El real estate se ha reacomodado finalmente, tras el embate de la pandemia, en modalidades de trabajo que solo se veían en las compañías americanas o nórdicas de avanzada. El trabajo administrativo físico fue adaptado sino sustituido del todo por el teletrabajo, dado el éxito impensado conseguido durante 2020. Sin embargo, y en ocasiones a disgusto de las propias plantillas, muchas empresas de perfil conservador (que habían implementado la modalidad homeoffice) decidieron reincorporar el ámbito presencial. En la generalidad, las firmas que han consultado a sus trabajadores de oficina se han encontrado con que muchos de ellos prefieren mantenerse en el teletrabajo, a pesar del desconocimiento sobre la regulación vigente. En este artículo de Oi Real Estate, veremos cuál es el horizonte a la vista respecto a la modalidad híbrida y el agente inmobiliario.

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¿Te encuentras más cómodo en casa?

El famoso “Quédate en casa” fue el hashtag más utilizado durante el año 2020, en todas las redes sociales, batiendo todos los records. Un escaparate de la realidad mundial. Será un término difícil de olvidar; tan difícil como era imaginar antes de la pandemia que todos los países del mundo atravesarían la misma y simultánea problemática. No obstante, eso ocurrió. Las crisis económicas se sucedieron de forma implacable y en cada rincón del globo, sin importar cuán desarrollado fuera el país, su nivel de organización, etc.

¿Te has detenido a pensar qué hubiera sido del mercado laboral sin las virtudes de la era digital? Las medidas sanitarias fueron drásticas. De una semana a la otra las compañías debieron decidir qué hacer con sus clientes, con sus proveedores, con los proyectos encarados y futuros, y también con sus empleados. La modalidad del teletrabajo fue la responsable (en muchos casos a niveles salvadores) de que el sistema de trabajo no cayera en picada. Un año después, los primeros estudios que consultaban la opinión de los trabajadores de oficina avalaban esta disposición. Los empleados de escritorio (en su gran mayoría) se encontraban mucho más cómodos en casa que teniendo que trasladarse a las cedes edilicias.

Los interrogantes en las reuniones gerenciales y de RRHH de cada empresa fueron los mismos: mantener esta modalidad ¿sería rentable para las empresas?¿Se produciría en algún momento un balance entre rentabilidad y el bienestar de los empleados?¿Cuánto se ahorraría la empresa en instalaciones?

Un poco de historia reciente

Promediando el año 2020 la pandemia atravesaba de pleno al mundo entero. La incertidumbre era un nexo común en los cuatro puntos cardinales. Los resultados de un prematuro estudio, llevado adelante por la experimentada consultora Gartner, arrojaban en julio de 2021 que más del 80% de los CEOs empresariales suponían conveniente mantener el teletrabajo en una hipotética nueva normalidad. Sin embargo, la modalidad híbrida del trabajo es la que parece despuntar, de cara al futuro inmediato y medio.

Por supuesto, muchas otras preguntas se abren por decantación, dada la escueta regulación de la Ley de Trabajo a Distancia en este plano. Decididamente se precisan con urgencia nuevas reglas para este juego. Capacitación de los trabajadores respecto al uso tecnológico; maximizar el papel de los datos compartidos en equipo; potenciar el trabajo colaborativo. En definitiva… ¿cuál será la rentabilidad de las empresas futuras?

La modalidad híbrida

La modalidad híbrida del trabajo busca un balance entre la presencialidad y el desempeño remoto. Aunque, cabe aclarar, el término es demasiado abierto como para encasillarlo en un “mitad y mitad”. Algunas empresas llaman modalidad híbrida a mantener parte de su personal en planta presencial de forma permanente (atención personalizada del cliente, reclamos) y otra parte en homeoffice; otras prefieren la rotación alterna de su plantilla de empleados.

No obstante, y según las voces expertas en marketing y RRHH, la pandemia no ha hecho otra cosa que acelerar un proceso estudiado desde hace décadas. Minimizar el personal en planta y trasladar gran parte de los empleados a trabajar desde su casa, representaba para muchas una solución definitiva a los problemas básicos, en búsqueda de una rentabilidad sostenida. Por tanto, acaso estemos ante un mix entre las modalidades de emergencia del año 2020 (más relacionadas con lo sanitario y como consecuencia de la pandemia COVID) y el futuro al que apuntaban los empresarios.

Como sea (y estamos hablando de motivos obligados), ese proceso ha sido implementado y puesto en práctica; es de esperar que muchas compañías hayan sacado ya sus propias conclusiones al respecto.

A pesar de la opinión de las plantillas

Como primera ventaja, la modalidad híbrida del trabajo en rotación de personal supone reunir ventajas de la presencialidad y las del homeoffice. El llamado “bienestar del empleado” era algo solo visto por la mayoría de las plantillas en los artículos sobre empresas ultra avanzadas de la californiana Silicon Valley. ¿Niegas haber pensado “cuánto tiempo llevará que eso ocurra en mi empresa”? Todos lo hemos pensado alguna vez.

Por otro lado, también cubre el espectro de requerimientos del grupo de clientes que busca ser atendido de forma personalizada; y no pierde las virtudes del trabajo en equipo. Según la consultora Boston Consulting Group, más del 65% de las compañías en España venía buscando y busca aún reemplazar definitivamente la presencialidad convencional por el modelo híbrido.

En lo referente al real estate, que es el sector que nos reúne en este artículo, podríamos afirmar que la mayoría de las agencias en España y Europa han incorporado lo híbrido como una forma estable de trabajo. El homeoffice al 100% sigue siendo una quimera, incluso para aquellas firmas que han sondeado a sus plantillas para conocer sus preferencias a futuro cercano y medio.

La modalidad híbrida y el agente inmobiliario

A pesar de que en la modalidad híbrida del trabajo puedan encontrarse una cantidad considerable de ventajas, no todo es color de rosa y alegría. Existe aún una serie de inconvenientes en su implemento. De hecho, y si lo piensas un poco, sabrás que si el teletrabajo o el híbrido fueran una solución realmente rentable, las compañías ya lo estarían aplicando de forma estable. Pero no es así, y las dudas dificultan dar ese paso de manera definitiva.

Por ejemplo ¿Puede ser una opción para el agente inmobiliario el desempeñarse en modalidad híbrida? De tratarse de una modalidad obligatoria, los trabajadores administrativos en agencia actuales. ¿Deberían ser despedidos, indemnizados y recontratados? ¿Hasta qué punto estará obligada a abastecer la agencia de muebles y útiles para el trabajo en casa? ¿Debe la compañía encargarse de la conexión a internet en todo o en parte?

Estas dudas proponen una serie de cambios en las regulaciones de aquellos países que nunca antes habían practicado el homeoffice de forma legal. Indudablemente, estamos a las puertas de una nueva normalidad muy diferente a la anterior a la era prepandemia. Hemos visto algunos detalles respecto a la modalidad híbrida y el agente inmobiliario ¿Tienes tu propia experiencia en modalidad híbrida del trabajo? Nos encantaría que la compartas en la bandeja de comentarios al pie del artículo

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Oi Real Estate

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