La economía catalana da carpetazo definitivo a una crisis de ocho años y remota niveles de crecimiento por encima del 3%, con la construcción entre los sectores más destacados.
Las comarcas catalanas dejan atrás la crisis y vuelven a crecer, con 2015 como el primer año de sólida recuperación.
Así lo señala el Josep Oliver, catedrático de la UAB y autor del ‘Anuario económico comarcal 2016’. El documento, editado por el Servicio de Estudios económicos de BBVA CX, eleva a un 3,4% el crecimiento del PIB catalán.
La subida del 2% en el PIB de 2014 ha culminado con una excelente evolución en los nueve primeros meses de 2016, dando solidez y tranquilidad a la recuperación económica.
Hoy aumenta la renta familiar y mejora la confianza, gracias al aumento del sector servicios (65% al 75% en ocho años) y al incremento de las exportaciones.
Al abrigo de esta prosperidad, la construcción ha dejado de ser causante de la crisis para convertirse en fuente de riqueza económica.
La economía en tono positivo
La recuperación económica catalana tiene sus pilares en los nuevos niveles de producción y el valor añadido que suponen. En ese sentido, la renta de los hogares aún tiene terreno por delante.
A nivel geográfico, únicamente la Alta Ribagorça se ha contraído un 0,1%. Mientras que veinte comarcas han crecido por encima de la media de Cataluña (3,4%). Especialmente las comarcas del centro y el arco mediterráneo.
Destaca el área metropolitana de Barcelona, que concentra tres cuartas partes de la actividad económica catalana, junto a la provincia de Girona y la de Tarragona.
Lideran la recuperación las Terres de l’Ebre (Tarragona) con un +4,9%, seguida de la Catalunya Central (Barcelona) con un 4,3% y Girona que suma un 3,8%. Mientras que Lleida es la provincia que más pierde.
Auge de los servicios y el turismo
Por encima del resto de sectores, la economía de Cataluña se ha impulsado gracias al sector servicios que creció un 4,1%, apoyado en la hostelería (+8,2%), las TIC (+6,7%) y las actividades administrativas (+5,6%).
Estos y otros subsectores terciarios, como el turismo, concentran el 75% de la actividad económica catalana. Fortaleciendo la economía pero haciendo que se dependa excesivamente de ellos.
Por ello, cambios como la futura tasa turística catalana para 2017 de la Generalitat podrían dar un vuelco a la dinámica positiva. No olvidemos que se trata de un impuesto a pisos turísticos y cruceristas que pasen menos de 12 horas en la ciudad de Barcelona.
El otro punto fuerte a destacar son las exportaciones. Variable que ha pasado de los 50.000 millones de euros en 2007 a los 64.000 en 2015, sin tener que recurrir a ninguna estrategia económica.
La construcción vuelve a crecer
Fruto de la buena evolución, en estos y otros sectores, la construcción vuelve a los niveles precrisis.
Por vez primera desde el año 2007, la actividad constructora se une al crecimiento sumando un 3,1%.
Tan solo un año antes había caído un 3,2%. Pero hoy la construcción crece, impulsada fundamentalmente por la demanda interna y la reactivación tanto del mercado residencial como de la actividad empresarial.
En ese sentido, destacan tres comarcas con un magnífico crecimiento: el Berguedà con un 9,2%, el Garraf con un 9% y el Maresme con un 8%.