La pandemia sin duda alguna trajo consigo una forma de trabajar que cambió por completo la escena laboral: el teletrabajo. Y con este nuevo mecanismo, aquellos sectores que estaban en crisis por la poca ocupación de sus oficinas, cayeron aún más. Este es el caso de las oficinas bancarias, que desde 2008 han desaparecido alrededor de 26 mil.

Previo a dicho declive que comenzó hace más de 12 años, entre 2001 y 2008 la burbuja inmobiliaria hizo que se abrieran sucursales de cajas de ahorro y bancos en cada rincón de España. Pero cuando esa burbuja se pinchó, todas estas entidades terminaron yéndose, comenzando así el declive de las sucursales bancarias.

Ahora, con la pandemia y la aceleración de la digitalización en el acceso a los servicios bancarios, el reguero de cierres se ha reactivado. Desde 2008 hasta finales de 2021 desaparecieron más de 26.000 sucursales, dejando en muchos casos un espacio en el tejido urbano difícil de llenar.

Del apogeo a la caída de las oficinas bancarias

En 2008 se alcanzó un número máximo de oficinas para entidades bancarias, que superó las 46 mil agencias en toda España. Por nombrar algunos ejemplos la pequeña caja de ahorros de Baleares, Sa Nostra, tenía sede en Móstoles (al sur de Madrid). El gigante estadounidense Citibank contaba con oficinas en Vigo y Soria, y el banco público portugués Banca General de Depósitos tenía un potente programa de expansión por toda España.

La crisis económica que golpeó a Europa pero principalmente al país, hizo que poco a poco las empresas comiencen a cerrar sus sucursales y, aquellas que no eran de España, a irse del territorio. El sector financiero empezó así su caída en cuanto a espacio de ocupación de oficinas en las ciudades más importantes. 

Un claro ejemplo es la oficina de Caja Madrid de Aldea del Fresno, que se convirtió en un bazar de alimentación. Lo mismo sucedió con la oficina de La Caixa en la Plaza del Amanecer en Méndez Álvaro, Madrid. La de Caixa Sabadell, en la Avenida Onze de Setembre de Sabadell, pasó a ser Unnim, y las de BBVA acabaron convertidas en un Telepizza, por citar algunos.

Así, las decenas de miles de sucursales cerradas pasaron a convertirse en panaderías, supermercados, zapaterías, academias de percusión y de zumba, papelerías, tiendas de cartuchos de tinta, clínicas de fertilidad, restaurantes de comida asiática, gimnasios, casas de apuestas. Incluso cines, como los Cines Embajadores, en Madrid.

Oficinas bancarias cerradas

Densidad récord

El gran crecimiento en el período anteriormente marcado fue inflado, en gran medida, por la favorable fiscalidad que había en esos tiempos en relación a la compra de viviendas. A su vez, la competencia entre bancos y cajas era furor. En 2008, cuando se alcanzó la cifra de 46.000 sucursales, la densidad era de 96 oficinas por cada 100.000 habitantes. Así, un pueblo de 3.000 habitantes podía tener tres sucursales distintas. Se trataba de la densidad bancaria más alta del mundo. Para entenderlo mejor, España tenía la misma cantidad de agencias u oficinas bancarias que Alemania, pero con la mitad de la población.

No solo los bancos comerciales tenían una fuerte presencia por todo el territorio. El Banco de España también llegó a contar con oficinas en todo el país. En su máxima expansión llegó a tener 69 sucursales en todo el territorio. Incluso disponía de delegaciones en Larache, Tetuán, París y Londres. Hoy solo quedan 15 oficinas, ya que entre 2002 y 2011 cerró la mayoría de ellas.

Sedes

Los bancos también han tenido que dar salida a los edificios administrativos donde tenían los cuarteles generales. Su vuelta al mercado ha sido más complicada que con las oficinas. Es el caso del complejo de Mesena, que albergaba la sede de Banesto. Lleva años disponible, con interés por parte de multinacionales como Acciona o Allianz, pero no ha llegado a cuajar una operación.

Existen casos más sangrantes, como el de la oficina de Caja Madrid en el número 219 de la calle Embajadores de Madrid. Desde que se cerró a principios de 2009 ha estado desocupada ininterrumpidamente.

Hay casos más extremos. En esa misma calle, la oficina de Caja Madrid (luego Bankia) del número 46 fue clausurada a comienzos de 2016. Al año siguiente, el local fue ocupado por el autodenominado Banco Expropiado La Canica. Desde entonces, es el lugar de encuentro de un grupo de autoconsumo vecinal.

Oficinas bancarias

Bancos extranjeros

El repliegue de varios bancos extranjeros junto con las fusiones entre distintos grupos, hizo que la ocupación de oficinas por parte de este sector bajase notoriamente. Bancos extranjeros como Espirito Santo, Caixa Geral, Deutsche Bank o Citibank, y la absorción de Banesto y Banif por parte de Banco Santander, son algunos de los ejemplos más claros. 

Las consecuencias del gran cierre de las oficinas, trajo despidos masivos por parte de las empresas bancarias. En cuanto a la infraestructura, muchos sectores o pisos de edificios quedaron totalmente desocupados, y acabaron siendo alquilados como explicamos anteriormente.

Obras sociales

No solo han quedado abandonadas miles de oficinas bancarias. También las sedes que albergaban la obra social de las cajas de ahorros han tenido una evolución difícil. En este caso, han habido edificios históricos que se han quedado sin utilidad, como el Palacio de Mansilla, en Segovia.

Según datos oficiales, entre 2008 y finales de 2020 han cerrado unas 23.000 oficinas. Pero con la pandemia por coronavirus llega otra fuerte oleada. La absorción de CaixaBank por parte de Bankia va a sumar otros 1.400 cierres. Santander cierra otros 1.000 locales, BBVA unas 500, sumados a los de Sabadell, Unicaja, Liberbank, que aún no se sabe la cantidad pero su cierre es más que concreto.

A lo largo de 2021 se han anunciado cierres de otras 3.400 oficinas. Es un un momento en que las compras online han puesto en jaque el modelo de negocio de muchos comercios minoristas.

Una de las soluciones más simpáticas ante los cierres la ha tomado Banco Santander. La empresa, para poder gestionar de forma eficiente el cierre de más de mil oficinas, ha decidido crear una nueva sociedad para alquilar o vender todos los locales cerrados.

Para conocer más sobre la situación de las empresas en España y Europa por la pandemia, te recomendamos leer estos informes:

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