El Impuesto de Sucesiones capitaliza una parte del debate político. Discusión sobre si es excesivo o injusto el hecho de que en algunas comunidades se pague más que en otras. O directamente si conviene suprimirlo para evitar que la herencia de bienes o dinero no conlleve un tributo inasumible por parte de los herederos.
Todo un debate de fondo en torno al Impuesto de Sucesiones pone de manifiesto la inevitable comparación entre comunidades autónomas. Sobre si tiene sentido que un contribuyente, por el hecho que heredar el patrimonio de un familiar, deba pagar impuestos al percibir dichos bienes.
La estrategia a seguir es totalmente contrapuesta en dos de las regiones con mayor actividad inmobiliaria: Cataluña y Andalucía.
Mientras la primera propone aumentar el Impuesto de Sucesiones para elevar la recaudación, la segunda comienza los trámites para bonificarlo en un 99% de los casos.
Todo ello mientras la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señala la “conveniencia” de igualar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en toda España. Y formaciones como Ciudadanos o el Partido Popular proponen abiertamente la supresión del tributo.
¡El debate está servido! ¿Cuál será la decisión final?
La Generalitat quiere subir el impuesto de sucesiones
El Govern prepara un documento en que plantea modificar algunos impuestos para conseguir el apoyo de Catalunya en Comú en la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2019.
Entre las medidas dadas a conocer se incluye la reducción de las bonificaciones al Impuesto de Sucesiones. Gravamen con el que la Generalitat quiere aumentar la recaudación entre 15 y 40 millones de euros.
La propuesta del Govern es algo menos ambiciosa que la de Catalunya en Comú, donde se reclama la supresión de todas las bonificaciones. Para que la recaudación pase de los 359 millones previstos para 2019 a un total de 979 millones de euros.
Modificación rechazada desde la Generalitat. “Una medida así provocaría efectos muy adversos, como un grave problema de regresividad“, señalan fuentes de la Conselleria de Economía. “Ya que las herencias más bajas son actualmente las más bonificadas“.
Andalucía tramita la supresión inmediata del tributo
El nuevo gobierno de la Junta de Andalucía se ha propuesto poner en marcha cuanto antes las grandes propuestas acordadas entre Ciudadanos y el Partido Popular. Y entre ellas destaca la “práctica” supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Dicha medidas se aprobará este próximo sábado. En la primera reunión del ejecutivo de gobierno. Según el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, “esta semana se pondrán en marcha los trámites para la bonificación del 99%” del tributo“. Añadiendo que “casi supone la completa eliminación“.
El PP y Ciudadanos han acordado eliminar el Impuesto de Sucesiones cuanto antes. “Porque, entre los compromisos firmados en el acuerdo de gobierno figura que los familiares directos tendrán una bonificación del 99% de la cuota cuando hereden o tramiten una donación“.
Actualmente, ya existía una modificación del tributo acordada por el anterior ejecutivo que formaban PSOE y Ciudadanos en la pasada legislatura. Según la cual solo pagaban el Impuesto de Sucesiones aquellas personas que heredaban más de un millón de euros. Mientras que las donaciones a parientes directos estaban bonificadas al 99%.
Maneras de ver la política (y de proteger al contribuyente)
“Sin duda, la regulación del Impuesto de Sucesiones señala las dos maneras de entender y proteger el patrimonio de los ciudadanos“, señala Luis Gualtieri. “Desde los ahorros a los bienes inmobiliarios“, añade el CEO de la agencia inmobiliaria Oi Realtor.
“En un momento de recuperación del mercado de la vivienda, ¿no sería mejor plantear su eliminación?“, pregunta Gualtieri. “Los notarios estiman que más de un 10% de las herencias acaban siendo rechazadas“, ratifica. “Por las dificultades de los herederos al hacerse cargo del patrimonio familiar“.
Un asunto que el responsable de Oi Realtor ve repleto de incongruencias. “Si la mayor parte de la riqueza familiar está basada en los inmuebles, no es razonable que su estimación corresponda precisamente al momento de máximo valor“.
“Como tampoco que se deba pagar un tributo en el momento de morir, cuando ya se hizo en vida“, añade.