Los 39 mercados de Barcelona son fruto de su historia, sus gentes y sus productos. Algo que se puede vivir en otras ciudades pero que en Barcelona tiene un sabor espacial. Aromas y colores para curiosos y amantes de la gastronomía.
Los mercados de Barcelona tienen un papel fundamental en la historia de la ciudad. Con un próspero comercio, la Barcelona de la Edad Media se abrió al mar Mediterráneo como punto de entrada y salida de todo tipo de productos.
Desde entonces, los mercados de Barcelona han evolucionado unidos a la arquitectura modernista y el amor por los alimentos de calidad.
Pasear por la Boquería es una gran oportunidad para acercarnos ésta experiencia y disfrutar de la ciudad más espontánea y activa; la más cercana y mediterránea.
- La Boquería, un paraíso de la alimentación
- Tradición y tecnología se dan la mano
- Mercados modernistas: Galvany, La Llibertat y La Concepció
- Mercados renovados: Santa Caterina y La Barceloneta
- El futuro de los mercados: Sant Antoni y El Ninot
Barcelona tiene una red de 39 plazas diversas pero con un denominador común. Cada barrio tiene la suya, y cada una tiene su barrio.
La Boquería, un paraíso de la alimentación
La Boquería (La Rambla, 89) se fundó en 1836 bajo el nombre de Mercat de Sant Josep. Sin duda es el mercado más conocido de Barcelona y uno de los mejores de España, con una amplia oferta de productos. En sus pasillos coinciden turistas, vecinos y expertos chefs de cocina. porque lo que está en la Boquería, difícilmente se encuentra en la ciudad.
Desde la misma entrada del mercado, en Las Ramblas, se inicia un auténtico viaje para los sentidos. Un pasillo que entremezcla todo de productos, invitando a pasar y perderse entre sus puestos.
Una vez dentro, asalta el estallido de aromas y colores de sus tiendas conocidas popularmente como “paradas”. La tentación llega en forma de todo tipo de alimentos: frutas de todo el planeta, verduras frescas de los tradicionales “payeses” , todo tipo de dulces, embutidos artesanales, pescado llegado desde la lonja del puerto,..
Entre el ajetreo de personas que vienen y van, las voces de los comerciantes, las preguntas de los clientes. Un hervidero de actividad para todos los gustos.
Además de comprar ingredientes para realizar los mejores platos, se pueden degustar platos típicos catalanes y españoles o comprar comida llevar (fruta recién cortada, jamón ibérico o buñuelos de bacalao).
La manera de fuerzas con delicioso bocado, y seguir la ruta de mercados de Barcelona.
Tradición y tecnología se dan la mano
Entre las diversas “paradas” de La Boquería merece la pena destacar algunos.
Los amantes de las setas pueden escoger entre decenas de variedades en Petràs Fruits del Bosc. El dueño, Llorenç Petràs, lleva 40 años buscando las mejores tipos de hongos, hierbas aromáticas, ?ores comestibles o frutos rojos. El mejor momento para visitarlo es en otoño, en plena temporada. Días en que el olor a musgo y a especias nos transporta directamente hasta el mismo bosque.
La Peixateria Ripoll lleva 140 años y cinco generaciones en el negocio del mar. Abrieron en 1872 y ahora venden su género a través de Internet (Peix.cat). Ésta apuesta que no abandona el habitual “¿Qué te pongo, reina?” frente a la “parada” les permite enviar el producto fresco directamente a casa.
Combinando familiaridad y producto de calidad, La Boquería también ofrece gastronomía a pie de pasillo.
El popular y reconocido Bar Pinotxo, dirigido por Juanito Bayén, propone degustar en solo 4 metros de barra unos tradicionales chipirones salteados con alubias o unos deliciosos garbanzos con butifarra negra.
De más reciente creación, el restaurante Quim de la Boquería combina sabores, olores y texturas inolvidables.
Este cocinero autodidacta y creativo hace las delicias de los comensales con una morcilla de cebolla o unos chipirones con huevos fritos. Una vez más, la cocina catalana y la innovación gastronómica se dan la mano.
Es imposible no sucumbir con o sin apetito, tomando un tiempo para la degustación en mitad de un paseo por La Boquería.
Mercados modernistas: Galvany, La Llibertat y La Concepció
Los mercados de Barcelona también seducen por su arquitectura. Tres de ellos, situados en la zona alta de la ciudad, comparten el estilo modernista.
