Nuevas cadenas hoteleras y otros formatos llevan al turismo su particular revolución. Recuperando hoteles de lujo como grandes establecimientos de referencia internacional.
Ir de lo nuevo a lo antiguo sin perder la esencia. En un debate entre mantener la tradición y renovarse para atraer a otra generación de viajeros. Con gusto por la exclusividad general, pero también por los pequeños detalles que marcan la diferencia.
Hoy emblemáticos hoteles de Madrid, Barcelona o Bilbao, que han representado a toda una ciudad, deben avanzar con ella.
Las cifras históricas del turismo llegado a España han elevado los precios medios de una habitación de hotel. Y la competencia se ha vuelto aún más feroz.
¡Renovarse o morir! Sigue siendo el mensaje, pero también la oportunidad para hacer aún mayor la historia de los históricos hoteles de lujo en España.
Impacto turístico y hotelero
Tras superar los 75 millones de turistas extranjeros en 2016, a principios de año ya se vaticinaron 83 millones para 2017.
Un nuevo récord del que participan todos los viajeros, incluidos los clientes de los hoteles de lujo, y que eleva el alojamiento en Barcelona a lo más alto de Europa.
De hecho, y según las consultoras Magma HC y STR, el precio medio de una habitación de hotel en Barcelona se situó en 138,9 euros en 2017. Un 8% más que en 2015. A la espera de que en 2017 vuelva a subir otro 5% de media.
Cifra más que creíble tras una edición del Sónar Festival con 123.000 asistentes y cerca de 85 millones de euros de impacto económico.
Madrid ‘transforma’ sus hoteles de lujo
Con siete grandes proyectos de renovación hotelera, Madrid da entrada a grandes cadenas de nivel internacional. Empresas e inversores que se harán cargo de algunos inmuebles históricos reconocidos con cinco estrellas.
Complejo Canalejas
Seserá el más destacado, además del primer hotel de Four Seasons en España. Previsto para principios de 2019, será un de cinco estrellas con 200 habitaciones y una superficie mínima de 45m2 por estancia. Además de 22 viviendas independientes, con acceso al hotel y sus servicios.
Riu Plaza España
El emblemático edificio, antiguo Crowne Plaza, pasó de manos de Trinatario Casanovas al grupo mallorquín Riu. Su proyecto, como hotel de cuatro estrellas, incluye un total de 650 habitaciones. Ocupando 24 plantas del edificio, con una suite presidencial de 135 m2.
W y Aloft en Madrid
La alianza entre la cadena Marriott Starwood y el inversor indio Harry Mohinani prevé desarrollar dos hoteles en Madrid. El W Madrid, situado en la Plaza Canalejas, acogerá 160 habitaciones. Y el Aloft de Gran Vía otras 139.
Estreno en Pl de las Descalzas
La compra de la histórica sede del Monte de Piedad por parte de KKR Property dará lugar a un establecimiento de cinco estrellas con 180 habitaciones. Situado en la Plaza del Celenque y distribuido en siete plantas, su pórtico barroco de Pedro de Ribera es uno de sus detalles más bellos.
Hyatt en Gran Vía
Abandonada la gestión del hotel Villa Magna, la cadena estadounidense Hyatt vuelve a Madrid con un nuevo hotel de 159 habitaciones. El establecimiento, situado en un edificio de la Gran Vía que data de 1920, será el gran estreno de finales de 2017.
VP en Pl España Design
El nuevo VP Plaza España promete ser el establecimiento de referencia de la cadena. Un impresionante hotel de diecisiete plantas con cinco estrellas y 214 habitaciones que abrirá sus puerta en el otoño de 2017.
¿Qué pide el nuevo cliente de hotel?
La demanda en las principales capitales y la competencia con modernos establecimientos obligan a renovar los hoteles de lujo.
Establecimientos centenarios que deben atraer al cliente actual. ¿Cómo? Manteniendo los clásicos detalles arquitectónicos (techos altos con molduras, suelo cerámicos o alfombras exóticas) con nuevos diseños. Combinando esencia con tecnología y originalidad.
La idea del lujo ha cambiado en la última década en la medida que lo hacen las expectativas del cliente. Hoy son fundamentales una habitación amplia y confortable, pero también la luz natural, la total conectividad y los detalles de valor añadido.
Sin olvidar la inmediatez. Un consumidor acostumbrado a tenerlo todo al momento no quiere esperas, ni excusas. Pero tampoco un trato normal. Hay que ir más allá de las expectativas, cuidar el protocolo y personalizar cada detalle.
Solo así se gana a una generación que busca el lujo en cada experiencia, sin necesidad de ostentación, pero con servicios de ‘alto standing’. Algo que solo saben ofrecer los hoteles de lujo.