El mercado residencial de la ciudad condal se instala en una tendencia al alza que rentabiliza la inversión inmobiliaria. Y convierte al alquiler en Barcelona en un producto exclusivo.

La demanda de pisos, en compra o alquiler, dispara un 10,2% el precio de la vivienda en Barcelona en el último año. Según el último informe de Sociedad de Tasación (ST).

Más del doble de la subida media a nivel nacional, situada en torno al 4,3% interanual. Elevando el precio hasta los 2.405 euros por metro cuadrado. Prácticamente el triple que ciudades como Badajoz o Ciudad Real, donde se se alcanzan los 850 euros.

¿Dónde está el límite? Actualmente se desconoce. De hecho, en cinco años el precio de la vivienda en alquiler en Barcelona ha crecido un 29% y el precio de venta se ha elevado en un 24%.

Incrementos que favorecen la rentabilidad de los inversores, y cuyo único peligro está en la inestabilidad política y la sobrevaloración de algunos inmuebles.

Carácter exclusivo del alquiler en Barcelona

Barcelona es la capital española con la vivienda más cara, tanto por compra como por alquiler. Un fenómeno que se extiende a los alrededores de la ciudad condal, con importantes incrementos en las rentas del alquiler, y que acaba disparando aún los precios de la capital.

Cauda y efecto tienen un fácil explicación. Como es natural, ante la subida del precio del alquiler en Barcelona, cada vez más personas optan por la búsqueda de vivienda en el área metropolitana.

Esto acaba provocando que la demanda también aumente en los alrededores de la ciudad condal. Impulsando al alza sus rentas y haciendo que deje de compensar trasladarse fuera de la capital.

¿Consecuencias? Los inquilinos acaban volviendo a Barcelona, donde la demanda y los precios continúan aumentando irremediablemente.

Precio medio del alquiler en Barcelona y otras ciudades españolas

Tal y como demostraron los últimos datos de Sociedad de Tasación, desde las rentas mínimas de 2013 los precios han subido a doble dígito en toda la zona metropolitana de Barcelona. Incluso en aquellas localidades más alejadas y tradicionalmente económicas.

Desde el año 2013, las rentas en Cataluña han subido de manera considerable. Siendo la ciudad condal el epicentro de la subida de los alquileres.

Mientras el alquiler medio en Cataluña ha subido cerca de un 21%, hasta los 655 €/mes, las rentas en Barcelona han aumentado casi un 29%, alcanzando los 877 €/m2.

Una tendencia que afecta al precio de venta

Frente a la subida de las rentas, la vivienda en propiedad no se ha quedado atrás.

De hecho, respecto a mínimos de hace casi un lustro, el precio del metro cuadrado en Barcelona se sitúa en 4.072 euros. Un 24% por encima de 2013.

Es así como alquileres y precios de compra han aumentado muy por encima del poder adquisitivo. Hasta hacerse con una buena parte del presupuesto mensual en muchos hogares. Tanto en Barcelona como en toda Cataluña.

Si el incremento de los alquileres catalanes ha sido del 10,8%, esto se debe principalmente al encarecimiento de las rentas en la capital y su área metropolitana.

Tengamos en cuenta un simple detalle. El pasado 2017 ha sido el primer año en que los precios del alquiler en Cataluña (+10%) han subido por encima de los alquileres en Barcelona (+9,5%).

Y esto se debe a que los precios de la capital ya cuentan con una base suficientemente alta. Y aunque resulta imposible que se mantengan subidas periódicas del 10%.La recuperación económica permitirá que siga creciendo la demanda y con ella los precios.

¿Pisos vacíos? ¿Dónde están?

A la Cámara de la Propiedad de Barcelona no le sorprenden los últimos datos del Ayuntamiento, donde se revela que los pisos vacíos son muchos menos de los que se pensaba.

Sinceramente, “no existen muchos propietarios con pisos vacíos que nos los alquilen“, señala Oscar Gorgues (CPUB). La rentabilidad es tan alta que resulta extraño dejar escapar una oportunidad así para la inversión inmobiliaria.

 

Retos del mercado de compraventa y alquiler en Barcelona

Uno de los pocos problema puede ser, eso sí, el mantenimiento de una parque que sigue envejeciendo. “Barcelona es una ciudad de propiedad horizontal, con edificios de diversos propietarios“, apunta Gorgues. “Y muchos dueños son personas mayores que no pueden plantearse los gastos mínimos de conservación y rehabilitación de su vivienda“. Para acabar de sentenciar: “La falta de inversión puede provocar el deterioro de muchas comunidades y suponer un problema futuro que no estamos abordando precisamente ahora“.

Un solución sería que las obras de rehabilitación se consideren una carga sobre la vivienda, pudiéndose devolver en el momento de la transmisión por venta o herencia. Tal y como sugieren algunos expertos.

Las ayudas deben volver al sistema y drenar así de recursos las políticas de vivienda. Para que pasen de generación en generación” sugiere Gorgues.

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