de arrendación. Bueno, debemos asentir: hay ventajas, pero casi ninguna está entre las que suelen asegurarte tus amigos o familiares. Por otro lado, es un error suponer que alquilar por fuera de las agencias es una acción inmobiliaria sin falencias. En este artículo de Oi Real Estate veremos cuáles son los verdaderos pros y contras de alquilar por dueño directo.

Luces y sombras del alquiler por dueño directo

Pactar un alquiler sin ningún intermediario trae acarreadas luces y sombras. Ser inquilino no es de las posiciones más cómodas en el sector inmobiliario. Vamos a ayudarte a desentrañar ese misterio que conlleva la falta de una agencia intermediaria. Siendo que “la información es poder”, tal vez conociendo bien los pros y contras de alquilar por dueño directo, finalmente te sientas libre de tomar la decisión más adecuada para ti y para los tuyos.

¿Qué significa “alquilar por dueño directo”?

Por definición, este término implica tratar mano a mano con el propietario de una propiedad. Este ha decidido no contratar los servicios de una inmobiliaria, ni de un agente o asesor. Todo quedará en sus manos y el acuerdo al que lleguen será pactado entre ambas partes: tú como arrendatario y él como arrendador de su vivienda.

¿Has visto alguna vez un afiche en un portal o jardín con la leyenda “Propietario alquila casa”? Este es el caso. No se trata de una acción inmobiliaria mejor, ni peor que otras. Es simplemente una opción más. Como tal, tiene sus ventajas y también sus desventajas. Tal cual dijimos en la introducción, solo es conveniente conocerlas para saber con qué bueyes aras.

Pros y contras de alquilar por dueño directo

Comencemos con las ventajas más significativas de tratar con el propietario de la vivienda, a la hora de alquilar.

Una negociación directa

Para empezar, si vas a aventurarte a firmar un contrato entre dos, sin agencias o notarios mediante, debes saber que su vigencia legal es nula en gran parte. Si bien todo pacto que contenga tu firma conlleva una responsabilidad que puede ser trasladada a los juzgados, este contrato estará por fuera de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que se ocupa de regular los alquileres mediante sus cláusulas, a nivel nacional.

Por supuesto, debes leer de punta a punta dicho contrato, sus costes, plazos, condiciones, etc. Todo por asegurarte que no proponga cláusulas abusivas, o que incluya errores comunes que puedan conducir a un malentendido. Existen plantillas de contratos de alquiler, la mayor parte de los dueños directos suelen apelar a ellas para confeccionar el suyo. Como ventaja en este caso, los tiempos quedan fuera de toda regulación, así como los costes. Y por supuesto, te ahorrarás el dinero destinado a cualquier tipo de comisión.

¿Siempre se ahorra en el alquiler directo?

No debiera sorprenderte el hecho de que algunos costes mensuales de alquiler por dueño directo no presenten diferencias respecto a los que figuran en los portales de las agencias. Esto puede darse por incontables motivos. Enumeremos algunos factores que pueden elevar el coste del alquiler por dueño directo:

  • Si el propietario ha invertido mucho dinero en refaccionar la vivienda antes de ofrecerla en alquiler.
  • Si el inmueble se encuentra en el corazón céntrico de una ciudad populosa.
  • Puede que el piso cuente con espacios comunes de lujo como piscina, cancha de tenis, uno o dos garajes, lugares de recreación, espacios verdes, etc.
  • Si el propietario va a hacer del dinero del alquiler su único ingreso.
  • Si el dueño se encargará de abonar los servicios energéticos y los impuestos.

Estos son solo algunos de los casos en los que tal vez te sorprenda el coste del alquiler por propietario; muchas de estas razones dan por tierra con el concepto de que “siempre es más asequible un alquiler por dueño directo”.

Una negociación fácil

En todos los casos, una negociación “de tú a tú” será más ágil. Tendrás la ventaja de poder comunicarte en todo momento con la otra parte y casi siempre encontrarás una buena recepción a tus sugerencias. Si eres ducho en los arreglos y capaz de algunas tareas referidas al mantenimiento, el propietario verá con buenos ojos una baja del coste en la renta a cambio de tus servicios caseros.

En este campo, la negociación acaso será menos truncada que mediante el proceso que conlleva alquilar vía agencia. Esto se debe simplemente a que una agencia debe cumplir con todas las normas legales pertinentes. Y la mayoría de las veces, estas demoran algunos días en destrabarse, ya sea por una firma, o por decenas de otros factores.

Desventajas de alquilar por dueño directo

Entre los pros y contras de alquilar por dueño directo, llegamos a las desventajas que implica esta acción inmobiliaria.

Cuando hay problemas

Todo marchará bien, siempre y cuando no haya problemas serios durante el transcurso de tu estadía. Sobre todo relacionados al aspecto legal, que recordemos, quedarán relegados si existiera un contrato irregular, o si directamente este nunca hubiera sido firmado.

Puede que seas una persona hábil para discutir tus derechos como inquilino, o con recursos económicos que te permitan costear un abogado especializado en el sector inmobiliario, llegado el caso. Lo mismo correrá para el propietario, quien también verá engorrosa la tarea de confrontar contigo, si se iniciara una disputa cuya resolución trascendiera los límites de una simple conversación. Atención; porque estos tipos de conflictos pueden ser desatados tanto por causas graves como por pequeñeces.

Entre ellas:

  • Accidentes edilicios o de infraestructura ¿Has pactado de antemano quién se hará responsable de los daños?
  • Incrementos intempestivos en la renta no pactados previamente.
  • Disputas corrientes entre vecinos (ruidos molestos, mascotas, incorporación eventual de invitados, uso de la vivienda como establecimiento laboral, etc.).

Todos estos inconvenientes, por mínimos o fáciles de resolver que te parezcan, pueden resultar en un dolor de cabeza para ambos, pero especialmente para ti porque estamos hablando de una vivienda que no te pertenece y que es el lugar en el que vives.

Dos extraños son

Si has llegado a ese alquiler sin recomendación o conocimiento previo del propietario, debes comprender las dificultades que pueden darse por el solo hecho de ser tú y el arrendador dos perfectos desconocidos. Así, hemos comprobado algunas de las complejidades en los pros y contras de alquilar por dueño directo.

Como consejo sano, te recomendamos fervientemente que (si tu intención es pasar una estadía libre de complicaciones en tu piso habitual de alquiler) procures consultar una agencia inmobiliaria y tomar los recaudos de un arrendamiento que cumpla con todas las pautas y regulaciones de la ley. Si en cambio, finalmente decides alquilar de forma particular, pues infórmate en todo lo que esté a tu alcance.

Luego de leer este post, nos interesa muchísimo conocer tu opinión. Si quieres compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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