A pesar de la incertidumbre económica, la vivienda de alquiler en España lleva quince años sin dejar de crecer. Y hoy, con un mercado inmobiliario más exigente, propietarios e inquilinos demandan una mayor profesionalización.
Vivir de alquiler es toda una tendencia en un mercado residencial cada vez más flexible, en su adaptación a los cambios sociales. Su perspectiva de crecimiento para alinearse con gran parte de Europa y su alta rentabilidad para el propietario merecen una gran atención.
Es por ello que la tercera edición del informe semestral ‘Solvia Market Review’ se centra en el aumento de la vivienda en alquiler en España. Un tipo de propiedad centrada en grandes capitales, aún gestionada por particulares y con altos niveles de rentabilidad.
De los profesionales del sector inmobiliario depende ofrecer un servicio integral y una seguridad jurídica. Condiciones fundamentales para hacer aún más competitiva la gestión del alquiler residencial.
Oferta dominada por grandes ciudades
El último informe de tendencias inmobiliaria de Solvia deja un panorama con mucha diversidad, muy repartido y sin un referente claro entre los profesionales.
España protagoniza el resurgir de la vivienda de alquiler, con dos grandes capitales como Barcelona y Madrid. Cada una de ellas celebra más de 40.000 contratos anuales, frente a otras como Málaga, Valencia o Baleares que no superan los 7.000 alquileres.
En lo relativo a porcentajes, Madrid con un 23,9% de viviendas arrendadas y Barcelona con un 36,1%, destacan junto a las provincias de Girona (33,1%), Cádiz (29,8%), Baleares (28,6%) o La Coruña (24,4%).
Se trata por ello de un mercado heterogéneo, dominado por ciudades grandes y muy pobladas. Pero aún así controlado por particulares .
De hecho, el 97% de las viviendas alquiladas como primera residencia está en manos de un particular. La confianza con el propietario hace obviar la falta de seguridad jurídica y el trato profesional habitual en un agente inmobiliario.
Es por ello que aún queda mucho trabajo por hacer para equilibrar o invertir esta situación. Una tarea pendiente para los profesionales y las agencias especializadas.
Un sector inmobiliario en crecimiento
Profesionalizar la gestión del alquiler residencial no es un antojo sino una necesidad.
Los cambios de tendencia derivados de una creciente movilidad y flexibilidad laboral no harán sino incrementar la proporción de viviendas en alquiler en los próximos años.
A partir de los recogidos en los censos de población, España ha ido perdiendo inquilinos en las últimas décadas. Cayendo de un 36,6% de viviendas en alquiler en 1970 a un 17,9% en 2001.
Desde entonces, el régimen de alquiler no ha hecho más que subir, alcanzando un 21,1% en 2011 y un 22,3% en 2015. Una proporción que se quedará muy atrás, cuando jóvenes miles de jóvenes se incorporen al mercado residencial.
Rentabilidad de la vivienda de alquiler
Los ingresos por invertir en una propiedad para su posterior alquiler no admiten muchas comparaciones con la mayoría de productos bancarios.
Según Solvia, la rentabilidad media del alquiler se sitúa en un 6,1% a nivel nacional con un valor medio de 1.377€/m2 por mes. A nivel territorial, esta rentabilidad supera el 7% en un 29% de los contratos. Entre el 5% y el 7% se mueven el 49% de los alquileres. Y por debajo del 5% se sitúa otro 22% de los arrendamientos.
La Comunidad de Madrid ofrece la mayor renta de alquiler, con 7,6€/m2 mensuales y una rentabilidad media bruta del 5,8%. En segundo lugar encontramos a Cataluña y los archipiélagos (Baleares y Canarias), con una renta de 7,4€/m2 y un beneficio del 6,1%.
Andalucía se encuentra en tercera posición, con 5,2€/m2 por mes y una rentabilidad media del 6,9%. Y la Comunidad Valenciana, junto a Murcia, alcanzan los 4,7€/m2 y el 6,6% en rentabilidad.
¿Qué otra alternativa puede ofrecer el mercado al inversor? Prácticamente ninguna.