Si la obra nueva es cada vez de mayor tamaño, ¿qué podemos ofrecer a los buscadores de pequeños inmuebles? Ese el debate en la construcción de vivienda.
La reactivación del mercado inmobiliario ha llegado también a la actividad constructora. Sin embargo, parece que ambos sectores no ponen de acuerdo a la oferta y la demanda de vivienda.
Los últimos datos del Ministerio de Fomento, relativos a la construcción de vivienda, recogen que el tamaño actual de los pisos es el mayor de la últimos 25 años.
En el otro extremo, la tasadora Tinsa muestra un panorama residencial cada vez más heterogéneo. Gran parte de esta demanda la forman jóvenes que se emancipan, personas separadas, familias monoparentales y numerosos inversores.
Todos ellos buscan viviendas de pequeño tamaño, frente al cliente que desea mejorar y busca un hogar de mayores dimensiones.
¿Se adaptará la promoción inmobiliaria de 2017 al nuevo perfil de cliente?
Construcción de vivienda de mayor tamaño
El mercado residencial parece poco dispuesto a ofertar viviendas de pequeño tamaño.
Así lo muestra la última estadística de visados para construcción vivienda del Ministerio de Fomento. La superficie media de los nuevos inmuebles está en 116,6 m2, la mayor de toda la serie histórica. Además de un motivo extra para que se dispare el precio medio de la obra nueva.
La superficie media tocó suelo precisamente al estallar de la burbuja, en el año 2008 y con 97 m2. En aquel momento se quiso optar por un menor tamaño para abaratar el precio.
Sin embargo, la necesidad actual de inmuebles de pequeño tamaño llega por otro motivo. Muchos jóvenes no han tenido la oportunidad de emanciparse, los procesos de separación y divorcio han vuelto a incrementarse, y la unidad familiar es cada vez más heterogénea.
Todo ello sin olvidar la presencia de inversores que quieren invertir en inmuebles para el mercado de alquiler. Sector en el que las viviendas de pequeño tamaño tienen más salida.
Sea como sea, la escasa oferta de estudios y apartamentos con un máximo de dos habitaciones no responde únicamente al promotor. Muchos ayuntamientos no permiten la construcción de pequeñas viviendas. Aunque basta con pensar en el Decreto 141/2012, de 30 de octubre de 2012, para recordar los límites a la habitabilidad de viviendas que en España son de 36 m2.
Desequilibrio entre oferta y demanda
La imagen de un mercado desconectado de la promoción de vivienda se puede comprobar en la ‘Radiografía del stock 2016: suelo y vivienda nueva‘, elaborada por Tinsa IMIE.
Según la tasadora, solo un 13% de la oferta residencial es para inmuebles con menos de 70 m2. Mientras que un 46% responde a propiedades de 100 a 150 m2.
Solo el 7% de los inmuebles de obra nueva son apartamentos y los estudios únicamente representan el 1% del total.
Un prototipo de vivienda muy desconectado del perfil de un comprador en el que un 32,2% de la demanda responde a jóvenes en busca de su primera vivienda.
De hecho, los hogares con una sola persona responden a un formato global en ascenso. Sin ir más lejos, en ciudades como Copenhague o Berlín ya representan más del 50% de la demanda de vivienda.