¿Tienes la idea de desarrollar un hotel boutique y no sabes por dónde empezar? Entonces seguramente este artículo te resulte de interés. Aunque toda inversión inmobiliaria implique gastos importantes en cuanto a cantidades, lo cierto es que en la industria hotelera prima mucho la creatividad y, en el caso de los hoteles boutique, también ese toque personal que le dará un carácter distintivo por sobre el resto del mercado. Así que si buscas darle forma y cauce a esa idea que puede ser tan rentable, te invitamos a leer el siguiente artículo con algunas claves para desarrollar un hotel boutique.
En este artículo encontrarás:
El desafío de empezar a desarrollar un hotel boutique
El crecimiento del mercado hotelero, en un contexto de país que hace años viene apostando con éxito a este tipo de establecimientos, hace que cada nuevo hospedaje requiera maximizar sus estrategias para insertarse en la competencia. En ese sentido, la importancia del hotel boutique es cada vez mayor, puesto que se trata de un modelo que puede responder muy fielmente a la demanda de los clientes. Nos referimos a que por sus características intrínsecas, es un perfil de hospedaje cada vez más buscado, tanto en la España rural como en su propio nicho de mercado: las ciudades.
A continuación, te explicamos algunas de estas particularidades y cuatro aspectos clave que debes tener en cuenta si quieres sumarte como inversor y gerente de un proyecto de este estilo.
Hospedaje a demanda
Decíamos anteriormente que un hotel boutique es un tipo de hospedaje que se adapta muy bien a las demandas y el perfil actual de los turistas. Esto es así porque, a partir de situaciones ya conocidas como los cambios de conducta de los viajantes tras la pandemia, o la situación económica global, tenemos hoy un tipo de turismo que prioriza el lujo, el confort y la atención personalizada, por sobre un precio excesivamente económico u hoteles inmensamente populares. Claro que no estamos diciendo aquí que estas otras demandas hayan desaparecido, sino que en los últimos tres años se potenció la búsqueda del primer tipo de experiencia: más familiar, cuidada y en lo posible, equilibrada en cuanto a reservar en un lugar único pero accesible.
Dicho de esta manera, el panorama resulta auspicioso para desarrollar un proyecto boutique desde cero, o bien adaptarlo a la medida, si se invierte en la compra de uno que ya está en marcha. Las oportunidades son variadas dentro de estas dos opciones. Si se construye desde cero, todo está por descubrir y crear. Pero también nos sucederá esto si se adquiere un hotel boutique en funcionamiento, o un edificio antiguo cuya transformación a estos fines es viable. En cualquier caso, conviene tomarse el tiempo de planificar bien la construcción o transformación de las instalaciones, con el objetivo de aprovechar al máximo los recursos disponibles y ofrecer un hospedaje distinguido por su calidad. Recordemos siempre, que en las empresas que se dedican a la atención de los clientes, es indispensable cuidar la reputación y las recomendaciones. En ese camino, es positivo pensar en los clientes desde el primer momento.
Si quieres tener un hotel que te de rentabilidad y sea buscado por los viajantes, debes atender a ciertos aspectos desde la misma planificación. Acompáñanos a conocerlos.
Un hotel boutique es, ante todo, un concepto de hospedaje
Un hotel boutique es un tipo de hospedaje cuya característica principal es la personalización de su estilo y atención, visible en toda la cultura de la empresa, y en cada rincón de sus relativamente pequeñas instalaciones. En rigor, un hotel boutique puede tener diez, veinte o setenta habitaciones, siempre que eso no vaya en desmedro de su identidad. Por ello, lo primero que hay que definir claramente es el concepto del hotel. Por ejemplo, puede ser un hotel que refleje las tradiciones del hospedaje local, o por el contrario tender al uso de nuevas tecnologías, las últimas modas en lujo o contar con una temática que funcione como hilo conductor de todo el estilo plasmado en cada estancia. Nuevamente, aquí las opciones son amplias y estarán definidas en base a gustos, potencialidades y una mínima mirada en el mercado para no superponerse con la competencia.
Una vez elegido el concepto del hotel, es fundamental tomarse el tiempo -y muchas veces, recurrir a especialistas-, para plasmarlo en cada área del edificio. Las habitaciones, tanto más si son muchas, importan tanto como los espacios comunes, tales como el restaurante, el bar, la piscina, los jardines, y los servicios.
La ubicación perfecta
¿Tienes ya en tu cabeza el hotel que quieres desarrollar? Pues es tiempo de encontrarle la ubicación específica (si no la tienes determinada de antemano), y por supuesto, buscarla de forma estratégica. La ubicación ideal o por antonomasia de un hotel boutique son los centros urbanos con acceso a actividades de interés para los huéspedes. Esto va desde actividades de ocio, tales como parques y centros comerciales, hasta universidades y centros de comerciantes, si tu hotel está más dirigido a trabajadores, investigadores y universitarios.
Sin embargo, un hotel boutique puede ubicarse también en una zona rural, sólo que en general esto sucede si están cerca de algún atractivo geográfico o arquitectónico de valor turístico. En definitiva, la elección del lugar justo para instalar tu hotel te ayudará a pulir los detalles del concepto y el estilo, tras observar con mayor certeza cuál será tu competencia.
Diseño y atención personalizados
De la mano del diseño y el concepto vienen, como dijimos anteriormente, una atención acorde y personalizada. En este punto es fundamental buscar bien a los recursos humanos que se ocuparán de todo lo inherente al funcionamiento del hotel. Tanto en las máximas autoridades, como en los servicios más terciarizados, debe haber una consecuencia, una línea marcada por la cultura y los valores del hotel.
La recomendación, entonces, es no escatimar en recursos, capacitaciones ni motivaciones si hicieran falta. Recuerda que el personal de tu hotel es quien trasladará tu marca al huésped.
El huésped esperado en tu hotel boutique
Por último, pero no menos importante, definir el perfil de huésped deseado trazará una importante senda en gran parte de nuestra planificación. Sin dudas, el estilo y los servicios, así como la ubicación elegida para el hotel, estarán orientados a satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Su atención es el corazón de este tipo de hoteles, y el que ellos lo noten repercutirá en más y mejores recomendaciones a otros viajeros.
Procura entonces definir el perfil de huésped que quieres atraer. ¡Ellos también serán la imagen de tu hotel para los demás turistas!
¿Te ha interesado esta nota? Cuéntanos en los comentarios si conoces algún hotel boutique o si este panorama te ha motivado a ser parte del sector hotelero. De ser así, no olvides que puedes contar con el equipo de Oi Real Estate para realizar tu inversión. Con gusto te acompañaremos en todo el proceso. ¡Y ya puedes comenzar tu búsqueda haciendo click en el botón de abajo!
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