Las piscinas naturales utilizan sistemas de depuración a base de plantas. Cómo funcionan, por qué son buenas para el medio ambiente y cómo logran mantenerse en buenas condiciones sin necesidad del uso de cloro.

Abandonar la piscina con olor a cloro e irritación en los ojos o la piel suele ser una desventaja importante para aquellos que disfrutan de darse un placentero chapuzón en verano. 

Frente a esto, hay quienes eligen instalar duchas en el área de baño. Incluso existen duchas solares que funcionan a base de energía fotovoltaica, que son cada vez más elegidas por sus variados beneficios. 

Sin embargo, aunque menos populares, también existen piscinas naturales. Estas no necesitan mantenimiento con químicos sino que se valen de un sistema de depuración a base de plantas

Todas las formas son posibles: están desde aquellas que imitan lagos reales, con pendientes suaves y rodeadas de vegetación, y otras con formas tradicionales, en las que solo se modifica el funcionamiento. 

Qué son y cómo funcionan las piscinas naturales

También conocidas como biopiscinas o piscinas naturalizadas, las piscinas naturales son aquellas que utilizan sistemas de depuración biológicos en lugar de químicos para mantener el agua en buenas condiciones.

Imitando a la naturaleza, este tipo de construcción garantiza un correcto equilibrio a partir de la interacción de organismos microscópicos, pequeños animales acuáticos y una variada flora acuática autóctona.

Este equilibrio imposibilita el desarrollo de microorganismos indeseados, como algas y larvas de mosquito, y da como resultado un agua clara y saludable. 

En su mecanismo de limpieza, las piscinas naturales usan un sistema denominado fitodepuración. En este intervienen dos elementos:

  • Plantas acuáticas: captan buena parte de los nutrientes del agua, lo que evita que se alimenten las microalgas. A la vez, oxigenan el agua y descomponen los elementos orgánicos presentes.
  • Piedras, arenas, gravas: filtran el agua y retienen partículas sólidas que pueden servir de nutrientes para las microalgas. También ofician de sostén para las plantas acuáticas.

La zona de depuración suele estar separada de la de baño por paredes internas sumergidas. Para optimizar el proceso, ambas pueden conectarse por medio de una bomba hidráulica que lleve el agua de un sitio al otro.

Si bien son utilizadas en muchas viviendas particulares, las piscinas naturales han llegado incluso a exclusivos hoteles, especialmente en el centro de Europa, donde están activas desde la década del 80. 

El origen de las piscinas naturales

Bajo el nombre de Schwimmteich, el surgimiento de las piscinas naturales tuvo lugar en Austria a principios de 1980.

La primera fue construida en su jardín particular por DI Werner Gamerith, un ingeniero que estudió la gestión del agua en la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida en Viena, aunque nunca ejerció la profesión.

Algunas de las primeras empresas que utilizaron y desarrollaron esta idea de modo comercial fueron Biotop Landschaftsgestaltung y BioNova. De hecho, en 1991, esta última construyó la primera de uso público en Alemania. 

Así, el mercado de las piscinas naturales fue expandiéndose por Suiza, Reino Unido, Francia, Italia, España, Bélgica, Holanda, Hungría y la República Checa. En noviembre de 2005, el paisajista inglés Michael Littlewood escribió el primer libro de gran difusión en inglés sobre esta temática. 

Hoy en día, se estima que hay cerca de 20.000 piscinas privadas de este tipo en el continente y unas 250 de carácter público. Todas ellas debieron pasar por estrictos controles sanitarios antes de ser declaradas seguras en términos de higiene y salud. 

¿Cómo es el proceso de construcción?

A grandes rasgos, la construcción de piscinas naturales se compone de los siguientes pasos.

  • Excavación del terreno y perfilado del suelo.
  • Eliminación de cuerpos extraños como piedras o raíces.
  • Cobertura de la base del foso con arena o un material similar. 
  • Instalación de una capa protectora de raíces o perforaciones.
  • Instalación de la capa impermeabilizante.
  • Sistema de bomba de impulsión y filtro.
  • Cualquier trabajo de hormigón en las zonas más húmedas. Por ejemplo, bases de pasarelas o escaleras.
  • Primer llenado con agua.
  • Ejecución de las orillas y plantación de vegetación en las zonas de filtrado.
  • Posible instalación de plataformas.

Las claves de su mantenimiento

Piscina natural en Baladrar por Leif Design

Si bien de acuerdo a su diseño cada piscina presenta diversas particularidades, en líneas generales las tareas principales de mantenimiento se dividen en dos: gestionar la materia orgánica e inorgánica y hacer un seguimiento de la evolución bioquímica del agua.

Los lodos y las algas se deben ir retirando a medida que se van formando. Fuera de la temporada de baño, sin embargo, no es necesario ser tan estrictos. Si la generación de ambos es muy elevada, en tanto, deben investigarse las causas para frenar su producción. 

Por otro lado, las plantas superiores suelen podarse una o dos veces en diferentes momentos del año

Vale recordar que cada piscina es distinta e incluso un mismo sistema puede variar su funcionamiento de acuerdo al momento del año, ya que las circunstancias externas van modificándose, al igual que el propio ecosistema.  

En este sentido, es importante que los propietarios sean observadores y se mantengan atentos a las diversas manifestaciones que puedan ocurrir en sus piscinas.

Ventajas de las piscinas naturales

Entre las ventajas más populares de las piscinas naturales podemos enumerar las siguientes:

  • No llevan cloro, químico que suele generar irritación en ojos y estropear el cabello.
  • Las plantas purificadoras se mantienen en buen estado a lo largo de todo el año. 
  • La calidad del agua se asemeja a la de un lago, un río u otro espejo de agua similar.
  • Se integran a la perfección en jardines.
  • Necesita un menor trabajo de mantenimiento que las piscinas tradicionales.  
  • Al no necesitar de productos químicos, propicia el ahorro de dinero.
  • Se pueden incluir peces y otros animales acuáticos, que pueden oficiar como depredadores naturales de mosquitos y otros insectos indeseados.
  • No se vacía todos los años, lo que supone una mayor comodidad y un mayor ahorro de agua

Desventajas de las piscinas naturales

Lógicamente, las piscinas naturales también traen aparejadas algunas desventajas. Entre ellas, encontramos:

  • Suelen necesitar más espacio para acoger el filtro biológico.
  • El agua no es cristalina desde el primer momento. Es necesario aguardar unos días hasta que el ecosistema empiece a hacer su trabajo.
  • Se deben retirar las hojas muertas y controlar que las plantas no enfermen.

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