Situado en el barrio de Sant Gervasi, el Mercado Galvany (C/ Santaló, 65) es un ejemplo de variedad en todos sus productos. En él se encuentran desde selectos pescados y carnes, hasta exquisitos postres o delicatessen. También elaborados platos de comida japonesa, delicias gastronómicas francesas, cuidada charcutería alemana,..
Fragancias de todo el mundo se mezclan en este mercado. Bares, perfumerías o puestos de ?ores complementan la oferta en un edi?cio majestuoso y colorido.
En el corazón de la Vila de Gràcia destaca otro de los característicos mercados de Barcelona, el Mercado de la Llibertat (Pl. Llibertat, 27). En sus ‘paradas‘ exteriores de disfruta del ambiente más auténtico de Gracia. Bajo su estructura de frío hierro el mercado sigue exponiendo productos llenos de frescura en un ambiente tradicional; exactamente igual que hace décadas.
El Mercado de la Concepció (C/ Aragó, 313-31) es el más antiguo del Eixample. En su interior, las “paradas” ofrecen típicos productos catalanes con una cuidada presentación, junto a otros comercios y servicios.
En La Concepció llama la atención una parada de la calle Valencia donde ?orecen macetas, cestas colgantes, hierbas aromáticas y arbustos. Es la Floristería Navarro que abre las 24h los 365 días del año. Colores y fragancias invaden la acera, obligando a frenar al viandante y tentándolo a llevar un ramo de camino a casa. ¿Comprar una rosa a las 03:00 AM? Puro romanticismo de madrugada.
Mercados renovados: Santa Caterina y La Barceloneta
El techo del nuevo Mercado de Santa Caterina (Avda Francesc Cambó, 16) no deja indiferente. A diferencia del resto de mercados de Barcelona sus “paradas“, en lugar de estar en renglones contiguos, se esparcen por todo el recinti. Una invitación a un paseo desordenado. Proyectado por Benedetta Tagliabue y Enric Miralles, el techo está compuesto por azulejos de colores en forma de mosaico, y la estructura ondulante representa vistosas frutas y verduras.
Bajo él se encuentran carnes, frutas y verduras de todo tipo. Aunque lo que predomina es el pescado fresco y un excelente marisco. A la atractiva oferta de este mercado contribuye el reconocido restaurante Cuines de Santa Caterina, que ofrece especialidades culinarias internacionales.
A pocos metros del Mediterráneor y en plano barrio de la Barceloneta se encuentra el su plaza. El Mercado de la Barceloneta (Pl. Poeta Boscà, 1) se renovó en 2007. La forma del edi?cio está compuesta por múltiples volumetrías que evocan las olas del mar. Más allá de la propuesta arquitectónica, este mercado destaca por la placa solar que lo corona, y que genera un 40% de la energía eléctrica.
En el interior, la calidad de las pescaderías del mercado atraen a clientes que vienen desde cualquier rincón de la ciudad en busca de un producto fresco y variado. Fuera, 2 restaurantes hacen honor a la tradición marinera de la zona con deliciosos pescados y mariscos.
El futuro de los mercados: Sant Antoni y El Ninot
Paralelamente, otros mercados de Barcelona se encuentran en plena fase de renovación.
El Mercado de Sant Antoni (C/ Comte d’Urgell, 1), situado en l’Esquerra de l’Eixample es uno de los más grandes, junto con La Boquería. A la oferta de las “paradas” de alimentación y productos téxtiles se suma el popular Mercado del Libro de cada domingo. Ese día, centenares de visitantes entendidos en libros, monedas y coleccionables de todo tipo se encuentran en busca de un objeto con una historia por contar.
Más arriba, el Mercado del Ninot (C/ Dr. Ferrer i Cajigal) es el alma de todo un barrio. Su calidad y buen precio son conocidos. Como en otras plazas, olores, texturas y sabores seducen a clientes de toda la vida, y también a los curiosos.
Sin embargo, su gran momento está a punto de llegar. Tras un largo periodo situado frente al Hospital Clínic para su modernización, en el Nuevo Mercado del Ninot abrirá sus puertas. Será en la primavera de 2015. Un momento cada vez más cercano.
Este es el pasado, presente y futuro de los mercados de Barcelona. Espacios íntimamente ligados a la ciudad. En ellos, raíces mediterráneas, productos de la tierra y alimentos del mundo se unen para llegar a todas las mesas.
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