Promoción e intermediación inmobiliaria están directamente relacionadas. Especialmente si la construcción no avanza al mismo ritmo que la demanda de obra nueva.
Los pisos de segunda mano llevan largo tiempo cotizando al alza en toda España. Y buena parte de la culpa de este repunte lo tiene la falta de obra nueva residencial.
La progresiva recuperación de la actividad constructora evoluciona a un ritmo mucho más lento que la demanda de vivienda. Abocando al mercado a una recuperación basada en la segunda mano y en propietarios que cambian de vivienda. Y bloqueando el relevo natural por parte de nuevas generaciones de residentes.
Se trata de una vivienda tan escasa como bien localizada. El último análisis realizado por Idealista, a partir de datos del Ministerio de Fomento, lo deja claro.
Si el mercado tiene cerca de 800.000 viviendas usadas a la venta, la gran mayoría de ellas se encuentran a orillas del Mediterráneo.
El deficit de obra nueva en España
Una parte importante del stock residencial a la venta en España es vivienda usada. Concretamente un 3,1%, equivalente a 792.970 propiedades, frente a los más de 25,58 millones de inmuebles existentes.
Se trata de una cantidad importante que delata la falta reposición en el mercado residencial. Ya que en ninguna provincia, la vivienda usada a la venta está por debajo del 1,5% del total de inmuebles. Y en algunos casos llega a superarse el 5% de las propiedades censadas por Fomento.
No se trata de falta de demanda. De hecho, la obra nueva está valorada tanto por su calidad como por su ubicación. Al contrario de lo que sucedía en los últimos tiempos del boom.
Sino por la falta de financiación de proyectos y la escasez de mano de obra cualificada para llevarlos a cabo.
Reinado de la vivienda usada en el Mediterráneo
Entre las provincias con más porcentaje de vivienda usada, frente a la obra nueva, destacan las repartidas por la costa mediterránea.
En primer lugar, Alicante con un 5,4% de los inmuebles censados. Ligeramente por encima de dos provincias catalanas, Girona con un 5,2% y Tarragona con un 4,9%.
También destacan las provincias de Málaga con un 4,8% y de Almería con un 4,3%. Entre ellas únicamente encontramos el caso de Cantabria (4,6%).
Mientras que, también por encima del 4%, la lista continúa con Baleares (4,2%), Valencia (4,1%), Castellón (4,1%). Y, por encima del 3%, con Murcia (3,6%), Granada (3,1%) y Cádiz (3,1%).
Regiones situadas a las antípodas de Cáceres, soria, Bajadoz, Jaén, Lujo, Ourense o Teruel, que no superan el 2%.
Madrid (1,9%) tampoco lo supera y Barcelona (2,7%) se mantiene en un término medio.
Las provincias con más stock disponible
En términos de cantidad total de viviendas usadas en stock destaca, las provincias más pobladas son también las más destacadas.
Sobresale Barcelona con 70.778 propiedades a la venta. Provincia que supera por poco a Alicante con 69.334 viviendas.
A continuación encontramos a Valencia (60.531), la Comunidad de Madrid (56.284) y Málaga (43.747). Encontrándose el resto de provincias por debajo de las 30.000 unidades: Murcia (28.620), Tarragona (26.301), Girona (25.734) o Baleares (25.250).
Estas últimas también destacan por ser mediterráneas. Mientras que los parques más reducidos corresponden a provincias interiores, como Soria, Teruel, Cuenca, Palencia o Zamora. Todos ellos por debajo de la 4.000 viviendas.