Desde Oi Real Estate queremos contarte todo lo que debes saber acerca de los paneles fotovoltaicos. Te contaremos cuáles son sus características y qué beneficios nos brindan.

El desarrollo de las energías renovables es esencial para lograr frenar el cambio climático y también, para que todos los habitantes del mundo puedan tener acceso a la electricidad. Introducirse en este mundo y entenderlo, es y será determinante para cualquiera que quiera cubrir sus necesidades con energía solar. Optando por este tipo de energía logrará salir de la lista de quienes siguen optando por electricidad generada con fuentes fósiles, con el consecuente impacto sobre el planeta.

Dentro de las energías renovables, actualmente la energía solar fotovoltaica es una tecnología limpia, descentralizada, modulable y confiable de generación de energía eléctrica a pequeña escala y gran escala.

¿Qué son los paneles fotovoltaicos?

Los paneles fotovoltaicos son una especie de panel solar que está diseñado para lograr el aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica. Su labor es transformar la energía solar en electricidad. También, se los llama módulo fotovoltaico.

El uso de paneles fotovoltaicos para generar energía eléctrica puede darse tanto en lugares domésticos como en superficies comerciales.

Este tipo de paneles están formados por un conjunto de celdas fotovoltaicas interconectadas entre ellas. El panel fotovoltaico es el encargado de transformar de una manera directa la energía de la radiación solar en electricidad, en forma de corriente continua.

Los demás elementos del sistema fotovoltaico se ocuparán de la tarea de gestionar y transformar esta tensión en corriente alterna, si fuera necesario.

La placa fotovoltaica está diseñada para soportar las condiciones que se dan al aire libre y su vida útil se considera de 25 años.

¿Cómo funciona la energía solar fotovoltaica?

paneles fotovoltaicos

Según afirman los expertos, la tierra recibe hasta 10.000 veces más energía solar de la que es necesaria para el consumo humano. Esto, además de poner en evidencia la potencialidad de ese recurso, también responde a cuánto se puede aprovechar la energía solar. Aquí va una descripción de cuál es el mecanismo que hace posible que el sol llegue a alimentar a cualquier dispositivo de una vivienda.

Aspectos básicos

Ya sabemos que la energía solar fotovoltaica transforma la luz solar en electricidad empleando una tecnología basada en el efecto fotovoltaico, pero ¿Cómo lo logra?

Los paneles fotovoltaicos solo pueden generar energía cuando el sol luce, la energía solar fotovoltaica es la que permite capturarla de la luz del sol para convertirla luego en electricidad con la que abastecer las necesidades de cualquier hogar o superficie comercial.

Todo esto es posible gracias al efecto fotovoltaico, clave para lograr producir electricidad a partir de la energía solar. Para esto son necesarios algunos componentes. En primer lugar, los fotones, es decir las partículas de las que se compone la luz del y su impacto sobre los paneles solares, con el que se liberan los electrones.

Es en ese momento donde entran en juego otros componentes esenciales de las placas fotovoltaicas, puntualmente los conductores que, generalmente, están hechos de silicio o bien, de otros materiales que también permiten el aprovechamiento de energía, además de favorecer una reducción de los costes. Están integrados habitualmente por un positivo y un negativo, estos generan un campo eléctrico por el que circulan los electrones una vez activados, de esta forma se logra producir la corriente.

En otras palabras, al incidir la radiación del sol sobre una de las caras de una célula fotoeléctrica (que conforman los paneles) se genera una diferencia de potencial eléctrico entre ambas caras, lo que produce que los electrones salten de un lugar a otro, generando de esta manera, corriente eléctrica.

La conversión de la energía

La electricidad generada por los paneles fotovoltaicos, en corriente continua, deberá pasar a corriente alterna para poder alimentar los distintos equipos y dispositivos del hogar.

Esto se logra con un elemento que, junto a los paneles, es de suma importancia para cualquier instalación de energía solar: el inversor. Al cumplir una tarea tan importante, es común que muchos se refieran a esta parte del equipo como el ‘cerebro del sistema’.

El inversor se encarga de convertir la corriente continua en alterna, de esta manera apta para su uso en la vivienda o el comercio. Esta tecnología también conducirá la energía hacia la red eléctrica o hacia las baterías de almacenamiento (importantes, debido a que la luz del sol no está disponible las 24 horas).

Claro está que los paneles son indispensables dentro de este mecanismo. Todo este proceso se produce en pequeñas porciones del panel, que se divide en multitud de células solares.

De esta manera, los paneles sobre los que impacta la luz se forman por gran cantidad de pequeñas células que dan lugar a módulos y a su vez, estos, al  panel propiamente dicho. Si bien esto se da por hecho, es importante remarcarlo: mientras más paneles haya, se generará mayor cantidad de electricidad.

Es de suma importancia para cualquier instalación, calcular correctamente el número de paneles ya que si se ponen en exceso generará un incremento de los costes sin que existiese esa necesidad. Por otro lado, si colocamos de menos, la energía capturada no bastará para satisfacer las necesidades.

Ubicación y orientación de los paneles

La orientación e inclinación adecuada dependerá de la latitud y también, de la época del año. Lo ideal es hacer un estudio de radiación solar recibida para cada emplazamiento.

Por ejemplo, en el hemisferio norte, es aconsejable orientar las placas en dirección sur y con una inclinación determinada.

La inclinación de los módulos variará dependiendo de las necesidades energéticas previstas y del período de uso, a fin de hacer un balance estacional o anual.

Beneficios de los paneles fotovoltaicos

No son contaminantes

La energía solar fotovoltaica no emite sustancias tóxicas ni contaminantes del aire, que puedan resultar muy perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano. La energía fotovoltaica tampoco genera residuos ni contaminación del agua, un factor de suma importancia teniendo en cuenta la escasez de agua.

Contra el cambio climático

La energía solar fotovoltaica no emite gases de efecto invernadero, es por esto que no contribuye al calentamiento global. De hecho, se muestra como una de las tecnologías renovables más eficientes en la lucha contra el cambio climático.

Renovable e inagotable

A diferencia de las fuentes tradicionales de energía como por ejemplo el carbón, el gas, el petróleo o la energía nuclear, cuyas reservas son finitas, la energía del sol está disponible siempre en todo el mundo y además, se adapta a los ciclos naturales (es por esto que se la denomina renovable). Es por este motivo que se trata de un elemento fundamental de un sistema energético sostenible que posibilita el desarrollo presente sin poner en riesgo el de las futuras generaciones.

Empleo local y riqueza

La energía solar fotovoltaica es una energía autóctona, que está disponible en la totalidad del planeta, lo que ayuda a reducir las importaciones energéticas y de esta manera a crear riqueza y empleo local. Es por esto, que la producción de electricidad mediante el uso de energía fotovoltaica colabora al desarrollo sostenible.

Precio

Hoy en día los costos vinculados con los módulos solares se vuelven baratos en lugares donde la potencia de las estaciones eléctricas está disponible.

El costo de los combustibles fósiles va en aumento, y la experiencia de producción está reduciendo los costos de las células solares, esto puede no verse en un futuro muy cercano, pero más adelante la tendencia es un aumento en el uso de este tipo de energía renovable.

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