La tendencia al alza en la compraventa de viviendas y unas buenas condiciones para la firmas de hipotecas hacen augurar un buen panorama para emprender con una franquicia inmobiliaria. Siempre que sea con una enseña de referencia.
La economía ha salido reforzada de la crisis gracias a una nueva manera de ver los negocios.
Por una lado conviene prestar atención a los sectores con más proyección de futuro, como el mercado de la vivienda. Un sector con elevada demanda tras un largo periodo de contención por parte de compradores e inquilinos.
Y, por el otro, la necesidad de tomar las riendas del negocio de la mano de un marca de referencia. Abriendo una franquicia que facilite abrir con una ventaja competitiva respecto a la competencia.
De unir ambos conceptos nace un negocio que hoy en día se expande por las principales ciudades: la franquicia inmobiliaria.
Un sector que crece: el mercado inmobiliario
Tanto el mercado de la vivienda como el hipotecario están en un buen momento. Así lo ha destacado BBVA Research en el ‘Observatorio Inmobiliario. Abril 2018‘.
Para la entidad, la venta de propiedades ha retomado en 2018 la tendencia al alza, después de un periodo de estabilidad de tres meses.
Según el informe, el buen comportamiento de la economía y el mercado hipotecario favorecen a la demanda residencial.
Sin ir más lejos, según los notarios, enero de 2018 se cerró con la venta de cerca de 39.000 viviendas. Un 3,9% más que en diciembre de 2017. Y un 11,2% más que doce meses antes.
Mientras que las condiciones financieras continúan siendo positivas para los potenciales compradores. Y las perspectivas del mercado residencial soplan a favor del mercado hipotecario.
Algo que demuestran unos tipos de interés en mínimos, tras cerrar marzo con el Euríbor al -0,19%. La estabilidad en el tipo hipotecario medio, tras acabar febrero en torno al 2,2%. Y con los créditos hipotecarios para compra de vivienda al alza, tras crecer también febrero un 18,5% en tasa interanual.
Con estas perspectivas, la entidad financiera vaticina un ‘buen desempeño’ para el segmento residencial de cara a los próximos meses.
Un modelo de éxito: la franquicia inmobiliaria
Ante un mercado en auge, como el de la vivienda, existe la posibilidad de emprender en solitario o de la mano de una franquicia inmobiliaria.
Entre las ventajas y los inconvenientes de cada fórmula, la rentabilidad y la fiabilidad del negocio marcan la diferencia.
· Riesgo. Es mucho menor al abrir una franquicia inmobiliaria. Especialmente si se tienen en cuenta los gastos iniciales antes de abrir de cara al público.
Una buena franquicia ayuda gestionar la búsqueda de un local, ahorra gran parte de la inversión en marketing y dispone de sistemas indispensables para comenzar a trabajar desde el primer día.
· Capacitación. La experiencia de una franquicia inmobiliaria debe adquirirse a base pruebas y errores cuando se emprende en solitario.
Abrir una franquicia puede que suponga un gasto inicial, pero minimiza el riesgo de fracasar en una aventura empresarial.
· Marca. La construcción de una enseña consolidada es el resultado de años de experiencia.
Contar con una franquicia solida permite trabajar la marca personal del franquiciado con una buena carta de presentación. Además de contar con una cartera inicial de clientes.
El decálogo para triunfar al hacerse franquiciado
Entre las recomendaciones de los expertos en franquicias, existen algunas consejos para reconocer aquellas enseñas realmente solventes. Pistas para escoger, con criterio, una franquicia inmobiliaria.
1.- Condiciones razonables, no negociables
“Conviene desconfiar de aquellas firmas dispuestas modificar las condiciones y negociarlo absolutamente todo“, recuerdan desde Barbadillo y Asociados.
“Algunas enseñas optan por rebajar injustificadamente algunos de los canons (de entrada,..), ceder ante la posibilidad de abrir en localizaciones secundarias o incluso acortar el periodo del contrato“. Todo con tal de sumar nuevas franquicias.
2.- Detalles que marcan la diferencia
Algunos aspectos justifican, por sí solos, la elección de una u otra franquicia. Desde los posibles acuerdos ventajosos con proveedores a poner a disposición del franquiciado una gran cartera de clientes.
“Todo ello sin olvidar la disponibilidad de sistemas especialmente pensados para el tipo de negocio. Un sistema CRM adaptado a las necesidades de la franquicia siempre es un punto a favor“, recuerda Luis Gualtieri (Oi Realtor).
3.- La experiencia del franquiciado
El asociado a una red de franquicias es, probablemente, la mejor fuente de información para un futuro candidato.
Visitar un local al estilo del que se pretende abrir, indagar sobre su relación con la central, conocer algunos de los servicios que se prestan, permite acercarse a la realidad de la franquicia.
4.- La rentabilidad necesita de tiempo
La empresa franquiciadora debe ser honesta y transparente, presentando un plan de negocio realista y asumible.
Amortizar la inversión inicial en apenas seis meses es realmente difícil. Conviene desconfiar de este tipo de promesas. Especialmente si se trata de una oficina a pie de calle que debe darse a conocer entre los residentes.
5.- Crecimiento sostenible y seguro
Es cierto que toda empresa nace con la idea de expandirse, pero conviene desconfiar de aquellos franquiciadores cuya única estrategia está en crecer.
“Algunas franquicias que hablan de abrir como si aquella fuese la única finalidad del negocio , cuando ese es precisamente el inicio del proceso“, señalan desde T4 Franquicia.