En 2017, la inversión extranjera inyectó en España más de 36.000 millones de euros, la cifra más alta registrada en casi una década, y que además es un 0,7% superior a la del 2016, según datos del Registro de Inversiones Extranjeras (RIE) publicados esta semana por el Ministerio de Economía.
El sector inmobiliario se convirtió durante este periodo en el principal receptor de este tipo de inversiones, superando al sector energético, como las compañías eléctricas o de gas, que fueron las más beneficiadas por la inversión extranjera en 2016.
El auge del negocio inmobiliario también se debe a que, durante el pasado año, las inversiones en suministros energéticos cayeron en un 44%. El tercer puesto lo ocupa la inversión en servicios financieros,- sin contar el sector de los seguros y fondos de pensiones-, que se mantiene en la misma posición a pesar de haber sufrido una caída del 26% en su flujo bruto.
La Comunidad de Madrid es la preferida de los inversores extranjeros para realizar sus operaciones, acaparando el 61% del total, además de haber experimentado un aumento del 25% respecto al año anterior.
Cataluña es la segunda comunidad en la que más inversión extranjera se ha registrado, aunque ha perdido casi el 40% de ese tipo de inversiones respecto al 2016, acaparando el 13% del total. El País Vasco se convierte en la gran tendencia del 2017, año en el que atrajeron un 70% más de capital extranjero que durante el año previo. En total, estas tres comunidades absorben el 85% de la inversión productiva que recibe el país.
La principal inversión extranjera proviene de Luxemburgo, Alemania y Reino Unido
Los inversores extranjeros que más apuestan por España provienen principalmente de Luxemburgo, con un 20,9%, seguido de Alemania con un 13,6%, Reino Unido con un 13,1%, Estados Unidos con un 10,7% y Francia con un 9,7%. Estos cinco países concentran el 68% del total de la inversión extranjera recibida durante el 2017. Estados Unidos ha pasado de ser el principal inversor a ocupar la cuarta posición, después de registrar una caída de más del 50% del capital invertido respecto al 2016.
Desde el Ministerio de Economía matizan que estas cifras pueden ser “muy volátiles´´, ya que si se realiza una única operación de grandes dimensiones se pueden alterar las comparaciones tanto al alza como a la baja. Por eso, recomiendan contrastar los datos con las medias de los años precedentes. Así pues, una vez realizada la comparativa con respecto a los últimos cinco años, se ha observado un aumento de la inversión bruta del 25,6% y neta del 18,7%.
Valencia gana terreno a Catalunya en inversión extranjera
La crisis catalana ha pasado factura a la comunidad, donde la inversión extranjera ha perdido gran parte de su potencial. Aun así, los datos no son tan negativos como auguraban los organismos públicos durante los momentos más tensos del “procés´´. La inversión productiva se redujo un 39,8% en Cataluña, superando al porcentaje de caída del conjunto de España, donde la inversión se ha reducido en un 7,2%, influido también por el efecto del desafío independentista.
Estos datos contrastan notablemente con los obtenidos en la Comunidad Valenciana, cuya inversión extranjera ha aumentado en 2017 un 582%, pasado de los 170 a los 1.159 millones, lo que además supone un 124% más respecto a la media de los últimos cinco años. Valencia se convierte así en la región en donde más ha crecido este tipo de inversiones.
Empresas como Banco Sabadell o CaixaBank cambiaron su sede social a la Comunidad Valenciana tras el 1-O, aunque desde el Ministerio han subrayado que hasta que no se conozcan las cifras del total de inversiones realizadas no se podrá evaluar el impacto que ha tenido este traslado de sedes tanto en Valencia como en Cataluña.