Si quieres entrar al mundo de las finanzas y resguardar el valor de tus ahorros en un contexto mundial disruptivo, es conveniente que te adaptes a las nuevas propuestas que te brinda el mercado. Invertir en ETF (Exchange Traded Fund) o Fondos de inversión cotizados es un proceso sencillo. Además de ser un proceso de fácil acceso para los pequeños inversores a través de los gestores de inversión que te brindarán información precisa y adecuada a tus intereses. Dentro de ellos, la emisión de deuda corporativa bajo criterios ESG ha sido el producto más novedoso y resiliente a los avatares inflacionarios en el último año.
En este artículo te daremos nociones básicas de este producto que promete ser la “estrella” de las inversiones del futuro.
En este artículo encontrarás:
¿En qué consiste invertir en ETF?
Invertir en ETF consiste en comprar acciones o deuda de empresas privadas que sigan criterios de sostenibilidad (ESG). Hace no mucho tiempo, las empresas basaban su rentabilidad en mediciones estrictamente económicas. Sin embargo en los últimos años cada vez más empresas se han alineado con los Objetivos de desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Hoy en día, una de cada cuatro emisiones corporativas es ESG. Y el resultado es que los Fondos de Inversión eligen a estas corporaciones para dirigir sus inversiones.
Un ETF es un fondo de inversión cotizado. Es decir, que es una canasta de valores, como cualquier fondo de inversión tradicional, pero que cotiza en la Bolsa como las acciones. Así inviertes de manera diversificada y promedias la rentabilidad entre ellas y asimismo puedes seguir sus variaciones y comprar o vender con el régimen de la Bolsa de Valores.
Invertir en ETF fue una de las inversiones más exitosas y rentables durante y post-pandemia de la mano de los nuevos productos con sello ESG.
¿Qué significa ESG?
ESG es la sigla en inglés de la expresión “Environmental, Social and Governance”. En español hace referencia a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Estos factores son los que se tienen en cuenta para evaluar la sostenibilidad de una empresa a la hora de invertir.
A fines del siglo XX, comienza a aplicarse la noción de “Triple Impacto” para definir a las empresas que basaban su negocio en 3 patas. La pata económica, la social y la ambiental. Hoy, ese concepto se resume en la calificación de ESG como base fundamental de una inversión sostenible y responsable (ISR). Es decir que una empresa que cumpla con determinados criterios predefinidos podrá emitir activos o deuda calificada como ESG.
Los criterios ambientales tienen que ver con las acciones positivas o negativas que realice una empresa con respecto al cuidado del planeta y la contribución al medio ambiente. Por ejemplo: emisiones de gases de efecto invernadero, tratamiento de residuos, contaminación en los procesos de producción, contribución al cambio climático, eficiencia energética, etc.
Los criterios sociales tienen que ver con el trato que ejercen las empresas con las personas con las que coaccionan. Por ejemplo: condiciones laborales de sus empleados, igualdad de oportunidades, condiciones de salud y seguridad, generación de diversidad, respeto por los derechos humanos, información transparente al consumidor, responsabilidad social, etc.
Los criterios de gobernanta corporativa se refieren a todo lo atinente a la gestión. Por ejemplo: estrategias fiscales, ética de los directivos, corrupción, transparencia en las estrategias comerciales, etc.
El certificado ESG se otorga a las empresas al valorar todos estos parámetros a partir de un informe que las calificará de la A (mayor calidad) a la D (menor calidad). La Agencia ESG crea y actualiza los indicadores que deberán cumplir. Y las Certificadoras realizan el informe de acuerdo con el protocolo que realiza la Agencia.
Conocer el grado de responsabilidad ESG de las compañías es un factor indispensable para el inversor que busca rentabilidad, seguridad y además colaborar con el bien común y la contribución al planeta.
Ventajas de invertir en ETF bajo criterios ESG
#Rentabilidad: Los factores ESG mejoran la rentabilidad de tu inversión en ETF, al reducir el riesgo y al mismo tiempo generar valor. En los últimos años, los fondos de inversión con alto componente ESG han dejado mayor rentabilidad promedio que otras inversiones. Además, han sido menos permeables a los efectos inflacionarios.
#Sencillez y facilidad de acceso: Los informes son publicados, accesibles y de acceso democrático para cualquier tipo de inversor. Por lo que debes animarte a invertir en ETF.
#Versatilidad: Son cada vez más las empresas que se acoplan a esta modalidad de emisión. Siendo en el primer semestre del 2021 el 23,6% del volumen emitido en España frente al 9,4% de la primera mitad de 2020, lo que representa un crecimiento del 63%.
#Seguridad a largo plazo: La evaluación del riesgo no se basa únicamente en los productos y servicios que brinda la empresa. Sino también en su conducta hacia el futuro, el impacto social y su compromiso hacia las generaciones futuras.
#Finanzas sostenibles: Al invertir en empresas ESG estas contribuyendo, desde tu lugar, a enfrentar los desafíos de sostenibilidad, para generar valores y cuidar al planeta.
Invertir en ETF: los más rentables
Durante la pandemia fueron los ETF bajo criterios ESG los que pegaron un salto cuantitativo inesperado en su rentabilidad, que osciló entre el 27 y el 55%.
Entre ellos tenemos:
Parnassus Endeavor: 55%. Parnassus Endeavour Fund invierte en empresas de gran capitalización de Estados Unidos. Empresas que tienen ventajas competitivas sostenibles, equipos de gestión de calidad y atributos ESG positivos.
Nuveen: 51,5%. Nuveen ha apoyado el futuro financiero de millones de personas durante más de 120 años. Invierte en el crecimiento de negocios, bienes raíces, tierras de cultivo, bosques e infraestructura mientras construye relaciones de por vida con clientes de todo el mundo.
Schwartz: 26%. Es una empresa que está comprometida con el medio ambiente e invierte constantemente en tecnología sostenible logrando procesos de producción más ecológicos.
Ariel: 45,4%.
Ave María: 17,7%
Conclusión
Invertir en ETF ha sido una de las inversiones más rentables de los últimos años, pero con la irrupción del COVID al planeta mostraron un crecimiento exponencial con la incorporación de los ESG como valor agregado. Los inversores son cada día más conscientes social y ambientalmente, sobre todo después de la pandemia.
El análisis del ESG, como instrumento de calificación de sostenibilidad, es hoy fundamental para valorar la calidad de un crédito. A su vez, ha quedado demostrado que la rentabilidad de los inversiones con sello ESG va evolucionando en forma positiva y seguirá creciendo en el futuro. Cada vez son más los clientes que ponen el ojo en cuestiones que exceden la rentabilidad pura. Los últimos acontecimientos mundiales nos han enseñado que no podemos permanecer ajenos a los riesgos que nos depara el futuro y debemos comenzar a cambiar hoy. La forma de invertir nuestros ahorros deberá compartir una lógica socialmente responsable. Además de ganar dinero, invertir en empresas de calidad ESG, es en ganar salud, respeto, igualdad y futuro. Por todo esto creemos que invertir en ETF es una inversión sostenible además de un buen negocio.
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