El Museo del Prado es el museo Nacional más conocido de Madrid y uno de los museos de arte más importantes del mundo. El museo es obra de Juan de Villanueva y se inauguró en 1819.
Historia del Museo del Prado
El 10 de noviembre de 1819 abría sus puertas por primera vez el Museo del Prado. Gracias al apoyo de María Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII. El edificio que Juan de Villanueva había diseñado como Gabinete de Historia Natural acogía, finalmente, una parte importante de las colecciones reales. Con los años, donaciones particulares y compras fueron ampliando los fondos de la pinacoteca.
Durante la Guerra Civil las obras de arte se protegieron de los posibles bombardeos con sacos de arena en la planta baja del museo. Finalmente, por recomendación de la Sociedad de Naciones la colección viajó primero a Valencia y luego a Ginebra. De ahí tuvieron que regresar rápidamente a Madrid tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Cuadros más importantes
La colección del Museo del Prado de Madrid se basa principalmente en pinturas de los siglos XVI al XIX. Entre sus cuadros cuenta con obras maestras de pintores de la talla de Velázquez, El Greco, Rubens, El Bosco o Goya.
En el Prado de Madrid encontrarás cuadros que han determinado la historia de la pintura y han catapultado a sus autores a los libros de arte:
- Las Meninas, de Velázquez.
- El 3 de Mayo de 1808 en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío de Goya.
- El Caballero de la Mano en el Pecho, de El Greco.
- Las Tres Gracias, de Rubens.
- La Maja Desnuda, de Goya.
¿Cuánto tiempo se necesita para recorrer el Museo del Prado?
Los amantes del arte necesitarán dedicar al menos una mañana para recorrer todas las salas y poder parar en las obras más valiosas. Si, por el contrario, no les gusta mucho el arte, al menos deberías aprovechar la entrada gratuita para ver el museo por dentro y admirar los cuadros más importantes.
El Museo del Prado tiene la colección de pintura española más completa del mundo. El viaje puede comenzar en el siglo XI, delante de los murales mozárabes de la iglesia de San Baudelio de Berlanga. A continuación, las obras de Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Juan de Juanes o Luis de Morales trazan el arco que va de la pintura gótica hispano-flamenca al Renacimiento. Las salas dedicadas a El Greco conservan algunas de las pinturas más singulares del autor, como El caballero de la mano en el pecho o la Santísima Trinidad.
El Siglo de Oro está ampliamente representado con obras de Ribera, Zurbarán y Murillo, que nos ayudan a comprender el contexto en el que surge la pintura de Velázquez. Sus obras más importantes son, por ejemplo, Las meninas o Las hilanderas y pueden verse en el museo. Las salas de Goya muestran desde los cartones que hizo para la Real Fábrica de Tapices hasta Las pinturas negras con las que el artista cubrió los muros de su casa, La Quinta del Sordo. También hay salas dedicadas a la pintura del siglo XIX, con obras de Fortuny, los Madrazo y Sorolla.
Un poco más del arte del Museo del Prado
La pintura italiana es imprescindible para comprender el paso del arte medieval al Renacimiento y además resulta muy influyente en el arte barroco español. Del Quattrocento (siglo XV) destacan La Anunciación, de Fra Angelico, el cofre con la historia de Nastagio degli Onesti, de Botticelli. También La dormición de la virgen, de Mantegna y Cristo sostenido por un ángel, de Antonello da Messina. Varias vírgenes de Rafael sirven para explicar el esplendor clasicista del Cinquecento (siglo XVI) y los cuadros de Tiziano, Tintoretto y Veronés. Todas estas, grandes personalidades de la escuela veneciana que son uno de los tesoros más preciados del Museo del Prado. Los diferentes caminos del arte barroco italiano están claramente representados con obras de Caravaggio, Guido Reni y Annibale Carracci.
La escuela flamenca está muy bien representada debido a la relación política de la monarquía española con Flandes. En el Museo del Prado se encuentran desde obras muy significativas de los maestros primitivos flamencos, como El descendimiento de la cruz, de Van der Weyden y el Jardín de las Delicias, de El Bosco. Ambas coleccionadas obsesivamente por Felipe II. Otras obras características del esplendor barroco de la corte de Bruselas, con Rubens, la familia Brueghel, Jordaens y Teniers encabezando la lista de los autores más abundantes en el Prado.
La pintura francesa, holandesa y alemana también tiene presencia en las colecciones del museo. Durero, Claudio de Lorena, Rembrandt o Watteau son algunas de las firmas que no podemos obviar. Aunque menos conocidas, las salas dedicadas a la escultura y a las artes decorativas son de gran interés. Cabe destacar la estatuaria romana, el Tesoro del Delfín (una vajilla heredada por Felipe V) y las obras de los Leoni encargadas por Felipe II y Carlos V.
Plan de desescalada del Covid-19
Como toda actividad turística, el Museo tuvo que cerrar su entrada debido a la pandemia. El 6 de junio, el Museo Nacional del Prado reabrió sus puertas con Reencuentro, un recorrido que se extenderá hasta el 29 de noviembre. En él se han reubicado más de 190 piezas. También evoca la museografía existente de cuando el Prado abrió sus puertas por primera vez.
La visita permite disfrutar de La Anunciación, de Fra Angelico y El Descendimiento, de Van der Weyden, reunidos por primera vez. Estos dan la bienvenida a los visitantes en un recorrido generoso en diálogos excepcionales; los Saturno, de Goya y Rubens pueden contemplarse juntos. Y Las Meninas y Las Hilanderas comparten espacio en la Sala XII, junto a un excepcional “retablo” conformado por los bufones de Velázquez.
Exposiciones temporales en el Museo del Prado
El antiguo edificio de Villanueva aloja gran parte de las colecciones de pintura, escultura y artes decorativas. Justo a su espalda, alrededor del Claustro de los Jerónimos, el arquitecto Rafael Moneo ha construido una serie de salas. Estas están dedicadas a las exposiciones temporales, talleres de restauración, un auditorio, una cafetería, un restaurante y oficinas. Otro de los edificios que forma parte del museo es El Casón, antigua sala de baile del desaparecido Palacio del Buen Retiro. Hoy este espacio aloja la biblioteca y la sala de lectura para investigadores.
Si visitas España, no puedes dejar de venir al Museo del Prado. Ya sea por cuenta propia o contratando un Tour Guiado, es un paseo magnífico para realizar en Madrid.