Heredar no acaba de compensar al 10% de los españoles. El elevado coste del Impuesto de Sucesiones acaba provocando algo más de cien renuncias a herencias cada día.

Las consecuencias de la crisis económica siguen aún muy presentes al asumir ciertos gastos patrimoniales. Estamos hablando, como no, de la herencia de bienes.

Recibir una herencia no es una labor sencilla, como tampoco lo es no poder aceptarla. Un creciente número de herederos acaba por renunciar al legado que le corresponde. La razón sigue siendo el Impuesto de Sucesiones que castiga a miles de españoles año tras año.

Si con el estallido de la crisis (2007) se detectó un aumento de las renuncias a herencias, esta situación se acentuó en los siguientes años. Y no se ha revertido a pesar del reciente periodo de recuperación.

Es más, en 2017 se ha detectado un nuevo repunte del 11,7% respecto al año anterior. Pudiendo haberse producido hasta 40.000 renuncias a herencias.

Un hecho que acentúa las críticas al pago de este impuesto autonómico. Una ‘mordida‘ que, en ocasiones, obliga a volver a comprar el patrimonio familiar. Y que convierte a España en uno de los países donde más se paga por heredar.

Hasta un 250% más renuncias a herencias

España va camino de batir su propia marca en materia de renuncias a herencias.

Si entre los meses de enero y septiembre de 2017 se renunció a un total de 31.692 legados, probablemente se habrán superado las 40.000 renuncias a finales de año.

Los datos del Consejo General del Notariado no dejan lugar a dudas sobre la evolución reciente de las renuncias. Desde las 11.048 en 2017 han ido creciendo progresivamente hasta alcanzar las 16.346 (2010), las 28.787 (2013) o las 38.791 (2016).

Cifra final que probablemente habrá vuelto a repuntar en 2017. Haciendo aún mas llamativa una tendencia: desde 2007 las renuncias a herencias se han disparado en un 250%.

De hecho, cada día 117 españoles acaban rechazando algún legado. Sea porque no les compensa o por no tener la capacidad financiera para hacer frente a ello.

El impacto del Impuesto de Sucesiones

La relación entre el pago de impuestos y el rechazo a las herencias es muy estrecha. Aunque resulta fuera de toda lógica seguir sancionando las herencias de la misma manera en que se hacía durante la crisis.

En la práctica, el Impuesto de Sucesiones puede acabar obligando al heredero a la recompra del patrimonio que le ha sido legado. Una situación que se acentuaba durante la crisis, por la dificultad de acceder al crédito bancario.

Y que hoy resulta igualmente dura cuando las herencias están basadas en el patrimonio inmobiliario. Propiedades que durante la crisis perdieron parte de su valor, y que en el Impuesto de Sucesiones afrontan tasaciones muy altas.

Aunque, en ocasiones, no solo toca hacer frente al valor del inmueble sino también a las deudas sobre el patrimonio dejado en herencia. Un asunto sobre el que muchos notarios han detectado gran cantidad de renuncias.

De Aragón a la Comunidad de Madrid

Entre las comunidades autónomas con un mayor número de renuncias, Andalucía y Cataluña son las más castigadas. En los nueve primeros meses de 2017, ambas regiones sumaron algo más de 12.200 renuncias. Uno de cada tres legados rechazados en España.

Por detrás, Baleares, La Rioja y Asturias también cuentan con un buen número de renuncias a herencias.

Mientras que, a efectos prácticos, la comunidad donde más se gravan las herencias es Aragón. Frente a la Comunidad de Madrid, donde se bonifica el 99% desde el año 2007. Un ejemplo que también han seguido regiones como Galicia, La Rioja o Castilla y León.

Al tiempo que Andalucía ha elevado la cantidad mínima para tributar en herencias, de 250.000 a un millón de euros. Una rebaja en Sucesiones que imitan comunidades como Murcia, Extremadura o Cantabria.

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