Al igual que el estado de la vivienda, las barreras de accesibilidad de edificios afectan a la situación del parque residencial. Un hecho que puede dificultar la venta de un inmueble y el día a día de sus residentes.

El nuevo Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 reserva parte de las ayudas a la rehabilitación y renovación residencial. Con el objetivo de mejorar tanto la eficiencia energética como la seguridad y accesibilidad, en casas unifamiliares y pisos en bloque.

Se trata de subvenciones que van de los 8.000 a los 12.000 euros. Una cantidad que varía en función de tipo de obra y se amplía si el solicitante tiene algún tipo de discapacidad.

Pocos días después de aprobarse este programa de ayudas, un estudio de la Fundación Mutua de Propietarios y la URV de Tarragona ha venido a poner énfasis en la necesidad de invertir en este tipo de obras.

El titular es claro. En España, únicamente un 0,6% de los casi diez millones de los edificios de viviendas cumple con los requisitos de accesibilidad universal para residentes con problemas de movilidad.

De hecho, más de una tercera parte de los bloques de pisos no es accesible desde la calle. Mientras que un buen número de viviendas carece todavía de sistemas básicos. Como un portero automático o un ascensor.

Teniendo en cuenta la antigüedad del parque español de viviendas y la elevada demanda existente, los propietarios más rezagados están ante una oportunidad única para ponerse al día.

Menos de 60.000 edificios totalmente accesibles

Solo 58.800 bloques de viviendas de los 9,8 millones que existen en España, asumen los criterios de accesibilidad universal. Se trata de un 0,6% de todos los edificios residenciales.

Un hecho que limita el acceso a la vivienda para millones de personas con alguna discapacidad o movilidad reducida.

Esta pesadilla diaria afecta desde el acceso al edificio hasta coger correspondencia del buzón o acceder al parking de la finca.

Problemas que refleja el último informe publicado por la Fundación Mutua de Propietarios y la Universitat Rovira y Virgili. A efectos prácticos, el 63% de los bloques de viviendas son inaccesibles desde el mismo portal. Mientras que solo un 28% dispone de rampa y un 22% necesita de ascensor.

Millones de bloques al margen de la ley

El 4 de diciembre de 2017 acabó el plazo para que las comunidades de propietarios eliminasen sus barreras arquitectónicas. De acuerdo a los requisitos de accesibilidad de edificios establecidos por el Real Decreto Legislativo 1/2013.

Una norma que exige el cumplimiento de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad. Mientras, en la práctica, siguen existiendo muchos edificios sin plena accesibilidad.

Y un gran número de residentes que desconoce algunos de sus derechos. Como el artículo 10.1 de la Ley de Propiedad Horizontal, donde se especifica que aquellos propietarios con más de 70 años o alguna discapacidad pueden forzar la realización de adaptaciones de accesibilidad universal.

La Ley de Propiedad Horizontal y la accesibilidad de edificios

Un gasto que, limitado a un importe concreto, no necesita de aprobación de la comunidad de propietarios. En ese sentido, el Plan Estatal de Vivienda, junto a otras ayudas públicas, cubren únicamente una parte del presupuesto de rehabilitación de edificios. Quedando pendiente un mayor esfuerzo por parte de las administraciones.

Especialmente si tenemos en cuenta que “solo un 25% de las comunidades está hoy en día al corriente de pago“, según Sergio Nasarre (Cátedra Unesco de Vivienda en la URV).

Se trata de un asunto importante, porque “tarde o temprano todos nos veremos afectados” al hacernos mayores enfrentarnos a problemas de movilidad. Recuerda el propio Nasarre.

Problemas endémicos de una parque anticuado

El informe “La accesibilidad en las viviendas de España” responde al estudio de más de 2.000 viviendas en edificios residenciales. Cuyos problemas comienza desde la misma calle.

Llama la atención que el 14% de las fincas no cuenta con portero automático. Y, de aquellos que sí tienen, hasta un 68% no son accesibles para personas en silla de ruedas.

En ese aspecto, solo el 29% de las fincas con telefonillo tiene videoportero. Existiendo únicamente un 9% de videoporteros totalmente accesibles. Por no mencionar los buzones, accesibles con silla de ruedas en un 36% de los casos.

Los problemas de accesibilidad de edificios comienzan por el portero automático

 

El gran problema del parque residencial es un envejecimiento, que sumado a la crisis económica y la morosidad, puede acabar por convertirse en endémico. Hace falta una apuesta clara por la rehabilitación y la construcción. Motores de la economía española.

Solo así se podrá dar un vuelco a unas estadísticas que deben mejorar. Como la apuntada desde el informe de accesibilidad de edificios, donde se recuerda que el 22% de las fincas carece de ascensor.

Mientras que solo un 15% de ellos dispone de anuncio sonoro de cada planta y un 63% de botones en sistema braille. En resumen, solo un 7% de los ascensores está totalmente adaptado.

Limitaciones en la accesibilidad de edificios

Las barreras, de todo tipo, comienza en la calle y acaban en las zonas comunes de cada edificio.

Según la Fundación Mutua de Propietarios, tan solo el 18% de los garajes en edificios son totalmente accesibles. Mientras que el 50% de las plazas no están adaptadas a personas con movilidad reducida.

Las dificultades de accesibilidad de edificios llegan al parking comunitario

La accesibilidad de edificios es un reto que debe afrontarse en el conjunto del bloque. Incluidas las zonas comunitarias, como jardines o piscinas. Espacios que solo son accesibles en un 54% de los casos.

Se trata, en definitiva, de limitaciones que no solo afectan al día a día sino también al valor de la vivienda. Devaluándola o dejando fuera a una parte de los compradores.

Un asunto urgente para el 40% de los inmuebles, según este estudio. Porcentaje que corresponde a los edificios que deberían plantearse mejoras en la accesibilidad.

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