Al subir al Tibidabo alcanzamos lo más alto de Barcelona y de la Sierra de Collserola. La popular Montaña Mágica es un lugar para la calma y la diversión, además de unos de los mejores miradores de la gran ciudad.
A 512 metros de altura, rodeado por el Parque Natural de Collserola y la ciudad de Barcelona, se encuentra la mítica montaña del Tibidabo.
El origen de la palabra proviene del latín, en el que “Tibi dabo” quiere decir “te daré”. Sentencia bíblica que el Diablo dijo a Jesús desde las alturas, refiriéndose al reino de la Tierra que aquí podría representar la gran ciudad.
Más allá de Barcelona, el Tibidabo cuenta con un parque de atracciones, abundantes espacios verdes y lugares para disfrutar de la estancia o simplemente mirar al horizonte.
Situado a apenas 15 minutos de algunos de los barrios más céntricos, esta montaña goza de un entorno natural y de excelentes miradores. Entre sus emblemáticos edificios, algunos históricos como el Templo del Sagrado Corazón y el Observatorio Fabra. Junto a ellos, el conocido Parque de Atracciones del Tibidado y la omnipresente Torre de Collserola.
Cómo llegar al Tibidabo
Ascender hasta la cumbre del Tibidado puede llevar unos minutos en coche. Un trayecto en el que se escapan muchos detalles del lugar.
Otra posibilidad es la de llegar en un increíble paseo o recorriendo en bicicleta la popular Carretera de las Aguas. Un itinerario para disfrutar del magnífico paisaje sobre la ciudad de Barcelona.
Sin embargo, existe un sistema aún más divertido. Nos lo ofrecen el tranvía y el funicular.
El histórico Tranvía Azul (Tramvia Blau) nos lleva hasta el Tibidabo ascendiendo toda una colina desde la Plaza Doctor Andreu. Un trayecto sobre viejas vías en el que nos cruzamos con impresionantes casas de la burguesía barcelonesa.
En el mismo punto de partida podemos tomar el funicular que llega también a la cima de la montaña. Ambos fueron construidos hace más de un siglo y conservan el encanto de aquella época.
Ciencia de camino a la montaña
Uno de los primeros lugares que encontramos en la ascensión es el museo de la Ciencia CosmoCaixa (C/ Isaac Newton 26).
Un histórico recinto del barrio de Sant Gervasi en el que niños y mayores han descubierto los mayores secretos científicos (minerales, fósiles, botánica o incluso el ser humano).
Algo más arriba, encontramos el Observatorio Astronómico Fabra (Ctra. del Observatori Fabra, s/n).
Un edificio con más de 100 años de historia en el estudio científico de la meteorología, la astronomía y la sismología.
Templo del Sagrado Corazón
Al llegar a la cima, el Tibidado sorprende con una simbólica iglesia que puede verse día y noche desde Barcelona.
El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón es un gran edificio monumental que corona una magnífica estatua de bronce. Una versión barcelonesa del popular Sagrado Corazón de París con diseño de Enric Sagnier i Villavecchia, junto a una antigua ermita de 1886.
La iglesia neogótica está rematada por una cripta neo bizantina con mosaicos de colores y esculturas del artista Eusebio Arnau.
La ascensión hasta la parte superior del templo permite disfrutar de espectaculares vistas de Barcelona, justo por debajo de la escultura del Sagrado Corazón.
Una emblemática iglesia que ocupó precisamente éste lugar para evitar que en él se instalará un templo protestante de la época.
El Parque de Atracciones Tibidabo
El parque de atracciones más antiguo de toda España, y uno de los primeros de Europa, se encuentra en Barcelona. Se trata del popular Parque de Atracciones del Tibidabo (Plaza del Tibidabo, 3-4) que entró en funcionamiento en 1899.
En él quedan algunas de las atracciones originales entre las que se encuentra uno de los primeros simuladores de vuelo. Entre ellas, el popular avión del Tibidabo que se impulsa a través de su propia hélice.
También el histórico Museo de los Autómatas que conserva modelos de finales del siglo XIX y de principios del XX. Y la conocida Talaya que eleva a los más atrevidos a 50 metros de altura.
Junto a ellas, las antiguas glorias del Tibidado, la montaña rusa del parque o el trepidante Hurakan, con espectaculares caídas y giros.
La Torre de Collserola
Una auténtica obra de ingeniería que se eleva a 288 metros de altura y ofrece grandes vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. Así es la Torre de Collserola (Ctra. de Vallvidrera al Tibidabo, s/n).
Se construyó como la gran torre de telecomunicaciones de los Juegos Olímpicos de 1992, con un original diseño de Norman Foster.
Su ascensor de cristal permite elevar a los visitantes hasta un plataforma de observación que se encuentra a 560 metros sobre el nivel del mar.
Un lugar incomparable, como la propia montaña. Porque además de las mejores vistas de Barcelona, la montaña del Tibidabo tiene muchos secretos por descubrir.
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