Te contaremos de los pueblos más bonitos de Tarragona en Oi Realtor: un viaje de fantasía hacia la Era Medieval.
La Provincia de Tarragona, al sur de la comunidad de Cataluña, tiene una vista privilegiada del Mediterráneo. Y en su territorio alberga los diversos pueblos más bonitos situados tanto en la costa a orillas del mar como en el interior de las montañas.
Tarragona está repleta de espacios verdes, playas hermosas y con una fuerte gastronomía, una provincia repleta de turismo. Estos son los siete pueblos de encanto más fantásticos. Lugares históricos que remontan a siglos y siglos atrás, llenos de cultura y secretos que te harán viajar al pasado. Así, verás la historia desde primera mano.
En este artículo encontrarás:
Entre las montañas de Prades
En la comarca del Baix Camp, Prades es el primero de los pueblos más bonitos de Tarragona. Una villa que se encuentra entre medio de las montañas a 40 minutos de Montblanc. Conocida como “la villa roja” por el color de la característica arquitectura medieval con edificios de ladrillos rojizos.
Algunos de los puntos más destacados de la villa son la Iglesia Parroquial de Santa María, que presenta un estilo arquitectónico gótico y renacentista. Como también el castillo de origen árabe, los arcos y puertas de entrada del pueblo o la fuente esférica que se encuentra en la Plaza Mayor. Y en una cueva en las rocas de la montaña se encuentra incrustada la ermita de la Mare de Déu de la Abellera.
La belleza del pueblo también radica en la naturaleza que la rodea. Prades es parte del Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de Cataluña por el Espacio de Interés Natural de las Montañas de Prades. Este protege una gran diversidad de hábitats de la cordillera Prelitoral, como los bosques, cinchas y hábitats de ribera del Siurana.
En la boca del río en Miravet
Miravet es un pueblo fantástico situado desde el borde del río Ebro hasta lo más alto del risco, donde está un castillo templario imponente del siglo XI (monumento declarado Bien de Interés Cultural). De por sí, el pueblo es una postal que transporta en el tiempo al que lo visita. Y que mejor que conocerlo en uno de sus famosos recorridos en barca.
En la comarca de la Ribera d’ Ebre, otro de los pueblos más bonitos de Tarragona que ha sido foco de grandes eventos como las Guerras Carlistas o la Guerra Civil. Se refleja en su arquitectura con ejemplos de edificios religioso–militar, combinados con elementos románicos, bizantinos, islámicos y de la orden del Císter.
Desde el castillo se tienen vistas panorámicas del pueblo y la desembocadura en el Delta del Ebro. Puede visitar también las casas colgantes sobre el río y la iglesia Vieja de Miravet, que está asentada sobre los restos de una mezquita.
A lo alto del cerro está Siurana
Del municipio de Cornudella de Montsant, otro de los pueblos más bonitos de Tarragona es Siurana, una localidad que honra su arquitectura y legado histórico. Ya que fue una de las últimas localidades catalanas en ser ocupadas por los musulmanes.
Es un pueblo rodeado de naturaleza con un pantano y en la zona baja de la Sierra de Gritella, entre la sierra de Montsant y las montañas de Prades. Es perfecto para los aventureros que aman el senderismo. Y es obligatorio la visita del Salto de la Reina Mora y el camino del Camí antic.
Pero, además del entorno natural, Siurana es una aldea medieval con monumentos y restos históricos como la antigua fortaleza árabe del siglo IX, castillo walí Almira Alemoni, o la Iglesia de Santa María, de la época románica, construida entre los siglos XII y XIII.
La muralla de Montblanc
Un villa ducal tarraconense de la comarca de la Conca de Barberà, Montblanc es conocido como uno de los pueblos medievales mejor conservados y más importantes de la provincia. Fundado en el siglo XII, uno de los remanentes monumentos históricos del pueblo son los conjuntos amurallados del siglo XIV que solían hospedar varias veces a la Corona de Aragón. Una de las razones por la cual Montblanc es un pueblo de fantasía es porque cuenta la leyenda que frente a la muralla tuvo lugar la lucha entre el dragón y Sant Jordi.
Pero la aquitectura va más allá y es innegable la belleza gótica de la Iglesia de Santa María la Mayor (del siglo XIV) tanto como la del antiguo barrio judío, caracterizado por sus estrechas calles. También la belleza del Convento de San Francisco. El pueblo es un monumento histórico de pie, que sigue vivo por la gente que lo habita y visita.
La capital de Baix Ebre, Tortosa
Cerca del río Ebro y de Miravet, se encuentra la ciudad de Tortosa con un patrimonio artístico e histórico de gran peso. Es el lugar ideal para adentrarse en la naturaleza y conocer el Parque Natural de los Puertos de Tortosa-Beceite y la Reserva Nacional de Caza, que pasa por el antiguo trazado del ferrocarril del Val de Zafán y el Parque natural del Delta del Ebro.
Pero otra de las razones por la cual es famosa, es que Tortosa alberga el mejor conjunto artístico renacentista de la comunidad catalana, con diversos edificios y palacios declarados Monumentos Nacionales. Tales son la Catedral de Tortosa, fortificaciones como el castillo de la Suda, de influencia andalusí, y el fortín de Tenalles. Los palacios Palau Montagut o el Episcopal, de estilo románico, entre otros muchos. Y el conjunto de los Reales Colegios, conformado por el Colegio de San Jaime y San Matías, la Iglesia de Santo Domingo y el Colegio de San Jorge y Santo Domingo.
Los campos de Arnes
Enclavado en la Vía Verde de la Terra Alta, este pueblo es una parada obligatoria para quienes aman la naturaleza o el senderismo. Este es otro de los pueblos más bonitos de Tarragona dibuja una postal colorida de casas juntas, rodeadas por campos de cultivo.
Tiene varios puntos de interés, entre ellos la Casa Consistorial (del siglo XVI), un edificio referente del movimiento renacentista catalán, y la Iglesia Parroquial de Santa Magdalena, una construcción barroca de finales del siglo XVII.
El Real Monasterio de Santes Creus
Es una pequeña localidad de la comarca de Alt Camp, rodeada de viñedos. Una hermosa villa que tiene como principal punto de interés el Real Monasterio de Santa María de Santes Creus. Una abadía de arte cisterciense, construida en el siglo XII donde se encuentran enterrados personajes históricos tan relevantes como el Rey Pedro III de Aragón y su hijo Jaime II.