La evolución reciente de la inversión inmobiliaria está directamente relacionada con las socimis. Cerca de cincuenta sociedades cotizadas entre el MBA y la Bolsa española.
Protagonista de la recuperación del ladrillo, las sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria, han conquistado el parqué.
Con cuatro años de historia, las 44 socimis que cotizan en el MAB controlan activos por valor de 12.221 millones de euros.
De ellas, 17 se han incorporado al Mercado Alternativo Bursátil a lo largo de 2017, aumentando en un 36% su valoración durante los últimos doce meses.
Sin olvidar a los auténticos pesos pesados del sector: Merlin, Colonial, Hispania, Lar y Axiare. De ellos, los dos primeros ya forman parte del Ibex 35. Mientras que un total de 19 socimis cuentan con sociedades que aún no cotizan.
Sin duda, una locura inversora que demuestra el tamaño que adquieren estas sociedades de moda.
Hito en la incorporación de socimis al MAB
A lo largo de 2017, un total 17 socimis han entrado a formar parte del MAB. Se trata de un número récord que pulveriza la entrada de las dos primeros sociedades cotizadas en 2013.
El dato proviene del “II Análisis sobre tipología y tendencias de las SOCIMI en España”, elaborado por Armabex. Un estudio que pone de relieve la nueva composición del Mercado Alternativo Bursátil.
Las últimas incorporaciones al MAB han disparado la valoración de sus activos desde los 3.651 millones de euros de 2016 a los 4.566 millones actuales. Un 36% más.
La presencia de socimis ha ido ganado peso de la mano de sociedades dedicadas al alquiler de activos de todo tipo. Sobresaliendo las viviendas y las oficinas. Y dejando hueco a la inversión por parte de compradores no residentes. Un perfil que ya representa más del 47% de las socimis.
Viviendas y oficinas son los productos estrella
De las 44 socimis que hoy cotizan en el MAB, 3o de ellas disponen de viviendas u oficinas en alquiler entre sus activos.
Una proporción que se ha incrementado 9 de las 17 nuevas socimis. Sumando inmuebles por valor de 5.163 millones de euros. El 42,3% del total.
Aún así, la diversidad de activos es amplia. Destacando 25 socimis con locales o centros comerciales en su cartera, 6 socimis con activos hoteleros, 5 con naves industriales y una con gasolineras. A las que se sumará una sociedad especializada en residencias de estudiantes: Studen Properties Spain.
Sin olvidar que un cambio legal producido a principios de 2017 también permite la creación de ‘socimis en desarrollo’. Básicamente sociedades que disponen de terrenos para la promoción inmobiliaria destinada al alquiler.
Un tipo de socimi que permite el control y la rentabilidad en toda la cadena de valor. Desde la adquisición del suelo al momento del alquiler.
El inversor no residente encabeza las nuevas socimis
Un dato relevante es la capitalización media de estas sociedades, situada por encima de los 155 millones de euros. Además de la presencia de un 62% de recursos propios.
Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que los inversores foráneos controlen un gran número de activos. Concretamente, los extranjeros no residentes impulsan el 47,7% de las nuevas socimis. Además de poseer el 55,1% de todo el volumen de activos.
Mientras que las 5 socimis familiares representan un 11,4% del accionariado. Y controlan el 19,8% de los activos.
Entre las sociedades de composición diversa, las más valiosas cuentan con seis a diez accionistas. Controlando un capital de 1.622 millones de euros. El doble que las sociedades con dos a cinco accionistas: 835 millones.
Mayoría de socimis en la provincia de Madrid
Finalmente, según su distribución en la geografía española, la provincia de Madrid es la que más invierte en socimis. Muy por delante de la provincia de Barcelona.
Exactamente, un 46,5% de los activos (5.684 millones) se encuentran en la región de la capital. Frente al 11,2% de los activos (1.364 millones) situados en el área de Barcelona.
Aún así, también se confirma la progresiva descentralización de estas sociedades. Situándose un 35,5% de los activos en otras provincias diferentes a Barcelona y Madrid.
Diversificación, internacionalización y expansión geográfica son las principales tendencias del vehículo inversor de moda en el mercado inmobiliario.