A menudo, Barcelona se caracteriza una lógica urbanística precisa. Una norma que acaban por romper algunos lugares con encanto como sus pasajes. Hoy conoceremos las de la parte norte de la ciudad.
Caminando por Barcelona se encuentran multitud de calles bien estructuradas y de orden aparentemente inalterable. Cuando de repente, al visitante le sorprende la pequeña excepción que son sus pasajes secretos.
Pequeñas calles como los conocidos pasajes del Eixample y el Casco Antiguo de Barcelona.
También se encuentran pasajes entre las grandes avenidas e históricas plazas de Sarrià-Sant Gervasi, Sants, Les Corts, Vallcarca-Penitents o Gracia.
Esos reducidos espacios son un gran tesoro que espera a ser encontrado. Algunos brillan con luz propia y otros se guardan como un lugar secreto. Son las otras caras de una ciudad
cosmopolita y diferente.
Desde Sants a Les Corts
Los populares e históricos barrios de Sants y Les Corts contienen algunos de los pasajes menos conocidos de Barcelona.
Comenzaremos el trayecto en el popular barrio de Sants. Cerca de Collblanc y a 10 minutos del Camp Nou se encuentra el Pasaje de Xile (entre las calles Sant Ramon Nonat y Cardenal Reig). Una pequeña calle que contrasta con los edificio de varias plantas que lo rodean.
En pleno corazón del barrio de Les Corts se encuentra el Pasaje Tubella (entre las calles Evarist Arnús y Novell). Un lugar con edificaciones de otra época entre bloques de pisos. El Passatge Tubella lo forman un conjunto de 22 casas unifamiliares adosadas típicamente inglesas. Viviendas con patio delantero y un estilo que mezcla novecentismo con modernisme, desbordando carácter.
Sarrià-Sant Gervasi, distrito con pasajes
El distrito de Sarrià-Sant Gervasi está repleto de lugares con encanto, pero vale la pena detenerse en algunos de sus pasajes.
El Pasaje de Mulet (entre las calles Vallirana y Saragossa) está en el corazón de Sant Gervasi-Galvany. El nombre lo tomó de un profesor de pintura menorquín que poseía el lugar a mitad del siglo XIX. Un verdadero remanso de paz por el que es agradable perderse.
No muy lejos, el Pasaje Felip (entre las calles Saragossa y Gleva) nos hace volver atras en el tiempo. Lo forman casas bajas con jardín, conservando la atmosfera de cuando los barceloneses veraneaban en el antiguo Sant Gervasi.
El Pasaje de Fontanelles (entre la calle Anglí y la Vía Augusta) se encuentra en Les Tres Torres. Un oasis de calma que cruzar agradablemente camino a la Vía Augusta. Como otros pasajes, este también recibió el nombre del antiguo dueño de los terrenos donde se ubica. En este caso el marqués de Casa Fontanelles.
Finalmente, el Pasaje Mallofré (entre las calles Major de Sarrià y Clos de Sant Francesc) fué construido sobre un antiguo garaje de coches propiedad de Josep Mallofré que acabó por darle nombre. Un rincón pintoresco y secreto que pocos recorren pero que en verano se vuelve agradecido por su abundante sombra. Conserva todo el encanto del viejo Sarrià y muchos detalles de la barcelona histórica.
Desde Vallcarca-Penitents a Gracia
En otro extremo de Barcelona, Vallcarca-Penitents y Gracia también esconden sus pequeños secretos.
Ubicado en la zona alta y con vistas a la montaña, el Pasaje de Cardedeu (entre Pg Mare de Déu del Coll y calle Morell) es un paraíso en el barrio de Vallcarca-Penitents. Chalets y villas exclusivas conforman su selecto vecindario. Situado muy cerca del Parque de la Creueta del Coll, el Pasaje Cardedeu es seguramente el más exclusivo de los psajes con encanto de Barcelona.
Por debajo de Vallcarca, y en plena Vila Gracia se encuentra el Pasaje de Camil Oliveras (entre las calles Camèlies y Balcells). Este pasaje es un lugar propio de otra época, y que parece haberse detenido en la Barcelona del siglo XIX. Al entrar en él, la perspectiva de la calle se llega a estrechar y únicamente se alcanza a ver pequeñas casas modernistas con jardín a ambos lados.
El norte de la ciudad es buena muestra de ello. Atrevete a conocerlos y enamorarte de ellos.